Para LH,
hembra deliciosa
Es la mirada fugaz e impúdica, pervertida e
indiscreta que se desliza impune, lenta e intensa por los breves intersticios de
tu recatada desnudez, recorre el borde de tu escote, la tersura de tus brazos, de
tu cuello y de tus piernas, avanza por tus manos y tu rostro desafiando tu
pudor, cruzando tu coquetería, converge y repasa indagando cada lúbrico detalle
con perversa obsesión hasta cristalizar en un deseo que te abusa, te manosea y violenta
tu sumergida intimidad, trazando con depravada insistencia el mapa erótico de
tu geografía más sensible como si pudiera verte por debajo de tu piel, de tu
secreta castidad y de tu madura sensualidad, la mirada te penetra, ahonda punzante
en tus entrañas y te posee silenciosa e intangible inserta en los últimos
recovecos virginales de tu cuerpo.
1 comentario:
Creo conocerlo.
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