“El pecado no es imaginar sino no atreverse a ello.”
Fue un sueño besar tu boca roja,
hundir mi boca en tus labios con las ansias de un naufrago, beber tu saliva
hasta emborracharme de ti, de tu sabor y tu perfume, fue un sueño sentir tu
cuerpo contra el mío buscándonos los deseos, hambrientos de ese roce febril, de
fundirnos en un solo ser, fue un sueño sentir tus manos en mi pelo atrayéndome
hacia tus pechos, fue un sueño enredar mis manos en tu cabello suave y oloroso,
fue un sueño besar el borde mismo de tus senos y respirar tu perfume en la
tibieza misma de tu piel, fue un sueño acariciar tu rostro, acurrucarte en mi
hombro, tocar tus manos sintiendo el calor de nuestros anhelos, fue un sueño
susurrarnos palabras tiernas con nuestras bocas tan cerca, asustados y felices,
felices de vivir al fin este sueño por el que aun arde en mi piel el tacto de
tus manos, esa tibieza tierna, ese misterio de tu dulce temor ante lo que
sentías, esa ansiedad que estremeció mi cuerpo al contacto con el tuyo, aun
estoy hundido en el silencio que abarco nuestras miradas asustadas, aun siento
la ternura que compartimos en ese instante maravilloso. Y te seguiré soñando
con vicio, con ansias, con deseos, te soñaré a mi lado, desnuda, ardiendo para
mí, te soñaré húmeda de sensualidad, te soñaré acariciada por mí hasta el
orgasmo, te soñaré mía y embebida, te soñaré poseída por mí hasta el último
rincón esquivo de tu cuerpo. Se que me sueñas estés donde estés y busco en toda
la tarde tus labios, tu boca con su risa y su voz, busco en la tarde tus
palabras, y todo es un desierto sin ti, y en el soy el perdido, el sediento de
tus labios y de tu boca, porque ya sé que en ella saciare mi sed de besos,
porque solo un leve roce de mis labios sobre los tuyos, apenas un roce, será la
fuente de agua viva donde mi sed de ti encontrará el sosiego. Tú solo suéñame y
yo sentiré tu boca en la mía como en un sueño.

No hay comentarios:
Publicar un comentario