miércoles, 5 de marzo de 2014

INTROITO INVOCANTE


“Reconocí mi nombre pronunciado en la turbidez del deseo”. Varelio, Summa Ática, CXXI.

Es la boca en la boca besando lamiendo abarcando boca en boca lengua que pene/tra que hunde e inunda que juega trabando boca dientes mordiendo entrechocando bebiendo la saliva como un vino sagrado. Esa la mano que busca acaricia escurre sobre la piel desnuda por el vientre los pechos los pezones erguidos desafiantes es otra mano especular que explora fluye sobre el pecho macho desnudo manipula agarra aprieta masturba. Es otra boca que besa lame baja reptando ensalivando descendiendo por la selva de vellos escrutando el falo quieto esperando que una boca lo bese lo urja lo abarque succionante es lengua en vulva sorbiendo lamiendo desesperando urgiendo quejidos jadeos retorcimientos ansiedad de orgasmo refrenado contenido en las manos que se entrelazan en una espesa complicidad viciosa. Es muslos nalgas pubis en pubis encajados solemnes en los estertores en las respiraciones los movimientos los desasosiegos en la cúspide y los valles besados lamidos chupados mordidos hambrientos sedientos es restriegos afanes pene/trantes intensidades pervertidas lujurias onanistas libidinosas tocaciones lúbricas miradas de abajo hacia arriba y viceversa número repetido invertido es el destello previo al instante sublime. Es la verga que surca invade el cauce vértice vórtice humedecida caliente roza punza empuja pene/tra lenta abriendo la vulva abierta ansiosa pene/trada mojada expectante en goce que converge socava enyunta en una cópula desesperada fuego hoguera leña hembra machihembrada macho instalado vertiendo. Es inducido semen intraderramado es fluidos lubricantes vaginales densos brebajes sexuales grititos estremecimientos desesperadas desesperaciones ojos abierto o cerrados uñas que hieren arañan rasgan éxtasis dulce y sudorosa penumbra donde dos cuerpos yacen saciados. 

1 comentario:

Nieves Merino Guerra dijo...

Vuelvo a releer. Es más que bueno. Juegas con el lenguaje y el erotismo con maestría y belleza. Volveré a releer siempre que pueda, como todo lo que me envías generosamente, aunque apneas tenga tiempo para responder-corresponder como mereces.
Mil gracias, querido Fernan, maestro.
Abrazos enormes desde el otro océano.