domingo, 8 de julio de 2018

SEGUIR VOLVIENDO *


Para E.C.

“…ensayó un engaño final. Vuestro pecado abominable os prohíbe percibir mi esplendor... comenzó a decir. No lo escucharon y lo atravesaron con lanzas.”
El tintorero enmascarado Hákim de Merv. Jorge Luis Borges, 1935.

Volveré una y otra vez, por las alambradas de las madrugadas o por los sinuosos confines arrebolados de los atardeceres, o a plena noche, crepúsculo por medio, (nunca de día) a recorrer con ávidos ojos de fauno voyerista las serranías de tu cuerpo desnudo en tu ferviente totalidad, devoraré el paisaje de tu silueta recostada sobre el lecho imposible oyendo tu voz declamando extraviada entre verbos y versos florecidos en las grietas de los terrestres mausoleos de dos amantes anónimos. Retornaré como un vicio a tu íntima topografía sin alejarme jamás del vaho embriagante de tu aroma de hembra esquiva o mariposa inalcanzable, porque en ti se vierten los deseos más oscuros y burbujean las lujurias implícitas y explicitas del macho imaginante que te escribe este texto inverosímil solo para que por un instante sublime posea tu voraz atención ya que el caótico azar que tejen y destejen las tres viejas hilanderas no quiso que en esta secuencia de espacio tiempo yo llegara a poseerte en carne abierta a lo largo y ancho de tu volcánica y sinuosa cordillera. Y seguiré volviendo en un geomorfológico ritual recurrente a entrometerme ahí entre tus muslos como un macho geógrafo sediento, dejaré que me estreches ahí hasta el goce entre esas mórbidas carnalidades sensuales, iré degustando tus íntimos sabores sexuales, tú permanecerás allí quieta recitando en voz susurrante solo para mí el inédito poema de nuestra agobiante imposibilidad mientras yo lamo la verticalidad de tu vulva, deslizo mi erguida virilidad por sus pétalos, punzo insistente tu breve capullo clitoriano, hago brotar de ti el húmedo fuego del deseo, hundo mi carnal lanza de lujurioso guerrero, pene-tro entero tu anegada y hendida voracidad, vierto y derramo en ti mi líquida densidad mientras tú permaneces allí ahora devorada, saciada, poseída, pero quieta como una esfinge, gozosamente entro-metida en el canto de tus versos. Vale.

* NO SE ALEJE OTRA VEZ
quiero que siga volviendo a ésta cordillera. Donde desnuda, leo versos, sólo para usted.
Enriqueta Couepel, Julio 2018.

miércoles, 7 de febrero de 2018

EN BUSCA DE LA MARIPOSA TATUADA


Para E. C., prófuga desnuda...

“Iba rozando al pasar todos aquellos cuerpos oscuros como si por el reino de las sombras, entre mortuorias fantasmas, fuera buscando a Eurídice.” *

Solo esquirlas de mariposa, irrecuperaciones soñadas, imaginadas o vistas al trasluz del deseo, irredentos pecados de la carne frágil que busca con el poderoso sinsentido de saberte desnuda, impúdica, sometida a los ojos que te encuentren o posean las misteriosas claves del odio dorado del perdedor. Buscador perdulario y definitivo de los íntimos vericuetos de tus carnes imposibles, sus lisuras y sus aromas, sus nocturnas humedades, sus delirantes esplendores de los atardeceres enamorados, y sus delicadas lujurias en el amanecer de las lluvias. Rastreador atormentado de tus labios bien rojos y tu negro pelo revuelto (i), y de tus lascivos tatuajes indescifrables, de los publicados, de los inéditos y también de los apócrifos. Cándido explorador del conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas mediante misteriosos protocolos codificados, persisto ingenuo en un juego de ilusos trabalenguas, de inverosímiles secuencias de las letras de tus nombres alternadas o barajadas ‘ad infinitun’ en un desesperado e inútil algoritmo de mago de circo pobre, buscando con crédula ilusión tu cuerpo desvestido, sus pliegues dibujados por mis pervertidos deseos fálicos, tus sublimes pechos coronados, tus ingles y tus axilas, el atrevido guiño de tu ombligo, las altivas curvas tus nalgas y su tibio cauce hedónico, y tu sexo trazado a dedo limpio, lamido hasta la ebriedad y penetrado en una ilusoria consumación masturbatoria, en fin, buscando hasta aquellos tus impalpable atributos de hembra imaginaria; las lunaciones obsidiánicas de tus ojos insoportables (ii) y tu vertiginosa fragancia floral (iii).

(i) “La Rosa Embelesada”, del mismo autor, febrero 2017.
(ii) Paráfrasis de un verso de “¿Donde Te Reencuentro?”, del mismo autor, marzo 2017.
(iii) “Esa Mariposa”, del mismo autor, febrero 2018.

* “À la recherche du temps perdu”. Marcel Proust, escrito de 1906 a 1922 y publicado de 1913 a 1927.


Imágen: "Metamorfosis", Antonio Pujía, incluída en la muestra “Estudio para un beso”, esculturas de pequeño formato realizadas en plata y cera.
  

domingo, 4 de febrero de 2018

LA BUSQUEDA DELIRANTE


Para E. C., buscándola…

Fue ese antiguo amor desquiciado, la furia, el rencor, el odio puro en el oro salvaje de los celos extraviados, del que todo lo tuvo y todo lo perdió, el que puso a la vista pública las treinta monedas de la traición y en mí el fuego que ahora me devora (i), el que me hizo iniciar ansioso esta búsqueda pervertida e imposible de tus impúdicas imágenes con su provocación y su incitación al solitario pecado por los infinitos confines del babilónico universo virtual. Él puso tu desnudez al descubierto, toda tu piel expuesta a los lujuriosos ojos de tenebrosos míseros depravados, a los deseos onanistas de ver hasta el hartazgo o el vicio tus íntimos tatuajes secretos que pocos ungidos han visto y gozado, las sensibles protuberancias de tu pezones coronando tus senos, la oscura mata de vellos púbicos que anochece en tu pubis, la rosada y húmeda magnolia de tu vulva, la lisura carnal de las ampulosas curvas de tus glúteos, tu esencia de hembra poseída y/o enamorada. Y tú ahora me has condenado a buscar eternamente esas prohibidas visiones del paraíso, las soñadas y las imaginadas, las que convertirían en cenizas mis huesos machos de fauno imaginario. Pero no me importa saber que esta búsqueda no tendrá fin, con la sabiduría que me dan los años perpetrados la viviré como un pequeño infierno previo.


(i) Ezequiel 28:18.

sábado, 3 de febrero de 2018

TARDE DE ESTATUAS


“Piensa en mí cuando la mires, bella escultura, las tetitas como las mías, me das placer, estoy tan húmeda, siente mi humedad cuando estés solo,  ahhh… sigue... pienso en tu lengua jugando sin parar... ¿Te gusta escucharme lo excitada que estoy pidiéndote más? Tengo los pezones duros y calientes, me los acaricio rápido mientras tú me lames…”
Ella en su voz.

Imagino tus pezones duros y calientes en mi boca y mi mano en tu vulva, mi dedo buscando tu goce... unto mi dedo en tu sexo y lo chupo para saborearte, para oler tus aroma de hembra, ahora lamo tus labios vúlvicos... de abajo hacia arriba, y me quedo chupeteando tu clítoris... ah... así... así... así... hundo mi lengua rígida en tu vagina... ah paraíso!, estás mojada, anegada... y yo tieso, duro, erecto... acerco mi miembro a tu vulva... humedezco mi glande en tus jugos... uf... y te voy penetrando muy lentamente... lento y continuo... más y más adentro... ah… hundo toda mi verga en tu sexo succionante... y comienzo a jinetearte... a cabalgarte salvaje y desesperado... uf... te sifoneo fuerte mientras chupo tu pezones... mis manos aferran tus nalgas... un dedo hurga entre ellas buscando la ceñida flor oculta... meto y saco, hundo penetrante, mi dedo juega en tu ano... mi boca mama tus pezones, mi pene endurecido entra y sale... urgente, ansioso, siento la cercana eyaculación... te mueves y me muevo, machihembrados, acoplados, siento la cercanía de tu orgasmo, hundo mi verga en tu vulva, hundo mi dedo en tu ano, hundo mi lengua en tu boca, ya...! ahora...! ahhgg...! Oh Dios! ahora... Anais... te siento... Anais... Anais... Anais...



sábado, 22 de julio de 2017

LA MIRADA


Para LH, hembra deliciosa

Es la mirada fugaz e impúdica, pervertida e indiscreta que se desliza impune, lenta e intensa por los breves intersticios de tu recatada desnudez, recorre el borde de tu escote, la tersura de tus brazos, de tu cuello y de tus piernas, avanza por tus manos y tu rostro desafiando tu pudor, cruzando tu coquetería, converge y repasa indagando cada lúbrico detalle con perversa obsesión hasta cristalizar en un deseo que te abusa, te manosea y violenta tu sumergida intimidad, trazando con depravada insistencia el mapa erótico de tu geografía más sensible como si pudiera verte por debajo de tu piel, de tu secreta castidad y de tu madura sensualidad, la mirada te penetra, ahonda punzante en tus entrañas y te posee silenciosa e intangible inserta en los últimos recovecos virginales de tu cuerpo.


domingo, 2 de julio de 2017

SUMERGIDO


"Me voy a la camita a leer”, ella en su voz…
  
Ahí estaré bajo las sábanas mordisqueando tus muslos, me sentirás, y te lameré las ingles, solo eso, muslos e ingles, sin acariciar tus pezones con mis dedos, porque si los toco subiría a mamarlos, morderlos, pellizcarlos... solo muslos e ingles, te mueves al ritmo con que te lamo en tus ingles, muy cerca de la magnolia, huelo tu aroma pero me resisto, muslos e ingles... delicias de mis perversiones, sientes mi lengua, húmeda y juguetona... impúdica, curiosa, viciosa y sedienta... muerdo tu muslo izquierdo, lamo el arco completo de tu ingle derecha... acerco mi lengua a... no! vuelvo a la ingle izquierda, mis manos aprietan tus muslos mientras mi boca recorre tus ingles en un sube y baja, sientes mi boca abierta dejando el vaho de mi aliento en tu piel, huelo tu perfume de hembra en celo tan cerca de mi nariz que es casi doloroso, pero sigo mordiendo tus muslos... me permito surcar con mi lengua ensalivada entre tus nalgas... lento, suave... siento como te mueves... inquieta... ansiosa... intentando llevar mi lengua a tu.... pero no!, muslos e ingles, mordiscos y lamidos... imagino como estás, lo siento intensamente... solo por un instante punzo con la puntita de mi legua rígida tu clítoris, lo hundo en su capuchón... lamo tus ingles mojadas por mi saliva, muerdo tus muslos... fuerte! mi lengua surca entre tus glúteos... lenta, ahora siénteme punzando tu clítoris, hundiéndolo, echándole mi aliento caliente, ensalivándolo... así, eso... siénteme! dame tu orgasmo! tengo sed de ti... dámelo! quiero tus jugos.... ah!… eso... ese brebaje íntimo y salvaje... mío... para mi sed... (Un beso cálido, relajado... con los labios blandos... con ternura humedecida... muy suave). La noche nos abruma con las cenizas de lo sucedido. Enciendo un cigarrillo…


lunes, 19 de junio de 2017

TRAVESÍA POR TUS ÍNTIMAS ESTACIONES


Para SSM, de mi pluma a su cielo

Observo desde esta lejanía tu retrato de dulce dama con tu delicada elegancia perfumada y percibo el fulgor de las memorias de antiguas primaveras cuando tu carnalidad palpitaba en tus senos inmaculados y tu pubis se abría como una magnolia virginal anhelando la fálica penetración inicial. O saboreo los ardores de los estíos que te empaparon de seminales licores en machihembradas noches sudorosas y turbulentas, cuando tú buscabas el príncipe macho salvaje que te rompiera en los fragmentos saciados que dejan los goces prohibidos. O huelo el intenso aroma que dejó en tus poros la sensualidad de las últimas dulzuras de tu otoño que aun te despiertan a medianoche y te dejan humedecida y devorada en la ciénaga de tus insomnios, aquellos en los que tus rubores son soles de los años que hicieron madurar instintos y deseos que todavía queman tus entraña. O me quedo imaginando el venidero invierno donde tu alma buscará la tibieza de las cenizas de las ya perdidas noches de lujurias y desacatos, de lascivias e impudores que permanecen en tu piel como íntimos recuerdos escondidos de vergonzosos pero placenteros e inolvidables momentos en los que fuiste hembra absoluta y poseíste el dominio total del reino de tus carnes insaciables.

  

SUEÑOS Y VUELOS


Para SSM volviendo a volar…

Sueños, sueños rotos, campanas al vuelo, relojes con una dulce melodía, golondrinas asustadas por cohetes de fiestas, jilgueros en una rama cantando a su amada aún cuidando a sus polluelos en él nido. Racimos de uvas en el parral mientras dos chiquillos hacen el amor sin pensar en nada, sólo sentimientos encontrados, fiebres de verano. Silencio, silencio que mi amor me aguarda despierto, dónde estás mi poeta amado, tú el hombre que da luz a mi alma, el que me sube a la cumbre llenándome a besos, secando mis lágrimas, eres mi guitarra, la llamarada de mi cuerpo, las nubes rosadas, el amanecer en el infierno y... después, después subirme al infinito... Sueñas y vuelas mariposa o libélula, ardes en las fiestas de los pájaros en celo que copulan en las arboledas incendiados por los fuegos del estío. Y eres como un ave que rompe sus silencios con sus románticos trinos buscando el amor poeta que ilumine otra ve tu alma triste con la luz de los soles de tus nostálgicas primaveras, que encienda hasta las cenizas tu deseable cuerpo deseado, que inflame con sexuales llamaradas tu piel de hembra escondida, que muerda tus labios sedientos con los besos de lascivas pasiones. Mientras yo, poeta macho, fauno en vuelo, sueño tu lengua como una lasciva y húmeda serpiente estimulando mi erecta virilidad, ensalivando los territorios de mis deseos, y me sueño obsceno abriendo los labios de tu vulva como una flor en su otoño para penetrarte escondido en el íntimo ceremonial de un sublime amanecer.

Nota.- En cursivas su voz esencial.


sábado, 3 de junio de 2017

TORRIDOS PAISAJES MARINOS


Para SV, en su eco incitante

Siento esa furtiva caricia tuya despertando mi virilidad ansiosa de ti, la siento envuelta en tus íntimos aromas, con esa sensual humedad que eleva el mástil para navegar por el mar de lujuria de tu cuerpo. Así me esperas, desnuda, abierta, como una cálida playa con sus tibias aguas y sus algas ensortijadas, desembarco en tu cuerpo para enterrar en ti mi bandera erecta y dura, subo las colinas de tus pechos para otear en el horizonte las selvas de tus escondidas lujurias. En ese oleaje nos desesperaremos ansiosos de copular en las calientes aguas del deseo, serás penetrada hasta tus más profundas entrañas por los fálicos peces de mi miembro y mi lengua, te devoraré tus pezones succionándolos como un molusco hambriento, mientras tu boca absorbe mi vertiente seminal. Y nos trabamos machihembrados pez erguido y molusco abierto, en un voraz coito submarino, mordiendo mamando lamiendo, en un océano sexual de densas aguas saladas. La memoria va guardando en sus baúles secretos las sensaciones, los frotamientos, las penetraciones, las succiones y los lamidos, la eyaculación vertida y el orgasmo estremecido. Y otra vez mi verga endurecida punza y abre tu mojado y palpitante pórtico que ahí entre tus muslos espera, y tu pubis se alza sediento para recibir mi tensa virilidad, y te penetro te cabalgo te jineteo, hundo en tu vulva mi miembro guerrero, socavo tu vagina como una bestia salvaje, entro profundizo ahondo, te rompo en gritos orgásmicos y suelto mi lechoso y denso licor quemándote otra vez las entrañas.


sábado, 18 de marzo de 2017

CONFUSO TRIPTICO DEL RIO DESESPERADO



“Mi voz se siente orgullosa de haberte inspirado ese torrente de mágicas palabras que fluyeron como un río por todo mí”. Ella en sus palabras.

Fue un río incontenible porque te siento cerca y así puedo soportar el infierno donde no estás, tan cerca que casi puedo morderte los pezones porque mis labios aprendieron a jugar con ellos y en ellos he buscado obsesivo uno de tus sabores. Fue ese sueño recurrente e imposible de dormirme mamando de tus pechos como un niño, de sentir en mi boca sus protuberancias sublimes, sus breves durezas erguidas, la rugosidad voluptuosa de las areolas y la mullida blandura de tus senos, que mis turbios instintos buscan desde siempre, y los adivino los intuyo los imagino los lamo chupo mamo muerdo punzo pellizco, arrastrado por una ansiosa turbulencia que me lleva a los límites de mis perversiones. Y puedo tocarte estremecido mientras el vaho de tu aliento me llega con su lujuriosa intensidad, sentir tu calor tu olor tu sabor tu roce, las humedades de tu boca y de tu sexo, puedo entonces hundirme en ti como un íntimo escarabajo penetrante y escuchar extasiado tus gemidos y suspiros transoceánicos. Y te veo como duplicada en un mágico espejo; como una musa intocable, casi sagrada con la que podría caminar bajo la lluvia por un parque en un crepúsculo sin tiempo, y a la vez como una deliciosa hembra deseable que me gustaría poseer hasta la última gota de su vulva. Y me dejo fluir por ese río subterráneo para que tú vayas sintiendo mi mano habitando ahí en ese suave interior de tus muslos o mi boca saboreando esa humedad tuya o nuestros labios que se rozan levemente, se devoran a besos, se lamen, se muerden, y yo sienta que me dejas una y otra vez extraviado en ese torrente incontenible que me lleva una y otra vez a ti.


martes, 7 de marzo de 2017

SABOREOS DE LA PALOMA


Para S. intensamente deseada

Te beso hundiendo mi lengua en tu boca, mis manos amasan tus senos, pellizcan tus pezones... mi verga dura y erecta punza tu vulva, la surca de arriba a abajo y viceversa, sin penetrarte, solo punzando y surcando, mis labios aprietan tus pezones, mis manos sobajean tus nalgas, bajo a lamer tu ombligo, juego en el con mi lengua, sigo bajando por tu vientre, por tu pubis, mi lengua se enreda en tus vellos púbicos, encuentro tu clítoris y lo punzo con mi lengua rígida, lo circundo, lo hundo y lo lamo rápidamente, lo chupeteo, lo ensalivo, mi lengua surca tu sexo desde tu ano hasta tu clítoris y se hunde endurecida en tu mojada vagina de atrás hacia delante, de adelante hacia atrás, de ida y venida, te tiendo en el lecho y abro tus piernas, lamo el interior de tus muslos, me subo sobre ti con mi miembro rígido, erguido, muy duro, y te voy penetrando muy lentamente, lento para que lo sientas intensamente, todo, entero, hasta que mis bolas rozan los labios abiertos de tu vulva y comienzo a culiarte, fuerte, profundo, salvaje, más y más rápido, duro, en un entra y saca potente, más y más rápido, salvaje y violento, te culeo rico, caliente como un potro, para que te sientas toda penetrada, mi falo late dentro de ti anunciando la eyaculación, te culeo más y más fuerte y rápido, así, así, así…! siento que viene mi semen como un oleaje, siento tu vulva succionando mi pichula y me vengo…. ah! me retuerzo sobre ti culiando desaforado, penetrando hasta el fondo de tu vagina, y largo el chorro de leche caliente en tu chucha, sientes como te inundo, así…! ah! siento las contracciones de tu sexo… ah! paraíso! siento intensamente tu orgasmo delicioso, me chupas el miembro con tu chuchita hambrienta, me quedo quietecito dentro de ti.... te beso con pasión, con amor, con ternura... mi pene comienza a ablandarse, a perder rigidez, a ponerse tierno... dentro de ti.... nos quedamos así abrazados y acoplados como si el mundo no existiera.... nuestros corazones laten al unísono en el mismo ritmo, a nuestro rededor el universo sucede incesante, pero ya nada nos conmueve, ahí sumergidos en uno en el otro, saciados y felices.


domingo, 22 de enero de 2017

SOLITARIO RITO ANTE TU IMAGEN

Para S, la musa deliciosa

Te miro ansioso en tu regalada imagen desvestida entre azul violeta y azul azul [y comienzo a acariciarme], miro tus suaves muslos desnudos, tus mórbidos senos asomados [y aprieto el tallo de mi miembro juntando el pulgar y el índice como dibujando el cero], miro ese voluptuoso canalillo [y me paso la lengua por los dedos y redibujo el círculo sobre mi verga], miro tu coqueta mano en tu cadera [y el erguido falo endurecido apenas cabe en ese aro digital], miro tu pelo enrulado, tu boquita roja [y voy deslizando mi mano cerrada desde el rosáceo y terso glande hasta el roce de las mansas esferas], miro imaginario, tu desnudez del azul y violeta y sobo con devoción mi mástil viril como un voraz macho encelado convocando el derrame seminal, soñando el olor de la flor de tu vulva abierta, chupando ávido tus grandes pezones café [y cuando siento que la eyaculación centellea por los alambiques ovillados, me acerco a esos ricos bultos simétricos y me inserto entre tus mórbidos volúmenes], miro una y otra vez tus pechos ampulosos y me dejo absorber por esa voluptuosidad hasta alcanzar el borde mismo del clímax [entonces huyo de esa trampa y me escurro ligero], miro (imagino) en la sombra tu sexo abierto a mis ansias [estremecido, ansioso, excitado, incrusto mi príapo en esa húmeda espesura ondulada y negra], siento como esa cálida abertura lo succiona [siento su sexual aliento y su anegado calor], me muevo, grito desesperado, gritas desesperada, mi denso semen se derrama en chorros calientes en la hondura de tu mojado molusco hambriento [cuando cesan los suspiros y los acezos, embrujados de nosotros, nos quedamos rendidos], en el silencio de los sudorosos cuerpos saciados comienzo a besarte con todas mis ternuras.

En [ ] paráfrasis de un fragmento de “Maitreya”, de Severo Sarduy, 1978.


sábado, 21 de enero de 2017

TÚ EN LAS PENUMBRAS


Para excitar a S.

En la húmeda y calurosa penumbra oirás una densa respiración agitada, olerás un aroma de macho en celo, sentirás que el vaho de un aliento va quemando la piel de tu cuello, y luego que una lengua ensalivada lame engolosinada tus grandes senos hasta la punta sensible de tus pezones y una boca que ávida los succiona, percibirás en tu mano un roce carnal, la abrirás esperando curiosa un tacto y sentirás que la llena un miembro viril erecto y endurecido que late de deseos, lo frotarás golosa en las penumbras, una mano se enredará tierna en tu pelo y bajará tu cabeza hasta el erguido falo, entonces instintiva lamerás y chuparás sintiendo esa tensa carnalidad en tu boca mientras tu vulva se irá encharcando envidiosa de los que tus labios gozan, en la leve oscuridad alguien de un zarpazo te quitará el negro babydoll desnudándote, susurrarás y gemirás como hembra en celo extasiada y estremecida por la excitación, unas fuertes manos de hombre lujurioso te tomarán por tus caderas y tiernamente te recostarán sobre el lecho en penumbras, sentirás que un cuerpo desnudo y sudoroso se monta sobre ti rozando tieso tu pubis y separando tus piernas con sus piernas, abrirá tu sexo con sus dedos impúdicos susurrando ardiente tu nombre en tu oído, sabrás que su rostro irá bajando por tu cuerpo porque besará tu ombligo y lamerá tu pubis, tirará de tus ensortijados vellos púbicos y hundirá su nariz en tu abierta vulva, chupará con vehemencia de tu clítoris, surcará lentamente con su lengua rígida el surco entre tus cuatro pétalos vúlvicos, cerrarás los ojos y entreabrirás tu boca gozando extraviada en los límites del placer, de súbito percibirás que su verga inhiesta busca punzante tu íntima y mojada hondura y te penetrará entera de un solo envión, gritarás desesperada entre el goce y el dolor, arañarás su espalda y morderás sus labios, entrarán juntos en el salvaje ritmo de la cópula, en el entra y sale, en el sifonear y el estrujar, en esa divina locura que justifica el vivir, de pronto él gritará jadeando tu nombre y se estremecerá eyaculando dentro de ti, sentirás en tu vagina los calientes chijetes, sentirás el denso semen escurriendo en ti, sentirás el vértigo del orgasmo que viene y estallarás sumida en un goce indescriptible, vendrá un silencio de cuerpos extenuados, intuirás que ya eres otra en las penumbras, que ahora eres una hermosa hembra poseída y aun impregnada del olor a macho saciado en ese ámbito húmedo y caluroso del después, lentamente abrirás los ojos y dejarás de soñar.


martes, 17 de enero de 2017

CONSUMACION DE LA AMISTAD


Para y con LS

Amigo, ese besito es para que ambos nos bebamos la saliva  de los besos cuando hundimos nuestros cuerpos en pervertidas y lascivias obsesiones de ser penetrados en ese vinculo de eróticas danza medieval de media noche en el bosque de los deseos. Y en medio de la vegetación de medianoche irán tus manos y mis manos a explorar los territorios prohibidos de las lujurias del otro escondidas en los follajes nocturnos, en las densas aguas del deseo, en las sombras lunares de la cópula que se consuma entre gemidos y susurros. Me tienes hechizado con el encanto de tus labios, tus pechos, tus pezones, tu vulva, tu carita coquetona y calentona, por esos embrujos has sometido a mi mano pecadora al vicio onanista, has incitado mis pervertidos instintos a brotar, crecer y florecer en el jardín de la lascivia. En el jardín de la lascivia ha florecido esta pasión pecaminosa pero no importa porque cada día es más y más el deseo que siento por ti ese deseo de ser penetrada por tu lanza perversa de lujurioso deseo y pasión sin límites. Y llegará el día y su momento en que separaré de un envión tus muslos como un sátiro salvaje y abrirás para mí los cuatro pétalos de la magnolia de tu sexo y entraré macho duro, erguido y punzante en tu húmeda intimidad. Entras a mi húmeda intimidad y como un ladronzuelo te robaras todas mis emociones  y llenaras con  tu leche mi vibrante vientre  y lo inundaras de placeres y de nuevo lo querrás volver a llenar. Y en esa cópula de consumación mientras yo eyaculo estremecido en tu carnal profundidad y mientras tu exprimes estremecida la lanza viril que te penetra y enlecha nuestras bocas se irán mordiendo los besos que nos debemos bebiéndonos nuestra salivas.

Nota.- En cursivas el erótico verbo incitador de la musa.


miércoles, 28 de diciembre de 2016

DEL CARRETEL, EL MURO Y TU RETRATO


Para Bev, estilizada e intocable

Aun hay hilo reina para elevar el volantín de los sueños, para tocar el cielo y alcanzar el arcoíris, para descifrar los símbolos de ese tatuaje, para levantar el azul y amasar tus pechos, para bajar lentamente hasta tus pies el rojo y encumbrarse por tus piernas y tus muslos hasta la húmeda fuente palpitante de tu pubis, y luego subir por la breve comba de tu vientre y hundirse en la tibia concavidad de tu ombligo hasta remontar otra vez bajo el suculento azul que se eleva sobre las cumbres de tus senos. Aun hay hilo reina en el carretel del solitario volantinero que busca enredado en la brisa del otoño el trigo de oro de tu pelo y la rosa de tu boca. Aun hay hilo reina, porque seis y cinco solo son números y lo que vale es la alegre ventolera que te haga ascender feliz más allá de la nubes. Contra el alto muro gris desbordo amasando las suculentas lunas de tus pechos ampulosos, urjo sus ocultos pezones a elevarse y punzar con el silencio cómplice de los rojos geranios, entre el verde vegetal lamo tu piel desnuda con la quieta lujuria de un sátiro vicioso que ya no deja sombra en la gris humedad del muro. Voy a por el beso que ofrece tu boca para morderte en su vendimia tus labios, voy a por tu piel desnuda en ávidos deseos para saborear su dulce y madura esencia, voy a por la fina osatura de tu cuerpo para devorarte hasta la última vértebra, voy a por tus ojos escondidos tras cristal para intimar en esas otras transparencias, voy a por la lasciva hondura de tu escote para hacer cumbre en las alturas de tus pechos, voy a por el rumbo abajo que siguen tus brazos para naufragar de lujuria en la flor de tu pubis.


DEVORACIONES DE DEBORA


Para DH, la musa devoradora

Veo tu imagen con sus lunas llenas fulgurando en el breve y provocativo abismo de tu escote con su exhuberancia entre el violeta y el morado, veo tus lindos ojos en su misterioso verde incierto y la túrgida rosa tenue de tu boca incitando al beso y toda esa piel desnuda en su asalto a los sentidos inspirando perturbadores roces e íntimos tactos, veo tu sensual e intocable madurez provocando las ávidas lujurias que me perseguirán por la noche. Liberado de la censura de tu mirada, así sin ver tu rostro miraré tu imagen hasta lograr borrarla de mi memoria para no soñarte desnuda en las penumbras y te me aparezcas en mis arduos insomnios, iré recorriendo cada íntimo detalle, el delicioso abismo de tu escote, las turgentes dunas de tus pechos, las poderosas curvas de tus muslos, esas insinuantes piernas cruzadas, hasta tu provocativa pose en el sillón con tus manos sobre tu pubis y tu sexo, para poseerte aunque solo sea con mis ojos como un fauno virtual a una ninfa imposible. Yo lamería la sal de tus muslos deslizándome como un caracol en las gotitas perlas de tu sudor, oliendo el aroma más profundo de la magnolia carnal de tu sexo, ebrio de tus espesos e íntimos jugos, de tu voraz obscenidad penetrada, perpetrado impune e incrustado, endurecido, tenso y hundido, eyaculando un brebaje de macho, una miel lechosa, densa y caliente que fluiría dentro de ti lenta y espesa anegando la abierta flor de tu pubis mientras mi boca devora tu boca.


jueves, 22 de diciembre de 2016

EN TUS BRASAS DE COLORES


Para CZ, chiquilla y rendida

Veo tu imagen con esas grandes lunas llenas asomando en el mullido lila del turgente abismo de tu escote, veo la exhuberancia de ese insinuante canalillo, veo tus ojos brillantes en sus oscuros destellos y la roja rosa de tu boca con su alegre sonrisa, y la esmerada miel perfumada de tus cabellos, y toda es piel desnuda en su asalto a los sentidos incitando perturbadores roces e íntimos tactos, veo tu madura belleza provocando así sonriendo todas las lujurias que me perseguirán hasta la noche. Es la llena y ampulosa curva en azul, esa duna turgente que apunta a los deseos, es la amplia y pomposa comba en rosado, esa mullida suavidad que incita el pecado, es la leve convexidad donde habita tu ombligo, es la breve concavidad lumbar de tu espalda, es la sinuosidad madura de tu silueta de pie como una escultura de tibio mármol erótico, es la curvatura carnal de tu cuerpo entero, esa mórbida y provocativa ondulación sensual, es mi deseo de acariciar con mis manos obscenas cada arco de tu contorno, pero totalmente desnuda. Me incinero hasta la ceniza en la tibieza de tus pechos ebrio de las maduras tersuras de su palidez escondida, penetro lento y extasiado por escote de la blanca blusa, exploro con sensual delicadeza esas mórbidas cumbres buscando impúdico las oscuras cúspides de tus pezones, bebo de tu suave canalillo tu aroma de hembra deseable, me derramo denso y ardiente sobre esas dunas soñadas, beso, lamo, acaricio y encopo con mi manos obscenas esos mullidos y voluptuosos frutos de tu morena madurez, dejo florecer en tus senos deliciosos mis edípícos deseos para hundirme feliz en tu cuerpo aunque me sea imposible.


lunes, 19 de diciembre de 2016

LA DAMA DEL DELFIN


Para VM, lúdica

Lo aferras golosa como a un símbolo fálico, tus brazos intentan un íntimo abrazo posesivo de esa carnalidad elevada, erguida, gruesa, tus manos obscenas confirman su consistencia endurecida, su piel suave y palpitante, su grosor imposible, tu sonrisa brilla con pícaro fulgor, tu pubis asume una inversa curvatura intuyendo la irracionalidad del goce, tu rostro sonríe imaginando una locura, tus piernas tiemblan al imaginarte a horcajadas cabalgándolo, tu magnolia humedecida se siente pene/trada, llena, colmada, saciada. Te observo excitado en la imagen asida a ese inmenso príapo inverosímil, intentando temerosa pero deseosa rodearlo con tu cuerpo y tus brazos como en un erótico preámbulo de un coito violento y  sublime, ávida de ese grosor imposible, soñando con el macho gigantesco poseedor de ese falo imponente, de ese príapo increíblemente duro, tu pícara mirada y tu sonrisa delatan la lujuria instintiva con que imaginas la intensa y devoradora sensación de ser penetrada por ese miembro viril mientras gimes con tus ojos bien abiertos y murmuras de goce con tu boca bien cerrada. Te agarras como una voraz hembra en celo a esa tiesa verga erguida y portentosa sabiendo que morirás en el intento, que partirá en dos tu delicado cuerpo, que te abrirá los pétalos de tu vulva en una salvaje y voluntaria violación, y tú gritaras de un goce inconcebible y de un abierto dolor insoportable, y en ese pervertido desenfreno fálico, en esa perturbadora locura imaginada, te iras sumergiendo en ese obsceno sueño de un intenso orgasmo que te deshace hasta la arena o ceniza tus lascivos deseos. En un ejercicio de insoportable voracidad te desnudo entera con mis ojos voraces para liberar tus senos y sus erectos pezones, para hundir mi nariz en la tibia copa de tu ombligo, para abrir tus lascivos deseos de hembra ansiosa, para liberar las mariposas que aletean en tus entrañas, para ver florecer la mojada magnolia de tu sexo, para que mi urgente virilidad se yerga endurecida y sea el monstruo vertical al que te aferras golosa.


viernes, 16 de diciembre de 2016

EL SUEÑO IMPOSIBLE (Palimpsesto)


“Ya no seria un poema. Seria hacer sexo”. SP en sus palabras.

Ella sin pensarlo dirigió su mano a mi bulto. El cual era bastante visible. Al tocarme me recorrió tu terrible escalofrío. Pero yo no dudé en dirigir mis manos a sus pechos. Ella me masturbaba sobre el pantalón. Yo acariciaba sus pechos, sobre su vestido. Lentamente corrí los breteles y vi sus hermosos pechos, sus pezones erectos… era todo un sueño. Sin pensarlo dirigí mi boca a ellos. Antes de rozarlos con mi boca, ella ya estaba gimiendo. Al tocarlos con mis labios me abrazó y se dejó caer sobre la cama. Ahí comenzaría todo. Me acomodé sobre ella. No dejaba de besar sus pechos, morderlos, pellizcarlos… ella ya había buscado mi pene por debajo de mi pantalón. Me volvía loco. Me paré y me desnudé quedando a la vista con mi pene erecto. De un solo envión le saqué el vestido. Y sentí una oleada de perfume de mujer excitada. Fui directamente a su boca. Nos besamos como nunca lo había hecho con alguien. Mientras frotaba mi pene, sobre su vulva húmeda, ella movía sus caderas. La miré a los ojos, y dirigí mis manos a su flor del placer. Lentamente le saqué sus calzoncitos. Y llegué a sentir su calor con mis dedos, la penetré con mi dedo. Ella no dejaba de gemir. La masturbé por unos minutos. Hasta que le saqué mis dedos y los llevé a mi boca, y los chupé saboreando sus íntimos jugos. Y luego lentamente fui con mi boca a su sexo mojado y ansioso. El aroma era penetrante. Pero sin pensarlo, comencé a lamer su vulva. Mi lengua la estaba violando. Y no dejaba de gemir, hasta que llegó al orgasmo, sentí todos sus jugos en mi boca. Casi rogándome me dice que la penetre. Sin pensarlo, me pongo sobre ella, y tomo mi pene, y le rozo intencionalmente sobre su sexo, hasta que ella misma me lo agarra, y se lo mete brutalmente. Sentí que estaba en las nubes. Ese mojado calor era una delicia increíble. Comenzó un movimiento majestuoso, era una princesa voraz en la cama. Yo la acompañaba. Me rodeó con sus piernas y brazos. Yo seguía con mis movimientos, hechizado por la pasión de esa hembra desesperada, me abrazaba y gemía muy fuerte hasta que llego entre estremecimientos y grititos a un hermoso orgasmo, sentí que su vagina succionaba y estrujaba mi verga, lo que me provocó que acelerara mis movimientos de penetración, ya con desatada locura… se sentía el golpetear de nuestros cuerpos sudorosos, y el chapoteo de nuestros jugos. Me abrazó otra vez con mucha fuerza, y yo sentí que estaba a punto de eyacular… y con fuertes movimientos derramé todo mi denso y lechoso semen dentro de ella, ah!! que gozo más intenso… Dios mío… ¡Qué sublime! Caí rendido y saciado sobre su ampuloso cuerpo desnudo. Antes que yo diga algo, me tapa la boca con sus dedos tiernamente. Me pide que no saque mi pene de su sexo, que me quede, que me quiere sentir así. Yo no podía creer lo que había pasado. Pero realmente fue como cumplir el sueño soñado mirando la imagen de su ampuloso cuerpo tan deseado repetida tres veces, ahí reflejada, ahí sentada, e imaginar sin censura ni límite esto mismo que acababa de vivir tan intensamente. Nos habíamos olvidado de todo, y de todos, en esos minutos. Hasta que yo me levanto y me siento al costado de la cama. Y ella se tapa pudorosa con la sabana. No dijimos nada, tan sólo nos sonreímos con complicidad, y acariciando con ternura su pelo acerqué mis labios a los suyos para buscar el último beso que nos llevara al infinito. Pero en ese momento sentimos un ruido y ambos, cada uno en su lecho, despertamos del sueño compartido a la distancia que lo hacía imposible.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

SERÉ EN TI INEVITABLE


Para SP, la primera inspiración mañanera y la culminación del sueño…

Seré tu príncipe imposible, caballero de tus sombras, dueño de los oscuros instintos que laten sumergidos en la ciénaga de tus insomnios cuando las calientes arenas de tus sábanas son manos ávidas que te acarician, te rozan, te manosean impúdicas en la oscuridad silenciosa de tus noches, seré tus propios dedos que suben cómplices de tus deseos a las sensibles cumbres de tus pechos despertándolas de su adormecido sueño virginal, seré esos dedos tuyos que se deslizan por tu piel extraviados en los lascivos senderos que llevan inevitables a tu jardín prohibido, a la húmeda flor palpitante, a la vertiente del goce solitario. Serás la que amanece en mis labios llenos de tus besos escribiendo tus poemas en mi piel, serás la que rema en mi espalda como una náufraga que me apasiona y me enronquece lentamente hasta llegar al soñado destello del éxtasis final, seremos los locos de pasión que copulan a ojos cerrados una y otra vez de todas las maneras posibles y también de las imposibles, seré aquel al que besas más profundo con tu lengua penetrante, seré sobre el que te desarmas enviciada y al que ensucias con tus ansiosos besos obscenos, seré el que se ahoga de ti en un desesperado gemido de sublime placer. Seré un nocturno sátiro erecto oliendo la intensidad de tu piel morena en busca de la húmeda y caliente flor de tu vulva, hurgando en tu cuerpo sediento de la densa miel de tu jugosa intimidad. Serás la hembra abierta a mis dulces susurros y a mis desesperaciones de macho penetrante, te aferrarás a mi virilidad como al mástil de la barca de tus lujurias, lamerás y succionarás como en aquellas fantasía que ocultas en tus instintos desde aquella primera noche virgen en que sentiste arder tu cuerpo en un fuego vergonzante y te dejaste fluir por los pecados iniciales de la carne trémula. Seremos al fin dos siluetas machihembradas en un coito salvaje hasta que la primera luz de la madrugada ilumine con su tenue claridad los últimos besos de lánguida ternura que se dan dos seres saciados y felices.


YO SIEMPRE REGRESO A TUS PIES Y A TUS PEZONES


Para LG, con más deseos.

Recorro en piel viva la tersa largura de tus piernas desde la puntita misma de tus pies, por tus tobillos, por tus pantorrillas y la dura sensualidad de tus rodillas, hasta alcanzar los pálidos territorios de tus muslos, y en un ejercicio de virtual y carnívora voracidad te voy lamiendo poro a poro toda esa piel expuesta, degustando así tus intensos y más profundos sabores. Te desnudo con la ansiedad de mis labios voraces, para liberar tus mórbidos senos y sus oscuros pezones, para hundir mi nariz en la tibia copa de tu ombligo, para abrir tus lascivos deseos de hembra ansiosa, para liberar las mariposas que aletean en tus entrañas, para ver florecer la mojada magnolia de tu sexo, para que mi urgente virilidad se yerga endurecida, para incrustarme desesperado en tu cuerpo deseado, para después ir a morir de besos allá arriba en tu boca. Y vuelvo a besar tus pies con obsesiva insistencia hasta sentir que su piel se disuelve en mi boca, beso cada dedo y uña, muerdo sus tensas geografías, lamo entre esos tierno deditos con mi lengua como si fueran ocho exquisitos y breves manjares, acarició lentamente esos femeninos tobillos como si fueran unas quietas palomas dormidas, y en esos tersos empeines, suaves lomas carnales, vierto obsceno y erecto mis densas aguas seminales en la secreta ceremonia de los prohibidos deseos que nunca consumaré por la imposible la distancia. Y retorno otra vez enviciado al vértigo voluptuoso de tu escote, a la soñada y mullida sombra de tus senos, al borde del abismo de tu terso canalillo, inserto en ese mórbido y tibio surco, bajo las cumbres sensibles de tus pezones, sumergido en esas suculentas blanduras, vagando por esas suaves dunas prominentes para caer feliz por tus íntimos paraísos.


sábado, 10 de diciembre de 2016

IMPURAS INTENCIONES


Para SP, deseada

Miro tus imágenes una a una con obsesivo y pervertido detalle, como a las secretas perlas de un collar invisible, como a las escondidas perlas de un collar imposible, como a las intensas perlas de un collar impalpable, como a las prohibidas perlas de un collar intocable, como las deseadas perlas de un collar inalcanzable. Te voy describiendo, recreando, inmerso en las emociones y sensaciones que generas, te dibujo a mano alzada con la oscura tinta de tu secreta intimidad, con el alfabeto de tu sensualidad natural, intensa y misteriosa, y con los signos de esa sexualidad viva que llevas en la piel, en tu actitud, en las poses coquetas y provocativas que percibo en tus retratos. Hay en mí una incesansia que abre tus muslos y te posee inmisericorde en un ámbito que solo sucede entre lo virtual y lo sensorial, y que palpita en el imperio de tu piel desnuda, por el misterio de su tersa lisura, por el excitante sabor de tu saliva en el beso que muerde y arde en tus labios, por la intrigante lascivia de tu cuerpo cuando se estremece en los estertores del goce, por el perturbador aroma de tu sudor cuando orgasmas entre quejidos y susurros, por la laxitud adormecida que te viene desde tus entrañas cuando saciada te deshaces en la misma arena tibia por la que vago en el desierto de mis obscenos insomnios. Y ahora, ya naufragado en la dulzura de tu voz, me quedo esperando en las orillas de tus lujurias por un tiempo infinito hasta que el sueño de penetrarte se me deshaga entre los dedos.


viernes, 9 de diciembre de 2016

TRIPTICO DE IMAGEN, CEREMONIAL Y ASCENSIÓN


Para V.M.

Veo tu imagen con sus lunas llenas fulgurando en el tibio y provocativo abismo de tu escote con su coloreada exhuberancia florecida en el agua, veo tus ojos coquetos e insinuantes tras los cristales y la roja rosa de tus labios inundada de alegre risa y toda esa piel desnuda en su asalto a los sentidos incitando perturbadores roces e íntimos tactos, veo tu sensual e intocable madurez provocando las ávidas lujurias que me perseguirán por la noche. Ahí mismo, sonriendo lánguida sobre el lecho, sumida en un impúdico encanto escondido, te lamería y besaría esos delicados pies hasta sentir que su piel se disuelve en mi boca, te besaría cada dedo uno a uno y cada uña, te lamería entre esos deditos con mi lengua como si fueran ocho exquisitos y breves manjares, bajo el tierno soborno de mi lasciva mirada hurgaría sus deliciosas y breves geografías buscando ansioso el secreto del goce fetichista, acariciaría lentamente esos femeninos tobillos como si fueran unas quietas palomas dormidas, y en esos tersos empeines, suaves lomas carnales, vertería obsceno mis densas aguas seminales en la secreta ceremonia de los prohibidos deseos para así vivirlos a concho y de buena manera. Subo desde la rojiza humedad por tus piernas desnudas reptando impune como un pervertido molusco sexual hasta habitarte en el oscuro triangulo invertido de tu pubis, me incrusto en la húmeda y orgásmica flor de tu vulva, exploro el territorio de tu vientre, asciendo las cumbres de tus senos hasta tu sensibles pezones, trepo por tu escote, por tus clavículas y tu cuello hasta morderte la sonrisa con un beso y cerrarte los ojos en el sueño.


lunes, 5 de diciembre de 2016

EL LIBRO DE LAS INSPIRACIONES


Para MR

Abro tu libro prohibido y busco la esencia más pura de tu piel desnuda en el paisaje marino donde tus piernas y tus muslos y tus pies poseen el sabor de la sal y los oleajes, y el ardiente calor de los soles y las arenas que acariciaron tus contornos con obscenas insistencias. Me deleito es esas tibias tersuras, vago por los recovecos de tu cuerpo, bebo, surco y penetro, la flor y el cuenco, las honduras y los pliegues, hasta el perfumado roce de tu pelo. Obsesionado busco en tus páginas la impura delicia lasciva de tus pechos asomando en tu escote abierto y en la breve abertura que cae como una gota de mórbida agua carnal en el jolgorio de la fiesta, y en mis ansias por poseer tus tibiezas deslizo mis dedos por esos íntimos territorios palpitantes dibujando los senderos de mi secreta lujuria, acechando e imaginando en lo oculto de esas cimas el íntimo color, el exacto tamaño de las areolas y la sensibles alturas de las cúspides de tus negados pezones. Y sigo buscando tu silueta incluso en las páginas en blanco con la vehemencia perturbada de un fauno extraviado que huele el aroma de su ninfa, y que sabe que si sus manos pudieran encopar esas palomas escondidas presentirían las duras protuberancias que delatan tus secretos deseos de sentirlas en piel viva. Leo a pie de página los códigos silenciosos de tu boca, de tus labios y de tus ojos, y de tu dulce madurez macerada por tus sueños.


domingo, 27 de noviembre de 2016

MARITÉ A CONTRALUZ


(El autor agradece infinitamente la dulce y depravada complicidad de una divina amigui [sic] que untó mi voz con el deseo insoportable de escribir este texto.)

Habitaría toda la mórbida consistencia de tus carnes intocadas, esas soberanas ancas de umbrosa yegua solitaria, por toda la noche de tu imperio clausurado, dejaría mis manos humedecerse en tus liquidas lujurias y en tus íntimos sudores, me revolcaría en tu sexo como un insaciable fauno seducido. Yo, que un día hace muchos años escribí: “Lo que daría por verte semidesnuda, con apenas tus bragas ocultando tu pubis y tu sostén ocultando tus pechos. Solo verte sin tocarte. El doble daría por verte desnuda, por solo mirar tus pálidos pechos, tus pezones escondidos, tu pubis quizás ensortijado, y yo tocarme ahí donde mi deseo se yergue y endurece por ti.”, sin saber que ya existías en algún recoveco de esta misma ciudad, pero presagiando tus aromas de hembra en púdico celo silencioso y secreto, de mujer deseable pero intocable, de etérea dama ardiendo en sus propios fuegos inconsumados. Y ahora, por gracia, agradecida, de una grata amistad cómplice y pervertida, te poseo ahí a ojos vistas con tus bragas y tu sostén de floreados rosados y celestes, con tus cárneos paisajes al borde del total desnudo, como un óleo casi obsceno de una mujer hembra madura semidesnuda contra el resplandor de la luz que penetra por la puerta abierta y el ventanal cristalizado en medio del morbo del contraluz que arde con el apetitoso contorno de tu exuberante carnalidad. Presiento que puedo hacerte mía en el verbo que escribo y en la imaginación que desato, aunque atrapada en tus recatos huraños, aislada, sola como otra esfinge habitante continua de un crepúsculo inmóvil, rodeada de felinos emasculados y de muebles inútiles en una inmensa casa vacía. Ahora bien; ¿Donde huelo tu fragancia de mujer para mí lejana, donde beso tus senos desesperando tus pezones? ¿Cómo logro que mis manos amasen ávidas tus glúteos suculentos y soben subiendo tus muslos con las ansías de alcanzar la húmeda y virginal floración de tu vulva?


LA DAMA IMPUBLICABLEMENTE EMPROSADA


“Échale pues, solo que embellece las palabras para que se vea poético”. N.A.R.

Llevas dos lunas llenas en la tibieza de tus pechos, maduras frutas de tu estío, dos palomas dormidas en su mórbida suavidad, por ese hondo canalillo han de suicidarse los poetas mordidos por tu hechizo lunar, por ese escote sublime se elevan los ávidos ojos atrapados en sus tersuras y estos cálidos versos que te brindo excitado. Tu mirada escarba los irreverentes deseos, socava la lenta rutina del silencioso atardecer, de tus ojos coquetos se vierte una intensidad que trasciende el verbo que la puede describir, tus labios tientan como un mariposa en el ocaso, la ensortijada selva de tu pelo inicia una lujuria donde mis dedos se enredan en su tenue perfume y mis manos se sumergen en sus suaves delicias. Voy bordeando el celeste por la orilla de tus senos, presintiendo sin tocar sus morenas blanduras, rozando como sin querer sus mullidas tersuras. Y toda esa dulce miel oscura de tu piel se derrama por mis labios desde ahora sedientos de tus latidos. Extraño las caricias de tus manos, aquellas noches; cuando dormíamos empiernados (i) después de habernos trabado sin límites ni pudores en una cópula salvaje insertos como pájaros nocturnos en el denso y cómplice terciopelo de la noche. En el rescoldo de ese sueño imaginado de lujurias y locuras aun puedo saborear, el manjar de tu boca (ii), la sensual reptación de tu lengua en la hondura de mi boca hambrienta de tus carnes desnuda y palpitantes, el aroma de hembra que se eleva como un mágico vaho de tus pechos suculentos, de tus muslos incesantes, de tu pubis estremecido, de tu vulva abierta como una húmeda anémona carnivora. Y voy por tus entrañas tan apasionado y provocador como las yemas de mis dedos acariciando tu ser (iii) buscando lo que cimbra tu cuerpo cuando estoy dentro de ti (iii) para romperte en fragmentos como un penetrante y erguido macho vencido por tus vehemencias, y dejarnos morir de tiempo y nostalgia, de imposibilidad y distancia, abrazados y solemnes entre los últimos fervores de nuestras propias sexualidades desatadas, anegados de un sudor que supura desde el alma, observando a través de la ventana el rocío de la madrugada (iv) mientras naufragamos de soledad cada uno en su lejano y ajeno destino.

(i) “Te Extraño”, N.A.R.
(ii) “Besos con sabor a miel”, N.A.R.
(iii) Paráfrasis de versos de “Abel (03)”, N.A.R.
(iv) “El Rocio De La Madrugada”, N.A.R.


CANTO DEL OBSESIVO


“…, sin rozarse, sin el contacto de piel a piel”. La Musa y el Poeta, ella en sus verbos.

Te rescato en tus ampulosos fragmentos, en todas las suculentas grandes lunas llenas que se asoman definitivas por tus escotes, cosecho con la obsesión, el deseo y la lujuria las mórbidas y perfumadas frutas de tus pechos, acaricio sus perfectos y curvados contornos, encopo con mis manos ávidas su sensual plenitud, intento alcanzar a percibir sus combas tibiezas, su esfericidad sexual y sus tiernas blanduras, la tersura insoportable de esa piel desnuda, el misterioso aroma que detentan soberbios en su altiva quietud y en su garbo inclemente. Se me van los ojos por tu escote, escurren mi obscena mirada por tus senos perfumados, túrgidos, como tibios pájaros que acechan, coronados en la pasión punzante de sus cúspides orgullosas. Y juego a no mirarlos como si no supieras que en ellos mi mirada se pierde en su horizonte palpitante, y mi silencio no es solo por el obvio y sexual arrobamiento sino también por una atávica perversión vertiginosa. Quisiera recorrer con la suavidad de un arrullo esos relieves voluptuosos, tersos, expectantes, e ir fijando en el mapa de mi memoria la geomorfología total y absoluta de tu busto. Deseo deshojar en silencio tu cuerpo, sacar el pétalo de tu blusa y acariciar las dunas tibias de tus pechos, y hacer brotar los botones tibios de tus pezones anhelantes como flores oscuras que despiertan con la savia encendida de mi boca. Entonces, hundir mi rostro entre tus túrgidos senos para que allí mis labios beban de tu anhelo su miel carnal, y ser allí solo tu fervoroso amante que ebrio de ti te desea. Así he ido soñando fragmento a fragmento tus amplios pechos llenos con todo el detalle del deseo, con todos mis ardores clandestinos, vagando por el canto lascivo de tu piel hasta sus alturas. En verbo y roce te despertaré a medianoche esparciendo mí aliento por las pomposas elevaciones de tus senos, mientras te leo y releo en el libro de las deseadas mariposas.


jueves, 24 de noviembre de 2016

APROXIMACIONES A TU PAISAJE


Para MV, junto al río.

Está el río tranquilo sin oleaje, la ardiente arena fina y quieta, la gris baranda que el sol quema, esta el rojo burdeos en tus manos, el rosado vaporoso de tu blusa, el oro refulgiendo en tu cuello, el voluptuosos celeste exuberante que guarda sin ocultar la morbidez de esas lunas llenas de tus pechos, está el sobrio escote donde se asoma el cauce inicial del tibio canalillo, está tu cuerpo de cuello a rodilla con sus maduras sinuosidades y un poco de tu piel para deleite del que te escribe estos versos desde esta imposible lejanía. Pero no está el arco del puente ni el cielo en su gris nublado, ni tu dulce rostro sonriendo con una roja rosa en tu boca, ni tus ojos de miel misteriosa, ni tu pelo rizado gris en su color ni el intenso silencio del paisaje. Está el río tranquilo sin oleaje la ardiente arena fina y quieta, la gris baranda que el sol quema, esta el rojo burdeos en tus manos, el rosado vaporoso de tu blusa, el oro refulgiendo en tu cuello, el voluptuosos celeste exuberante que guarda sin ocultar la morbidez de esas lunas llenas de tus pechos, está el sobrio escote donde se asoma el cauce inicial del tibio canalillo, está tu cuerpo en entera cercanía desde tus cabellos hasta tu pubis con sus maduras sinuosidades y un poco de tu piel para deleite del que te escribe estos versos desde esta imposible lejanía. Está el arco elevado del puente, el cielo en sus grises nublados, tu dulce rostro casi sonriendo con una roja rosa en tu boca, están tus ojos de miel misteriosa, está tu pelo rizado gris en su color y el intenso silencio del paisaje.


LA CÁLIDA MUSA MARINA SENTADA


“Pero te hubiera pasado otra foto en el agua. Ya la busco espérame. Ahí está más cerca”, la inspiradora en sus voces.

Entre la ardiente arena y el azul cielo te ves mariposa amarilla revoloteando sobre los erectos mástiles de los veleros machos que te observan desde un lujurioso lejos, todo en ti abarca un horizonte de deseos; la oscuridad de obsidiana de tus ojos escondida detrás de los oscuros cristales, tu sonrisa de incitante ninfa marina, tus uñas como rojos rubíes refulgiendo, tus piernas cruzadas, tus muslos inquietantes, tus pantorrillas, y arriba; tu escote soberbio y ostentoso, tu libidinoso canalillo, tus pechos como suculentos frutos del verano, como ampulosas lunas encendiendo la noche estival, y esa sombra, la sombra que se oculta ahí entre tus muslos, culminación y epifanía que lleva la mirada a la calurosa gruta humedecida de tu sexo. Quiero ser un largo hilo que envuelva tu cuerpo vuelta a vuelta hasta anudarte en ti misma y poseerte por la magia de la imaginación y el verbo literario del poeta que te desea tan adentro que no puedas escapar a la soga lujuriosa que se inicia en el verdiazul oleaje que te rodea con sus albas espumas y termina en la arena humedecida que se rinde fría y alegre a tus pies desnudos. Devienes traslúcida, siempre amanecida como el sol de los trigales, de lo profundo se entretejían tus eróticas sinuosidades, que cegaban después de la mañana, como sucede con los pecados. Tu piel expuesta, delicada pero lejana, provocativa pero incierta, mórbida pero imposible. De sensaciones se construyen tus lascivias, nunca necesitas de insistencias. Liberada mariposa burbujeante, escarbas las arenas amarillas del paisaje, no eras para acariciarte, tu alma se fue curtiendo a soles atardecidos en tanto sombras, que lo que impregna de ti parece destilado del néctar fermentado. Lento penetro tus cálidas entrañas (i).

(i) Paráfrasis paralela de “La cálida entraña”, de Juan David Porras Santana


domingo, 20 de noviembre de 2016

NUEVAS NOTICIAS SOBRE TUS PECHOS


“Esta es solo para tu inspiración”. Ella, en sus provocativas palabras.

Siempre vuelvo a la amplitud esencial de tus senos, a esa mórbida blandura, a esa tierna suavidad de pétalo exhultante, a indagar e imaginar el matíz carnal de tus pezones, la coloración secreta y el tamaño exacto de sus areolas, la medida precisa de las pequeñas alturas de sus cimas orgullosas. Quiero bajar por tu cuello y sientas un sutil cosquilleo al pasar por tu hombro besarte lentamente hasta llegar a tus pechos… Y ver como erectan tus pezones al sentir el calor de mi lengua… (i). Siempre regreso a estimar el tamaño de tus pechos, los sopeso, los acaricio, los amaso, los manoseo, los aprieto, los beso y los lamo, los huelo buscando en sus poros su persistencia sensual y la sensación sexual de sentir sus blandas convexidades en mis manos. Quiero recorrer el universo celestial de tus pechos, cubrirte de caricias y de besos tus aureolas y construir de mil maneras un mundo lleno de sensaciones (ii). Siempre que retorno a tus senos mis dedos modulan sobre ellos la edípica melodía del macho enternecido, mis labios beben en sus pezones inhietos la tibia fragilidad inicial y el primer goce y quizá la primera prohibida excitación. Tus pechos se dormían en sosiego entre mis manos, recobrando nido, fatalmente obedientes al que ha sido el amor que una vez los marcó al fuego (iii). Siempre me quedo mirando absorto la blusa que dibuja tus deliciosos pechos hasta hacerla transparente y gozar la visión perturbadora de tus mullidos senos desnudos. Tus senos, mujer, llenos de carne amada, como redondas frutas caras al paladar, como sabrosos duraznos y edénicas manzanas (iv).

(i) “Recorriendo tu cuerpo desnudo”, Rudy Jeremy Valdinni
(ii) “De ti, quiero...” Johan (Bond)
(iii) “Tus pechos”, Tomás Segovia 
(iv) “Poema sobre los senos”. Luzos Decaz


ESA ROSA PECADORA


“No se cansó la rosa de esperarte en mi balcón, erguida y silenciosa.” Rima III. Blanca Barojiana

Olerás la rosa y será pecado porque ese perfume te lleva a otras rosas de un jardín prohibido, y es el mismo rubor de esa rosa el que punzan sin pecado tus pechos bajo tu blusa, pero también es pecado cada vez que los miro sediento, imaginando las breves protuberancias de tus pezones, sus pequeñas y rosa/das areolas soñadas, y tu mano aferra el tallo de esa rosa como en alguna de la venideras reencarnaciones aferrará otro tallo de un capullo en carnal pecado, y en ese entonces por venir oleré pecando yo la otra rosa que florece en tu pubis, abriré sus pétalos con mis labios impúdicos y mis dedos hurgarán explorando tus íntimos goces y mi erguida virilidad penetrará su húmeda profundidad, polinizaré la rosa con pecadora insistencia poseyéndola más allá de los sépalos hasta irrumpir con salvaje ímpetu en su carnívoro carpelo. Pero sé que todo intento de asaltar tu rosa inalcanzable quedará inconcluso hasta que en ese futuro posible coincidamos en la misma calle a la misma hora. Y olerás esa flor prohibida para que yo huela en tu piel el mismo pecado y busque con mi lengua en tu lengua el resabio del aroma de la rosa elemental que contiene la magia de nuestras más primitivas lujurias y la semilla de la cópula salvaje en que no enredaremos tú y yo en un lascivo sueño de la obscena rosa que sostienes en tu mano casi rozando tu mejilla. Día vendrá en que mis manos pecadoras encopen las rojas rosas que esculpen tus mórbidos pechos en ese rosa que plagia la rosa que sin pecado hueles.


sábado, 19 de noviembre de 2016

ANTE TU IMAGEN REFLEJADA


Para BM, en la penumbra del espejo.

Soy el que dejó su voz a medio terminar por el lado de tu ombligo, el que te buscó obsceno pero solemne en la penumbra de tu espejo, el explorador de los perfumados límites de tu escote y los íntimos territorios de tu pubis, aquel que dibujó tu rostro, tus rodillas, tus pies, para poseerte entera, un peregrino extraviado en los tenues senderos de tu cuerpo semidesnudo, el que descifró con detalle las sensuales sombras en el impúdico azogue, sátiro, fauno, pervertido penitente, vicioso estremecido por el sabor de tu piel, lúcido tránsfuga que excava secretos túneles hacia los laberintos de tus instintos, soy el lascivo observador que te acaricia como un etéreo espejismo inasible, el que masajea cada fragmento desnudo de cada una de tus atrevidas imágenes, lobo hambriento de tus mórbidas y voluptuosas dunas y valles intocables, varón del ceremonial masturbatorio en honor a tu sexualidad misteriosa y salvaje, el que reniega de las anilinas azul y verde que te colorean ocultando tus pezones y tu vulva, el que hurga y deshoja esos colores umbrosos para desnudar tu cuerpo y poseerlo, el que espía erecto la voluptuosa y tibia tersura de tu suculento canalillo, el que mira extasiado y excitado las curvaturas de las lunas llenas de tus pechos, el macho indecente y alucinado, depravado voyeur, que se relame de goces impuros, testigo virtual intentando escapar de tus embrujos para soñarte desnuda o imposible, hereje sacerdote del rito de la provocativa y reflejada esfinge inconmovible, soy el demonio que intenta incitarte a buscar el goce carnal mientras me lees e imaginas.


ANTIGUAS NOTICIAS SOBRE TUS PECHOS


“Tengo otra pero mejor que no te la envié sino arderá tu cerebro”, la musa en su verbo.

Extasiado ante la imagen de lo que yo llamo un escote exquisito, casi puedo oler tu perfume con mi nariz hundida en ese canalillo, pero no puedo o no me atrevo a escalar en solitario esos pechos imponentes y busco otras voces que me ayuden y me empinen hasta esas cumbres que anhelan subir mis deseos, y voy ascendiendo por la visión de esas mórbidas lunas llenas mientras escucho los ecos de machos que sí se atrevieron: Tu escote, es un espejo donde se reflejan mis deseos, el lugar exacto, donde se delatan mis sonrisas prohibidas, donde despiertan, mis expresiones más sedadas, el espacio, donde hago realidad mis ideas, más depravadas, donde me imagino los sabores, jamás probados (i). En esos pechos tuyos tan altivos que han sido refugio en más de mil noches, dos besos furtivos pierden mis labios. Déjame que los admire cautivos justo antes de soltarte los broches y entregarles mil y un desagravios (ii). El encuentro soñado de tu boca con mis labios, el sutil cosquilleo en tu cuello al posar mis ribetes carnosos en lento descenso hacia tus senos. Se erectan tus pezones al sentir el calor de mi lengua, mis besos, libando tus pechos, como niño, como hombre (iii). Panes de azúcar, tus pechos vibran al acercar mis labios. Tus pezones crudos, en prevención al beso, se erizan a los lados y recorro sus laderas respirando la brisa de tus suspiros largos (iv). Y ya haciendo cumbre en tus soberbios senos iré a tu alcoba a tu lecho a tu desnudez inquieta a tus fuegos húmedos a tus ansias entreabiertas a tus deseos florecidos a morderte los pezones a besarte la boca a lamer tu sexo en su aroma de hembra a hundir en ti mi erecta virilidad a pene/trarte con ternura a pervertirte poseída desde el susurro hasta el grito a entrar al fin fusionados en el buscado paraíso, iré (v). Vale.

(i) “Tu bello escote”, Leo Chavez-Soria
(ii) “En esos pechos tuyos” Halloran
(iii) “Amantes secretos”, José Ramón Varela
(iv) “Tus pechos y mis labios”, Iván Semilla
(v) “Conjugando en futuro imposible”, Raúl Franquesa


ESA MANZANA PECADORA


“Creo que pecaré mordiendo la manzanita.”, ella en sus palabras.

Morderás la manzana en tu insomnio y será pecado porque ese sabor te llevará a otra lúbrica manzana que por deseo y placer comieron en un jardín prohibido un hombre y una mujer para ser los primeros pecadores y gozar de  todas las delicias inimaginables. Y es con la misma esfericidad de esa dulce manzana con la que punzan sin pecado tus pechos bajo tu blusa, pero también es pecado cada vez que los miro sediento, imaginando el secreto color de tus pezones, sus breves protuberancias, sus soñadas areolas. Y tu mano aferra la circularidad de esa manzana como en algun sueño erótico he soñado que aferras otro fruto endurecido en carnal pecado, y en esa onírica perversión huelo pecando yo la otra manzana abierta que madura olorosa en tu pubis, y lamo sus jugos con mis labios impúdicos y mis dedos hurgan explorando la deliciosa pulpa de tus íntimos goces y mi erguida virilidad penetra esa húmeda profundidad de pecadora manzanidad de tu vulva. Y morderás ese fruto prohibido para que yo muerda en tus labios el mismo pecado y busque con mi lengua en tu lengua el resabio del dulzor de la manzana elemental que contiene la magia de nuestros más primitivos instintos sexuales y la semilla de la cópula salvaje en que no enredamos tú y yo en mi lascivo sueño de la manzana que sostienes en tu mano casi rozando tu mejilla. Día vendrá en que mis manos pecadoras encopen las cárneas manzanas que esculpen tus mórbidos pechos que plagia la manzana que sin pecado morderás antes de sumergirte en mi lujurioso sueño.