miércoles, 28 de diciembre de 2016

DEL CARRETEL, EL MURO Y TU RETRATO


Para Bev, estilizada e intocable

Aun hay hilo reina para elevar el volantín de los sueños, para tocar el cielo y alcanzar el arcoíris, para descifrar los símbolos de ese tatuaje, para levantar el azul y amasar tus pechos, para bajar lentamente hasta tus pies el rojo y encumbrarse por tus piernas y tus muslos hasta la húmeda fuente palpitante de tu pubis, y luego subir por la breve comba de tu vientre y hundirse en la tibia concavidad de tu ombligo hasta remontar otra vez bajo el suculento azul que se eleva sobre las cumbres de tus senos. Aun hay hilo reina en el carretel del solitario volantinero que busca enredado en la brisa del otoño el trigo de oro de tu pelo y la rosa de tu boca. Aun hay hilo reina, porque seis y cinco solo son números y lo que vale es la alegre ventolera que te haga ascender feliz más allá de la nubes. Contra el alto muro gris desbordo amasando las suculentas lunas de tus pechos ampulosos, urjo sus ocultos pezones a elevarse y punzar con el silencio cómplice de los rojos geranios, entre el verde vegetal lamo tu piel desnuda con la quieta lujuria de un sátiro vicioso que ya no deja sombra en la gris humedad del muro. Voy a por el beso que ofrece tu boca para morderte en su vendimia tus labios, voy a por tu piel desnuda en ávidos deseos para saborear su dulce y madura esencia, voy a por la fina osatura de tu cuerpo para devorarte hasta la última vértebra, voy a por tus ojos escondidos tras cristal para intimar en esas otras transparencias, voy a por la lasciva hondura de tu escote para hacer cumbre en las alturas de tus pechos, voy a por el rumbo abajo que siguen tus brazos para naufragar de lujuria en la flor de tu pubis.


DEVORACIONES DE DEBORA


Para DH, la musa devoradora

Veo tu imagen con sus lunas llenas fulgurando en el breve y provocativo abismo de tu escote con su exhuberancia entre el violeta y el morado, veo tus lindos ojos en su misterioso verde incierto y la túrgida rosa tenue de tu boca incitando al beso y toda esa piel desnuda en su asalto a los sentidos inspirando perturbadores roces e íntimos tactos, veo tu sensual e intocable madurez provocando las ávidas lujurias que me perseguirán por la noche. Liberado de la censura de tu mirada, así sin ver tu rostro miraré tu imagen hasta lograr borrarla de mi memoria para no soñarte desnuda en las penumbras y te me aparezcas en mis arduos insomnios, iré recorriendo cada íntimo detalle, el delicioso abismo de tu escote, las turgentes dunas de tus pechos, las poderosas curvas de tus muslos, esas insinuantes piernas cruzadas, hasta tu provocativa pose en el sillón con tus manos sobre tu pubis y tu sexo, para poseerte aunque solo sea con mis ojos como un fauno virtual a una ninfa imposible. Yo lamería la sal de tus muslos deslizándome como un caracol en las gotitas perlas de tu sudor, oliendo el aroma más profundo de la magnolia carnal de tu sexo, ebrio de tus espesos e íntimos jugos, de tu voraz obscenidad penetrada, perpetrado impune e incrustado, endurecido, tenso y hundido, eyaculando un brebaje de macho, una miel lechosa, densa y caliente que fluiría dentro de ti lenta y espesa anegando la abierta flor de tu pubis mientras mi boca devora tu boca.


jueves, 22 de diciembre de 2016

EN TUS BRASAS DE COLORES


Para CZ, chiquilla y rendida

Veo tu imagen con esas grandes lunas llenas asomando en el mullido lila del turgente abismo de tu escote, veo la exhuberancia de ese insinuante canalillo, veo tus ojos brillantes en sus oscuros destellos y la roja rosa de tu boca con su alegre sonrisa, y la esmerada miel perfumada de tus cabellos, y toda es piel desnuda en su asalto a los sentidos incitando perturbadores roces e íntimos tactos, veo tu madura belleza provocando así sonriendo todas las lujurias que me perseguirán hasta la noche. Es la llena y ampulosa curva en azul, esa duna turgente que apunta a los deseos, es la amplia y pomposa comba en rosado, esa mullida suavidad que incita el pecado, es la leve convexidad donde habita tu ombligo, es la breve concavidad lumbar de tu espalda, es la sinuosidad madura de tu silueta de pie como una escultura de tibio mármol erótico, es la curvatura carnal de tu cuerpo entero, esa mórbida y provocativa ondulación sensual, es mi deseo de acariciar con mis manos obscenas cada arco de tu contorno, pero totalmente desnuda. Me incinero hasta la ceniza en la tibieza de tus pechos ebrio de las maduras tersuras de su palidez escondida, penetro lento y extasiado por escote de la blanca blusa, exploro con sensual delicadeza esas mórbidas cumbres buscando impúdico las oscuras cúspides de tus pezones, bebo de tu suave canalillo tu aroma de hembra deseable, me derramo denso y ardiente sobre esas dunas soñadas, beso, lamo, acaricio y encopo con mi manos obscenas esos mullidos y voluptuosos frutos de tu morena madurez, dejo florecer en tus senos deliciosos mis edípícos deseos para hundirme feliz en tu cuerpo aunque me sea imposible.


lunes, 19 de diciembre de 2016

LA DAMA DEL DELFIN


Para VM, lúdica

Lo aferras golosa como a un símbolo fálico, tus brazos intentan un íntimo abrazo posesivo de esa carnalidad elevada, erguida, gruesa, tus manos obscenas confirman su consistencia endurecida, su piel suave y palpitante, su grosor imposible, tu sonrisa brilla con pícaro fulgor, tu pubis asume una inversa curvatura intuyendo la irracionalidad del goce, tu rostro sonríe imaginando una locura, tus piernas tiemblan al imaginarte a horcajadas cabalgándolo, tu magnolia humedecida se siente pene/trada, llena, colmada, saciada. Te observo excitado en la imagen asida a ese inmenso príapo inverosímil, intentando temerosa pero deseosa rodearlo con tu cuerpo y tus brazos como en un erótico preámbulo de un coito violento y  sublime, ávida de ese grosor imposible, soñando con el macho gigantesco poseedor de ese falo imponente, de ese príapo increíblemente duro, tu pícara mirada y tu sonrisa delatan la lujuria instintiva con que imaginas la intensa y devoradora sensación de ser penetrada por ese miembro viril mientras gimes con tus ojos bien abiertos y murmuras de goce con tu boca bien cerrada. Te agarras como una voraz hembra en celo a esa tiesa verga erguida y portentosa sabiendo que morirás en el intento, que partirá en dos tu delicado cuerpo, que te abrirá los pétalos de tu vulva en una salvaje y voluntaria violación, y tú gritaras de un goce inconcebible y de un abierto dolor insoportable, y en ese pervertido desenfreno fálico, en esa perturbadora locura imaginada, te iras sumergiendo en ese obsceno sueño de un intenso orgasmo que te deshace hasta la arena o ceniza tus lascivos deseos. En un ejercicio de insoportable voracidad te desnudo entera con mis ojos voraces para liberar tus senos y sus erectos pezones, para hundir mi nariz en la tibia copa de tu ombligo, para abrir tus lascivos deseos de hembra ansiosa, para liberar las mariposas que aletean en tus entrañas, para ver florecer la mojada magnolia de tu sexo, para que mi urgente virilidad se yerga endurecida y sea el monstruo vertical al que te aferras golosa.


viernes, 16 de diciembre de 2016

EL SUEÑO IMPOSIBLE (Palimpsesto)


“Ya no seria un poema. Seria hacer sexo”. SP en sus palabras.

Ella sin pensarlo dirigió su mano a mi bulto. El cual era bastante visible. Al tocarme me recorrió tu terrible escalofrío. Pero yo no dudé en dirigir mis manos a sus pechos. Ella me masturbaba sobre el pantalón. Yo acariciaba sus pechos, sobre su vestido. Lentamente corrí los breteles y vi sus hermosos pechos, sus pezones erectos… era todo un sueño. Sin pensarlo dirigí mi boca a ellos. Antes de rozarlos con mi boca, ella ya estaba gimiendo. Al tocarlos con mis labios me abrazó y se dejó caer sobre la cama. Ahí comenzaría todo. Me acomodé sobre ella. No dejaba de besar sus pechos, morderlos, pellizcarlos… ella ya había buscado mi pene por debajo de mi pantalón. Me volvía loco. Me paré y me desnudé quedando a la vista con mi pene erecto. De un solo envión le saqué el vestido. Y sentí una oleada de perfume de mujer excitada. Fui directamente a su boca. Nos besamos como nunca lo había hecho con alguien. Mientras frotaba mi pene, sobre su vulva húmeda, ella movía sus caderas. La miré a los ojos, y dirigí mis manos a su flor del placer. Lentamente le saqué sus calzoncitos. Y llegué a sentir su calor con mis dedos, la penetré con mi dedo. Ella no dejaba de gemir. La masturbé por unos minutos. Hasta que le saqué mis dedos y los llevé a mi boca, y los chupé saboreando sus íntimos jugos. Y luego lentamente fui con mi boca a su sexo mojado y ansioso. El aroma era penetrante. Pero sin pensarlo, comencé a lamer su vulva. Mi lengua la estaba violando. Y no dejaba de gemir, hasta que llegó al orgasmo, sentí todos sus jugos en mi boca. Casi rogándome me dice que la penetre. Sin pensarlo, me pongo sobre ella, y tomo mi pene, y le rozo intencionalmente sobre su sexo, hasta que ella misma me lo agarra, y se lo mete brutalmente. Sentí que estaba en las nubes. Ese mojado calor era una delicia increíble. Comenzó un movimiento majestuoso, era una princesa voraz en la cama. Yo la acompañaba. Me rodeó con sus piernas y brazos. Yo seguía con mis movimientos, hechizado por la pasión de esa hembra desesperada, me abrazaba y gemía muy fuerte hasta que llego entre estremecimientos y grititos a un hermoso orgasmo, sentí que su vagina succionaba y estrujaba mi verga, lo que me provocó que acelerara mis movimientos de penetración, ya con desatada locura… se sentía el golpetear de nuestros cuerpos sudorosos, y el chapoteo de nuestros jugos. Me abrazó otra vez con mucha fuerza, y yo sentí que estaba a punto de eyacular… y con fuertes movimientos derramé todo mi denso y lechoso semen dentro de ella, ah!! que gozo más intenso… Dios mío… ¡Qué sublime! Caí rendido y saciado sobre su ampuloso cuerpo desnudo. Antes que yo diga algo, me tapa la boca con sus dedos tiernamente. Me pide que no saque mi pene de su sexo, que me quede, que me quiere sentir así. Yo no podía creer lo que había pasado. Pero realmente fue como cumplir el sueño soñado mirando la imagen de su ampuloso cuerpo tan deseado repetida tres veces, ahí reflejada, ahí sentada, e imaginar sin censura ni límite esto mismo que acababa de vivir tan intensamente. Nos habíamos olvidado de todo, y de todos, en esos minutos. Hasta que yo me levanto y me siento al costado de la cama. Y ella se tapa pudorosa con la sabana. No dijimos nada, tan sólo nos sonreímos con complicidad, y acariciando con ternura su pelo acerqué mis labios a los suyos para buscar el último beso que nos llevara al infinito. Pero en ese momento sentimos un ruido y ambos, cada uno en su lecho, despertamos del sueño compartido a la distancia que lo hacía imposible.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

SERÉ EN TI INEVITABLE


Para SP, la primera inspiración mañanera y la culminación del sueño…

Seré tu príncipe imposible, caballero de tus sombras, dueño de los oscuros instintos que laten sumergidos en la ciénaga de tus insomnios cuando las calientes arenas de tus sábanas son manos ávidas que te acarician, te rozan, te manosean impúdicas en la oscuridad silenciosa de tus noches, seré tus propios dedos que suben cómplices de tus deseos a las sensibles cumbres de tus pechos despertándolas de su adormecido sueño virginal, seré esos dedos tuyos que se deslizan por tu piel extraviados en los lascivos senderos que llevan inevitables a tu jardín prohibido, a la húmeda flor palpitante, a la vertiente del goce solitario. Serás la que amanece en mis labios llenos de tus besos escribiendo tus poemas en mi piel, serás la que rema en mi espalda como una náufraga que me apasiona y me enronquece lentamente hasta llegar al soñado destello del éxtasis final, seremos los locos de pasión que copulan a ojos cerrados una y otra vez de todas las maneras posibles y también de las imposibles, seré aquel al que besas más profundo con tu lengua penetrante, seré sobre el que te desarmas enviciada y al que ensucias con tus ansiosos besos obscenos, seré el que se ahoga de ti en un desesperado gemido de sublime placer. Seré un nocturno sátiro erecto oliendo la intensidad de tu piel morena en busca de la húmeda y caliente flor de tu vulva, hurgando en tu cuerpo sediento de la densa miel de tu jugosa intimidad. Serás la hembra abierta a mis dulces susurros y a mis desesperaciones de macho penetrante, te aferrarás a mi virilidad como al mástil de la barca de tus lujurias, lamerás y succionarás como en aquellas fantasía que ocultas en tus instintos desde aquella primera noche virgen en que sentiste arder tu cuerpo en un fuego vergonzante y te dejaste fluir por los pecados iniciales de la carne trémula. Seremos al fin dos siluetas machihembradas en un coito salvaje hasta que la primera luz de la madrugada ilumine con su tenue claridad los últimos besos de lánguida ternura que se dan dos seres saciados y felices.


YO SIEMPRE REGRESO A TUS PIES Y A TUS PEZONES


Para LG, con más deseos.

Recorro en piel viva la tersa largura de tus piernas desde la puntita misma de tus pies, por tus tobillos, por tus pantorrillas y la dura sensualidad de tus rodillas, hasta alcanzar los pálidos territorios de tus muslos, y en un ejercicio de virtual y carnívora voracidad te voy lamiendo poro a poro toda esa piel expuesta, degustando así tus intensos y más profundos sabores. Te desnudo con la ansiedad de mis labios voraces, para liberar tus mórbidos senos y sus oscuros pezones, para hundir mi nariz en la tibia copa de tu ombligo, para abrir tus lascivos deseos de hembra ansiosa, para liberar las mariposas que aletean en tus entrañas, para ver florecer la mojada magnolia de tu sexo, para que mi urgente virilidad se yerga endurecida, para incrustarme desesperado en tu cuerpo deseado, para después ir a morir de besos allá arriba en tu boca. Y vuelvo a besar tus pies con obsesiva insistencia hasta sentir que su piel se disuelve en mi boca, beso cada dedo y uña, muerdo sus tensas geografías, lamo entre esos tierno deditos con mi lengua como si fueran ocho exquisitos y breves manjares, acarició lentamente esos femeninos tobillos como si fueran unas quietas palomas dormidas, y en esos tersos empeines, suaves lomas carnales, vierto obsceno y erecto mis densas aguas seminales en la secreta ceremonia de los prohibidos deseos que nunca consumaré por la imposible la distancia. Y retorno otra vez enviciado al vértigo voluptuoso de tu escote, a la soñada y mullida sombra de tus senos, al borde del abismo de tu terso canalillo, inserto en ese mórbido y tibio surco, bajo las cumbres sensibles de tus pezones, sumergido en esas suculentas blanduras, vagando por esas suaves dunas prominentes para caer feliz por tus íntimos paraísos.


sábado, 10 de diciembre de 2016

IMPURAS INTENCIONES


Para SP, deseada

Miro tus imágenes una a una con obsesivo y pervertido detalle, como a las secretas perlas de un collar invisible, como a las escondidas perlas de un collar imposible, como a las intensas perlas de un collar impalpable, como a las prohibidas perlas de un collar intocable, como las deseadas perlas de un collar inalcanzable. Te voy describiendo, recreando, inmerso en las emociones y sensaciones que generas, te dibujo a mano alzada con la oscura tinta de tu secreta intimidad, con el alfabeto de tu sensualidad natural, intensa y misteriosa, y con los signos de esa sexualidad viva que llevas en la piel, en tu actitud, en las poses coquetas y provocativas que percibo en tus retratos. Hay en mí una incesansia que abre tus muslos y te posee inmisericorde en un ámbito que solo sucede entre lo virtual y lo sensorial, y que palpita en el imperio de tu piel desnuda, por el misterio de su tersa lisura, por el excitante sabor de tu saliva en el beso que muerde y arde en tus labios, por la intrigante lascivia de tu cuerpo cuando se estremece en los estertores del goce, por el perturbador aroma de tu sudor cuando orgasmas entre quejidos y susurros, por la laxitud adormecida que te viene desde tus entrañas cuando saciada te deshaces en la misma arena tibia por la que vago en el desierto de mis obscenos insomnios. Y ahora, ya naufragado en la dulzura de tu voz, me quedo esperando en las orillas de tus lujurias por un tiempo infinito hasta que el sueño de penetrarte se me deshaga entre los dedos.


viernes, 9 de diciembre de 2016

TRIPTICO DE IMAGEN, CEREMONIAL Y ASCENSIÓN


Para V.M.

Veo tu imagen con sus lunas llenas fulgurando en el tibio y provocativo abismo de tu escote con su coloreada exhuberancia florecida en el agua, veo tus ojos coquetos e insinuantes tras los cristales y la roja rosa de tus labios inundada de alegre risa y toda esa piel desnuda en su asalto a los sentidos incitando perturbadores roces e íntimos tactos, veo tu sensual e intocable madurez provocando las ávidas lujurias que me perseguirán por la noche. Ahí mismo, sonriendo lánguida sobre el lecho, sumida en un impúdico encanto escondido, te lamería y besaría esos delicados pies hasta sentir que su piel se disuelve en mi boca, te besaría cada dedo uno a uno y cada uña, te lamería entre esos deditos con mi lengua como si fueran ocho exquisitos y breves manjares, bajo el tierno soborno de mi lasciva mirada hurgaría sus deliciosas y breves geografías buscando ansioso el secreto del goce fetichista, acariciaría lentamente esos femeninos tobillos como si fueran unas quietas palomas dormidas, y en esos tersos empeines, suaves lomas carnales, vertería obsceno mis densas aguas seminales en la secreta ceremonia de los prohibidos deseos para así vivirlos a concho y de buena manera. Subo desde la rojiza humedad por tus piernas desnudas reptando impune como un pervertido molusco sexual hasta habitarte en el oscuro triangulo invertido de tu pubis, me incrusto en la húmeda y orgásmica flor de tu vulva, exploro el territorio de tu vientre, asciendo las cumbres de tus senos hasta tu sensibles pezones, trepo por tu escote, por tus clavículas y tu cuello hasta morderte la sonrisa con un beso y cerrarte los ojos en el sueño.


lunes, 5 de diciembre de 2016

EL LIBRO DE LAS INSPIRACIONES


Para MR

Abro tu libro prohibido y busco la esencia más pura de tu piel desnuda en el paisaje marino donde tus piernas y tus muslos y tus pies poseen el sabor de la sal y los oleajes, y el ardiente calor de los soles y las arenas que acariciaron tus contornos con obscenas insistencias. Me deleito es esas tibias tersuras, vago por los recovecos de tu cuerpo, bebo, surco y penetro, la flor y el cuenco, las honduras y los pliegues, hasta el perfumado roce de tu pelo. Obsesionado busco en tus páginas la impura delicia lasciva de tus pechos asomando en tu escote abierto y en la breve abertura que cae como una gota de mórbida agua carnal en el jolgorio de la fiesta, y en mis ansias por poseer tus tibiezas deslizo mis dedos por esos íntimos territorios palpitantes dibujando los senderos de mi secreta lujuria, acechando e imaginando en lo oculto de esas cimas el íntimo color, el exacto tamaño de las areolas y la sensibles alturas de las cúspides de tus negados pezones. Y sigo buscando tu silueta incluso en las páginas en blanco con la vehemencia perturbada de un fauno extraviado que huele el aroma de su ninfa, y que sabe que si sus manos pudieran encopar esas palomas escondidas presentirían las duras protuberancias que delatan tus secretos deseos de sentirlas en piel viva. Leo a pie de página los códigos silenciosos de tu boca, de tus labios y de tus ojos, y de tu dulce madurez macerada por tus sueños.