jueves, 27 de agosto de 2015

BREVARIO DE V. (III-IV)


Para Violetta, con misteriosos deseos

Deliciosa morena piel canela sonríes linda reina coronada como una delicada mariposa, mientras te voy acariciando con mis manos ávidas de tu piel por la tersura tibia de tus muslos por el relumbre de tus hombros por tu carita de niña coquetona, y sigo ebrio por tu cuerpo entero a lo largo de tus piernas doradas, de tus finos brazos bronceados y de tu boquita de rojos besos. Me sumerjo bajo ese negro sensual, en el enigma tierno de tu pubis, en tus turgentes pechos de niña, hasta gozar un erótico suicidio en las sensuales agujas de tus tacos. {Otrosí}. Me sumerjo entero en el deseo de poseer la dulce fragilidad de tu cuerpo de niña, de embriagarme de tu enigmático perfume de silvestres y carnales violetas salvajes, observo hambriento de primitivos deleites la juvenil lisura de tu tibia piel canela bronceada por los soles que te acarician desnuda en mi imaginación desbocada, por tu sonriente silueta de morena gacela iría navegando el cauce entre tus muslos hasta la puntita misma de tus tacos aguja, me deslizaría feliz por tu sensual escote entre los pequeños capullos de tus pechos, besaría en tu boca tu roja y blanca sonrisa dibujaría delicadamente con mis labios tu gráciles brazos de virginal doncella y te susurraría al oído mi ansiosa lujuria.


miércoles, 26 de agosto de 2015

BREVARIO DE R. S. (V-VI-VII)


“¿Les gusta...?” Rosa Sánchez

Me gusta, me excita, me calienta, me erecta y endurece, me incita al onanismo, pero me enerva ese negro triángulo invertido escondido entre tus piernas, esa negra censura que niega los pelitos rizados, los cuatro pétalos de tu vulva, su surco húmedo, tu clítoris sensible, la íntima delicia de tu sexo, la visión de ese vórtice donde recoges el semen de penetrantes fornicaciones, la saliva de locas cunnilinguis y yo el goce de tus sabores. {Otrosí}. Te aplastaría contra el lecho con salvaje y brutal ternura, te apretaría las tetas ansioso, te mordería cada pezón hasta que sueltes el grito, te abriría las piernas de un zarpazo macho, te lamería tu vulva sorbiendo tus jugos hasta que te retuerzas, te metería mis dedos en tu sexo abierto, te punzaría con mi miembro tu lubricado surco sexual, te penetraría con mi verga hasta el fondo de tu vagina y eyacularía en ti hasta la última gota. {Otrosí}. Chuparía esos pezones sediento y erecto, mordería cada botoncito hambriento y caliente, lamería babeando como un caracol las areolas y también cada palmo de esas carnes abundantes. Pero no ese lunar en el seno que busca el beso porque su dueño es un envidiado “gatito hermoso” que maúlla a su hembra esta linda letra mexicana: ese lunar que tienes cielito lindo en tu tetita no se lo des a nadie cielito lindo que es mi delicia *. Visto lo visto me voy a buscar otras lolas ampulosas sin esperanza de ver ese otro lunar inalcanzable que solo ha visto el íntimo felino de chocolate, me voy con mi poéticos bártulos a otra parte para no molestar al minino en su merecido agosto y también para que la golosa gatita calentona sepa que éste es el último deseo que ella me inspira, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo **.

* Comentario. Horacio Oniro
** Poema 20. Pablo Neruda


sábado, 22 de agosto de 2015

ECFRASIS SOBRE EL TRIPTICO DESEADO


Par les jambes de maintenant la Comtesse intouchable.

Primer panel. Vuelven las sensuales constelaciones que habitan el tibio cielo de tu piel, las tiernas manchitas que determinan el zodíaco donde tu voluntad define el horóscopo de mis deseos, las piernas muy juntas negando todo acceso irreverente, toda profanación que intente introducirse bajo el vaporoso lila. Y me quedo atrapado en el suplicio tantálico de saber que esas suculentas piernotas están ahí, en un sitio preciso y conocido, a cierta alta altura sobre iluminados barcos nocturnos y no puedo tocarlas acariciarlas gozarlas, sucumbir ebrio de tu sexo abierto a mi boca labios lengua dedos miembro, incrustado en la virtud de esa carne que no sacia por esquiva o indócil. Segundo panel. Retornan los muslos deliciosos, los pliegues voluptuosos de las rollizas rodillas sobre el chal de rojo granate intenso, salvaje, como lanosas brasas urgentes bajo tenues cenizas, cercano duerme un blanquinegro de leopardo albino, las piernas traslapadas donde un día del pasado irrecuperable mi mano insertada entre ellas se deslizó por la apretada tersura buscado la humedad, el calor, los tiernos pétalos de tu sexo abierto. Solo me queda la gloria de poseer la inextinguible memoria de tus sabores y aromas  devorados en la intimidad de tu lecho en los escasos atardeceres en que te sorprendí volando a ras de tierra. Tercer panel. Subiría otra vez lamiendo desde la puntita de tu dedo mayor de tu pie, por la suave comba de tu pantorrilla, por la suavidad celestial de tu muslo hasta hundirme bajo ese pálido lila que cubre oculta niega la cercanía olorosa de tu sexo palpitante. Por esos pocos pero intensos días vaya el homenaje de la rutilante erección que me regalaste con el erótico tríptico de tus piernas.


miércoles, 19 de agosto de 2015

BREVARIO DE V. (I-II)


Para Violetta, ella

Que misterio esconde esta flor violeta entre su aroma de hembra sonriente y su perfume de delicada ambigüedad? Que secreto oculta este cuerpo femenino que abre los instintos a otros placeres y esa piel morena, tan tersa y  suave deja en las manos un sabor a prohibido? Que goces escondidos de frágil esfinge guarda en sus manos o en su boca roja? en su delgados muslos de gacela inquieta? en sus pechos de niña como dulces frutas de inicios de un ardiente y tímido verano? Que disimula ahí en ese breve triángulo que anochece oscuro y oloroso en su pubis? Que hay en su piel desnuda y quemante que hace vibrar íntimas pulsiones vedadas y deja un ámbito de misteriosos sabores? {Otrosí}. Sí, espérame ahí con tu boquita pintada y tu morena y exuberante sensualidad con tu delgadez de estilizada sirena exhibiendo tu inquietante sexualidad. Espérame ansiosa de todas mis lujurias de mis deseos de recorrer tu cuerpo desde tus pequeños pechos de doncella hacía abajo por la ambigüedad de tu sexo que se oculta tenue en tu entrepiernas hasta tus largos muslos de gacela inquieta. Espérame semidesnuda en esos negros que resaltan el claro canela de tu cuerpo las blancas perlas entre tus rojos labios y la brillante y coqueta alegría de tus ojos. Espérame sedienta de mis besos ardientes de mis manos que abrirán tu dulce capullo y de mi miembro que te inundará de mí.

domingo, 16 de agosto de 2015

BREVARIO DE D. (I-II)


Voy trazando tu cuerpo por su dulce desnudez. R. F.

Voy dibujando con mi miembro erguido la sinuosidad voluptuosa de tu desnudez, de tu lúbrico cuerpo sometido al deseo, como un fálico pincel incandescente, voy trazando así seminal y lujurioso desde tu lasciva y tibia axila expuesta por ese pezón que me arde en los labios, por todo ese seno de soberbia blandura, por tu estomago plano y tu ombligo, por la suave comba tu vientre palpitante, por tu excitante pubis rasurado allá abajo, por tu terso muslo de suave mármol, por tu pantorrilla, tu tobillo, tu talón, por tu pie y cada uno de sus dedos, y me devuelvo hacia arriba delineando hasta hundir mi ansiosa verga endurecida en la ceñida y mojada flor abierta de tu vulva. {Otrosí}. Es la impúdica comarca entera de tu piel, de pezones a nalgas y de boca a vulva, que se expande desnuda y voluptuosa hasta ocupar todo el tibio horizonte de eróticas dunas y lúbricos valles. Como una flor abierta a la polinización te viertes exhibida incitando excitando voraces, tensas y endurecidas erecciones que se deleitan en tu desnudez seminal. Consumados territorios de tu cuerpo donde hubo húmedos besos y lamidos y ávidas manos calientes que acariciaron y apretaron ansiosas esas mórbidas carnes y dientes que mordieron tu suave carnalidad y hubo vergas que hundieron sus glandes en tu mojada cavidad del supremo placer hasta alcanzar la eyaculación y el orgasmo.


BREVARIO DE R. S. (III-IV)

“Mátame con tanto placer...”. Rosa Sánchez

Mortal el negro que te cubre tus blancos pechos mullidos y las sensibles protuberancias de las grandes y rosadas monedas de tus carnales y deliciosos pezones. Letal el negro que te cubre el tibio vientre bajo tu ombligo y el pubis rasurado o velludo (dichoso el que conoce ese secreto), donde se esconde tu vulva humedecida porque sientes las calientes miradas de los machos erectos y ansiosos que te miran ávidos de penetrarte. Sádico en negro que te cubre porque resalta la dulce impudicia de tu piel pálida, mórbida y sensual incitando a la pecadora masturbación. {Otrosí}. Blanco que te quiero blanco, blanco el brassier, blancas las bragas, sobre los tornasoles tendida la maja semidesnuda, la mano pecadora en su vulva negando imaginadas penetraciones, incitante la musa deseada en su dulce madurez otoñal, mórbidos muslos suculentos, amplios pechos mullidos, rosada y pálida la piel expuesta con desparpajo, y en medio del deleite el guiño de su ombligo, sobre ese mismo lecho colorido te penetraría hondo bajo esa mano. Me hundo en la pecadora incitación de los blancos deseos.


miércoles, 12 de agosto de 2015

HOY & AYER


Fue una intensidad que nos fue rápidamente llevando por lascivos senderos inesperados, los deseos se iban licuando, entibiando, hirviendo, estábamos abrazados en silencio, comenzaste a acariciar mi pecho con ternuras iniciales, me hueles, hueles mi olor a tabaco, a un vino diferente, sientes mi respiración agitada con mi aroma de macho, me besas, me mimas, tus labios juegan en mi cuello, en mis orejas, abres mi camisa, tus labios y tu lengua lamen mi piel, tu boca me besaba hasta que encontró mis tetillas y te enviciaste en ellas ávida chupándolas con exquisita vehemencia, me estremecieron inquietantes sensaciones, un placer distinto, deliciosamente ambiguo, tus labios afanaron en ellas con una voluptuosidad que me desesperaba en un disfrute, tu mano en tanto fue bajando lenta y sigilosa hasta mi pubis, y tomó mi miembro laxo con sexual ternura mientras sigues mamando mis tetillas, lo tocas, lo aprietas, mi verga está pequeña, tierna, mis manos acarician tus nalgas, nuestros cuerpos se apegan fundidos en el deseo, bajas mi pantalón, mi pene esta mas erguido, tu otra mano también fue bajando por tu cuerpo, acariciándolo con íntima sensualidad, despertándolo de su sueño lluvioso hasta alcanzar la pilosa suavidad de tu pubis, hasta rozar delicadamente tu clítoris, hasta surcar con tu dedo tu vulva humedeciéndola con su roce sexual, y bajó tu boca de torturantes deleites a mi verga que masajeaba tu mano, la besas en la puntita, siento tu lengua mojada en mi miembro, ya está parado y duro, ahora eres mi hembra chupona, lo bañas con tu saliva, lo tomas, lo mamas hasta el cansancio, te lo doy entero, hondo, en tu boquita, chupas, chupas, lo muevo dentro de tu boca, te tomo de los cabellos y fornico fuerte en tu boca, chupas, te la comes, te jineteo en tu boca succionadora, tengo toda mi verga entera en tu boca, tomo tu cabeza y la aprieto contra mi falo, chupas, mamas, me vengo, eyaculo, tragas con delicia mi semen, sedienta, chupas hasta la ultima gota, vibras, te estremeces hasta lograr el orgasmo.

BREVARIO DE S. M. (VIII-IX)


“Me complace y me siento feliz de leer tus halagos” S. M.

Musa sentada con almohadón entre las piernas, su rica y ampulosa tetamenta bajo un rojo feroz, su rubio pelo de miel y trigos cae sobre el negro, sus manos sobre el leopardo que quizás ha dormido entre sus piernas alguna noche de solitarios ardores y que ahora oculta su vientre, su pubis, su sexo. Sus piernas desnudas abiertas con desparpajo, ella sonriendo como si los deseos que alienta fueran el aire que la envuelve entre susurros, entre quejidos de goces y placeres sexuales. Musa sentada en su sedoso lecho gozador, allí donde la almohada a apagados sus gritos o soportado sus blancos dientes mordiéndola. Musa con sus cabellos salvajes de dulce fiera, con su escote exhibiendo sus pechos mullidos, su delicioso canalillo por donde mi lengua sueña deslizarse ensalivando esa piel hasta el orgasmo. {Otrosí}. Otra vez vagan mis eróticos ojos voyeristas por toda la extensa palidez de tus pechos, se insertan en la fina línea del mullido canalillo, en tu tibia e imponente blandura monumental, se deslizan así una y otra vez extasiados por tanta piel deseada expuesta al deseo, recorren esas tersas comarcas buscando inútilmente tus tiernos y rosados pezones. Se erecta mi verga ante el sensual espectáculo, se endurece, aflora el rojo y brillante glande, mi mano aferra el tallo de duro terciopelo y con la vista fija en tu imponente tetamenta comienzo a masturbarme como si pudiera derramar mi semen ardiente por ti vertido en todo ese mórbido territorio de tus senos y escribir letra a letra con mi densa leche fálica estas mismas palabras calientes que te escribo.

martes, 11 de agosto de 2015

BREVARIO DE S. M. (V-VI-VII)


“Eres un surtidor de fiebre entre la sombra.” S. M.

Bajo esa red irán mis manos a encopar tus pechos de hembra deseada con la voluptuosa ansiedad del macho excitado que siente el roce excitante de su falo erecto en tus muslos suculentos y sus labios paladeando el pálido rosado de tus pequeños pezones; joyas que mis labios deberían saborear hasta erguirlos turgentes en la cúspide de las tibias dunas de tus senos. Bajo hasta tus pies para subir dos veces besando lamiendo ensalivando por tus piernas hasta el negro borde mismo de tus recatadas pantaletas y ahí anido en el íntimo perfume de tu vulva en su húmeda tibieza carnal entre sus pétalos de carnívora flor sexual. {Otrosí}. Muérdeme como muerdes esa amatista con las perlas carniceras de tus dientes. Llévame en tu piel como el ojo mirón de Horus y como el falo colgante de la Ankh. Deslízame tu mano sobre el tallo de mi verga posa tus labios sobre su glande para deleitarme con la voracidad de tus labios. Lámeme entero mi cuerpo desnudo y su erección con esa húmeda y golosa lengua jugosa. Mírame sobre el lecho masturbándome por ti con esos ojitos pícaros y lascivos. Devórame con tus dientes carnívoros mámame, succióname, bébeme. Déjame exhausto, saciado, reseco deja mi orgullosa y erguida virilidad lacia, laxa, tierna, arrugada, pequeña, deja que tu boca me mastique, trágame! {Otrosí}. Quisiera cosechar las uvas de tu madurez exuberante, beber de tu sonrisa tu saliva en los besos, acariciar lento tus pechos hasta el vicio, mamar tus pezones ávido y sediento, lamer el canalillo hasta tu ombligo y seguir lamiendo tu vientre, tu pubis, hasta punzar con mi lengua tu clítoris y seguir lamiendo los labios de tu vulva, surcarla de abajo hacia arriba insaciable, hundir en ella mi lengua rígida y golosa, ensalivarla y humedecerla y morderla hasta que tus quejidos enciendan el fuego y entonces acercar mi miembro endurecido y penetrar de un solo envión tu mojado sexo y nos desatemos en lujuriosos movimientos hasta que mi eyaculación inunde tu vagina y te arrastre así desesperada al orgasmo.


viernes, 7 de agosto de 2015

CASANDRA


En los escritos eróticos, como en la polución nocturna, la imaginación gira incesantemente en torno del círculo reducido de lo que el cuerpo puede experimentar. George Steiner

Debes sentir mis deseos apegados a tu piel, mis labios obsesivos en tus pezones mamándolos hasta un inquietante y ambiguo el dolor, mis manos en tus caderas deslizándose por blandas curvas hacia tus nalgas, mis ojos desnudando tu desnudez como un hálito caliente que se entromete en sus axilas o en tus ingles y se queda ahí embriagado por tu más profundos aromas, sentir ni nariz surcando lasciva tu vulva saciada de ese olor de hembra abierta y humedecida, mi lengua ahí mismo después atrapada por el sabor ansioso de tu sexo en una liturgia de lamidos y sorbos y paladeos. Has de percibir el leve toque de mis dedos peinando tus vellos púbicos, apenas tocándolos, el vaho de mi aliento quemando esa breve selva hirsuta, la percepción de la cercanía sexual que invade tu pubis, del frote fálico que pregona la honda penetración que abre dentro de ti el sexual molusco carnívoro y voraz de tu vagina. Sentirás la pasión delirante que te convoca y exige la entrega, la rendición, la sumisión que deshace la voluntad y arrima las brasas que permanecen latentes en lo más oculto de los instintos, en las cavernas elementales donde florecen los lirios de las pequeñas perversiones y las sutiles indecencias. Deberás padecer los urgentes ardores incrustados en las honduras de tu piel, te faltará la mano que masturbe tu clítoris o encope tus senos y entreabrirás tus labios ensalivados con los ojos cerrados para recuperar de tu memoria emocional cierto instante de éxtasis irrepetible, esa noche precisa, aquel lecho caliente y sudoroso, o una tarde extraviada para siempre ya sin fecha y sin rostro.


jueves, 6 de agosto de 2015

INVENCION SOBRE LO QUE HABRIA SUCEDIDO EN LA COSTA


“Mariscos preparados por mí, el caldillo de congrio a lo Neruda, vino blanco para el pescado, una chimenea, whisky, sabanas negras de seda, rosas rojas en un  florero blanco, etc.” La Comtesse des hauts désirs

Ambos desnudos, abrazados, acariciándonos con calma, dueños del tiempo, demorando los goces, besándonos hambrientos, devoradores, con esa desesperación del deseo que irrumpe como un torrente, las manos elaborando nuevas e intensas sensaciones, explorando pliegues, rincones, lugares insospechados, lamidos que estremecen y encienden, rompen, abren, erectan. A lo lejos el rumor del oleaje del mar prometido, las gaviotas asomadas al ventanal, mi boca en tu ombligo jugando a poseerte de una manera distinta, tu mano en mi miembro sobándolo como en un rito premonitorio, mis labios, mi lengua, en la flor carnal de tu vulva, tus quejidos al vuelo sobre la sal marina, Mis murmullos sumergidos en tu sexo bebiendo tu pequeñas lujurias. Tu boca atravesando mi cuerpo con breves besos ensalivados, tus labios, tu lengua, devorando el tenso terciopelo de mi verga, la deliciosa succión, lenta, intensa, sibarita, abarcando el placer hasta el límite. Lo besos con las bocas abiertas, el abrazo que urge en sus vehemencias la cópula, tus piernas abiertas, receptivas, yo sobre ti con mi falo hurgando, punzo la mojada entrada a los delirios y penetro lento, suave, como con cariños anteriores al momento, sientes que voy introduciéndome en ti con deleites viciosos, siento que entro en tu cuerpo como poseedor de tu respiración y de tus íntimos jugos, te sientes poseída más adentro de tu cuerpo, horadada por deseos que ya palpitaban antes de todo. Comenzamos a movernos en un ritmo que nos desata, cada vez más rápido, más insistente, hay voces en un idioma intraducible, hay retorcimientos, estertores, los cuerpos anudados, hay desesperaciones, hay besos que muerden, manos que aprietan, uñas que se hunden en la piel palpitante, hay una furia que absorbe y enloquece, hay gritos en la serena luminosidad de la tarde, el mar resplandece con el rojizo atardecer, hay un destello, un relámpago, una profunda penetración, y viene tu orgasmo, las contracciones de tu vagina devoradora, y viene mi eyaculación en torrente incontrolable. Nos quedamos quietos, saciados, los besos ahora son mas dulces, mas tiernos, afuera chillan alegres las gaviotas mientras la noche se convierte en tibias cenizas.

Jueves lluvioso, 6 de agosto de 2015.


miércoles, 5 de agosto de 2015

ULTIMO FERVOR


Yo iba inicial desde tu boca besada con los labios y las lenguas trabadas en una sinfonía de quejidos y una mojadura de salivas allá arriba en las alturas de las palomas y los campanarios, nuestras manos se afanaban en urgentes e impúdicas caricias reconociendo los íntimos sitios donde iban a saciarse los deseos. Abajo, las luces de los barcos ilusorios ya titilaban en el atardecer casi nocturno. Yo bajaba besando lamiendo por los alrededores de tu ombligo, por tu vientre desatado en su lisura primordial, por entre la mata de ralos vellos olorosados con deleite de macho enceguecido hasta tu sexo anhelante, allí asediaba los pétalos humedecidos, el breve botoncito de tus goces solitarios, tus ingles y tus muslos, y me hundía en ti con fervor y celo saboreando tu vulva abierta a mi lengua en sus sabores hasta que atrapaba el vuelo tu febril orgasmo de aguas marinas. Tu ibas después besando lamiendo mi pecho con urgencia agradecida, mis tetillas, el estomago y el vientre, rozabas mis vellos púbicos y anidabas tormentosa en mi miembro, lo lamías, lo besabas, lo mamabas, lo succionabas, sobaban tus manos mi testículos mientras la mías te animaban enredadas en tu pelo, urgías con tu boca mis lujurias llevando la dura erección a su máximo posible, succionabas con deliciosa demencia, succionabas ambos a ojos cerrados, y en un último oleaje me arrastrabas al éxtasis de una eyaculación desesperada. Afuera la noche se constelaba sigilosa en el silencio del amplio horizonte de terciopelo esperando que nos despidiéramos sin saber que era para siempre.


domingo, 2 de agosto de 2015

COITUS MORE FERARUM


Restriego tus nalgas con mi vientre, con mi pene, con mis muslos, subiendo y bajando. Punzo tu apretado esfínter como un moscardón que intenta beber el néctar del capullo floral aun no florecido. Cabalgo tu cuerpo por el nocturno del deseo, penetrado entre la pomposa blandura de tus glúteos, rozando piel a piel sus combas lisuras con mi velloso pubis macho. Jineteo tu cuerpo tendido bocabajo hundido en tu flor de del sur como un erótico jinete erecto. Sifonéo tu cuerpo como un émbolo que sacude tus vísceras con los estertores de una antinatura cópula sodomítica. Bajo mi miembro desde la ceñida apretura hasta el caliente chapoteo cruzando tu periné. Froto mi verga endurecida y sensible en el cauce voraz de tu sexo que lo absorbe, lo unta, lo succiona, lo atrapa. Surco esa mojada hendidura, chapoteo en sus jugos sintiendo el roce trémulo de sus pétalos carnales. Monto tu cuerpo estremecido del fervor de la honda penetración en tu vulva abierta como rosa humedecida por su propio rocío. Resbalo mi pecho en tu espalda lubricados por el lascivo sudor del coito desesperado. Horado tu cuerpo en un fálico vaivén, lo abuso, lo violento, lo violo, lo poseo poro a poro, lo rompo con mi eyaculación, lo inundo de mi semen quemante. Chijetéo estremecido hasta la última densa y caliente gota de mi leche mientras tu sexo cangrejero estruja el falo con palpitantes espasmos. Extraigo lentamente mi verga de tu vagina, mojada y tierna, nuestras bocas continúan besándose cuando mi blando y saciado pene ya yace acurrucado entre los labios de tu chorreada vulva.


sábado, 1 de agosto de 2015

BREVARIO DE R. S. (I-II)


“Quiero sentirte vibrar / ver tu rostro distorsionado por el placer” R. S.

Tus lolas, tus pechos, tus senos, tus tetas, me erectan en el sueño imposible de sopesarlas lujurioso en mis manos sintiendo sus mullidas y sensuales tibiezas, lamería con fruición esos rosáceos pezones para sentir en mi lengua su carnal rugosidad, los chuparía como un incestuosos bebé para gozar su breve y tierna consistencia, los mordería como un macho carnívoro para saborear sus más íntimos sabores, rozaría solo con la puntita de mi lengua ese sexy lunar para marcar mi territorio, y olería vicioso el sostén de blanco virginal para embriagarme del perfume de tu piel mientras me masturbo embravecido con mi boca ávida y ansiosa mamando la mórbida blandura de tu ampulosa tetamenta. {Otrosí}. Rosa, perfumada como el ramo de las rosas atrapadas en aquel blanco florerito del rincón, florecida sensual entre mullidos almohadones, el escote que se abre hacia esos pechos maduros ocultos en los negros arabescos semitransparentes, los pabilos cruzando sus hombros desnudos, los muslos marmóreos, la pálida piel incitando, una mano cazadora sobre la piel de leopardo, la otra incitante en la sexual cercanía del deseo oculto bajo un breve triángulo de blanco virginal, seductora rosa excitante que muerde sus labios con pícara mirada y coqueto exhibicionismo, yace semidesnuda sobre el colorido edredón acechada por mis ojos machos y hambrientos, acariciada por mis manos siempre sedientas, poseída por la gracia voraz de la imaginación, penetrada por la secreta esencia de la virtualidad.