martes, 30 de agosto de 2016

MONS VENERIS


“Cerca del sol, nubes extrañas cambiaban de forma con rapidez inusitada. Parecían insinuar letras, un mensaje." Pubis angelical. Manuel Puig, 1979.

Me recalientas hasta los huesos de mis antiguos dinosaurios y haces gotear las babas de mis demonios sexópatas cuando observo con pervertida lucidez esa empanadita peludita que tienes ahí palpitando en tu pubis, no la obvia oscura mariposa húmeda ni la rosada rosa abierta de las típicas cursilería poéticas, sino la negra araña al acecho para envenenar de penetrantes deseos la sedienta lengua del fauno o erguido miembro del sátiro ebrio de tus íntimos aromas y de tus profundos sabores. Embelesado me rindo a la visión alucinante de ese blando promontorio de la diosa siempre desnuda que enciende y apacigua furiosos onanismos, de esa mullida almohada que mi mejilla añora en la vana esperanza de volver a derrumbar tus sagrados muros y escalar el campanario del alto anochecer silencioso, de esa duna con su oscuro y rebelde musgo despeinado que mi nariz profanó en su afán de poseerte hasta en la inquietante emanación de tu perfume sexual, de esa eternidad de memoria persistente donde un atardecer sin lluvia burbujeé como un adicto perdido buscando el húmedo molusco de tu sexo para saborear los densos jugos de tu lujuria. Me licuas en una densidad lechosa y ardiente que fluye solemne entre mis dedos, me sacias los carnívoros instintos, me drenas las cloacas anegadas de fluidos ansiosos, me revientas labios por volver a besarte en cruz en esa boca oculta que escondes bajo esa champa rala de algas olorosas a ti y sentir el dulce roce del interior de tus muslo en los lóbulos de mis orejas mientras escuchan tus quejidos de hembra sometida a los tormentos del fervoroso cunnilinguis.


lunes, 29 de agosto de 2016

VORAGINE ONIRICA


Soñando a MFL

Desnudos revolcándonos en el lecho, impuros y lujuriosos, desatados, viviendo la intensidad lúbrica del momento, sin pasado ni futuro, solo el ahora anegado de sexualidad borboteando en los oscuros laberintos de nuestros instintos. Y avisto tu pelo negro noche perfumada, tus perfectos labios de besos, tus hermosos pechos ampulosos, tus rosados pezones invertidos, ciegos, tímidos, tu cintura de avispa danzarina, tus amplias caderas voluptuosas, tu pubis depilado, tu vulva inmaculada como un delicioso molusco anegado, tus piernas suaves como dos eróticas columnas del templo de deseo, y me deslumbro con tus lujuriosos destellos de mujer en celo explorando los escabrosos límites de tu sexo, y bajo tu cerviz a mi entrepiernas para dejarte sin aliento, atragantada, ahogada e impregnada con mi denso brebaje viril escurriendo por la comisuras de tu boca pintada mientras yo estremecido por los dulces tormentos del goce me despeño por el acantilado de tu silenciosa sexualidad hasta recuperar la erguida consistencia de mi miembro e iniciar el descenso sobre tu cuerpo para romperte uno a uno huesos oyendo sus crujidos y tus suspiros, macerar tus carnes vivas en mi saliva, amasar tus senos, lamer tus pezones escondidos, hurgar el cuenco sutil de tu ombligo, invadir tu terso vientre rasurado con mis manos de fauno pervertido, penetrarte entre dulces murmullos y desesperados quejidos, cabalgarte, empotrarte como una bestia salvaje y cubrirte anegando tu vulva de mi semen espeso y caliente como una lava que brota de mi pene erecto y punzante de macho ansioso socavando tus entrañas de hembra abierta y receptiva.


sábado, 27 de agosto de 2016

VERBO COPULATIVO


“Estoy pasada de sexosa”. MFL

Eres la deseada, por eso hoy amanecí como potro en celo y deberás soportar mis asedios, te advierto que deseo hacerte hervir con mi fuego. Mi lengua está sedienta de ti, solo sueña con lamerte entera, ensalivar tu cuerpo desnudo, hurgar en todos tus rincones, hasta en los más íntimos y secretos, escribir en tu piel el canto de mi lujuria, deshojarte y acariciarte buscando tus gemidos, desatarme en ti. Asume que solo estás viviendo lo que nace de tus instintos, aquellos que tenías enjaulados quizás desde siempre, y que yo soy el culpable, yo te estoy pervirtiendo porque así te deseo; libre y total, admite que has descubierto el goce de lo prohibido, de lo exquisitamente "sucio", porque en lo sexual no hay edad, solo emociones y sensaciones, acepta que cuando estás conmigo nada más existes, y vívelo con toda la intensidad posible pues esta es otra dimensión, otro universo, donde no tienes que avergonzarte de lo que sientes, goza cada estremecimiento, cada obscena fantasía, déjate arrastrar por tu cuerpo, ata tu mente a ese lascivo delirio y déjala cabalgar a campo traviesa. Yo te pienso y te veo como la mujer que deseo, y necesito que te abras a mí, que solo sientas lo nuestro en tu cuerpo, sin arrepentimiento ni temor ni pudor, te necesito hembra y mía, y nada más importa. Te quiero abierta a todo, que dejes de pensar y te entregues a lo que vas sintiendo, a tus instintos, a estos maravillosos momentos, a los deseos que arden en ti. Posee mi tensa virilidad en la profundidad de ti para que me sientas así; entero incrustado en tus carnes palpitantes, con todo el morbo posible.


viernes, 26 de agosto de 2016

TÚ EN AZUL BLANCO NEGRO


Para Sil Sil

"Déjà vu": Falsas memorias, sueños nocturnos, recuerdos de una vida pasada o simple imaginación. Estas y otras sensaciones se relacionan a una extraña situación en donde parecemos ya haber vivido algo que acaba de ocurrir.

Eres toda azul y deliciosa en tu frágil y estilizada madurez, como una fina y deseada esfinge, como mujer de mágica cercanía, como una dulce fruta otoñal, como una delicada dama lejana, como cielo ahí en tus pechos de niña, como mar ahí en tu pubis de hembra, como flor instaurada en esa puerta. Eres toda azul en el negro rectángulo, con los tibios mármoles de tus muslos, con la larga y perfumada miel de tu pelo, con tu mano sensual en tu sexual cadera. Eres azul de quieta ternura y carnales deseos enmarcada en esa honda e íntima oscuridad cercada por las blancas líneas paralelas. Eres azul en tu inquietante y coqueta pose, sensual azul cercando ese tímido escote donde mis labios sueñan reposar un día de sus antiguos y cansados vuelos. Eres en negro sobre tus senos sin asomarse desde tu escote, breves palomas ocultas, eres blanco por tus muslos, tibia carnalidad estilizada, delgados juncos lujuriosos, y eres la miel de tus cabellos gitanos y soy la medalla que toca tu pecho y vibran mis carnes en tus carnes e imagino el roce de tu piel en mi piel y me deslizo desde tus pies subiendo beso a beso lamiendo y ensalivando por las suaves columnas de tus piernas hasta la alba espuma que niega tu vientre y alcanzo a oler en mi sexual ascenso tu secreto perfume de mujer imposible. Y seguiré persiguiendo en la fría distancia tu persistente y femenina esencia aunque nos llueva siempre allá o acá, o en estos cómplices versos que te escribo sobre tu mismo blanco y tu mismo negro.


martes, 23 de agosto de 2016

UNA PROSA PARA EXCITARTE


Para MFL

Quiero romper tus pudores con los verbos en llamas que surgen de los nítidos contornos de tus imágenes, vencer tus recatos con mis ardientes requiebros de macho en celo, derrumbar los muros donde te escudas, te escabulles, te escondes para no fluir por este lúbrico fuego que nos incendia, para no abrir la húmeda corola de tu flor y dejar que yo caracol ensalive uno a uno sus pétalos hasta que nos disolvamos el uno en el otro. Deseo desarmar las tramas que has construido para negarte a sumergirte en tu propio cuerpo y explorar las vírgenes profundidades de tus oscuros instintos, pretendo abrir la jaula donde te encierras para no sentir el aleteo de lascivas mariposas furiosas carcomiendo tus entrañas o el lúbrico palpitar de tus íntimas carnes ansiosas y abiertas. Ansío convertir en arena o ceniza tus traumas y prejuicios, disgregar sus mínimos fragmentos sobre tu pasado para cubrirlo después en tu cercana primavera con el musgo del olvido, buscar los vestigios de tu aroma que nunca poseeré en las oquedades de mis poros para alcanzar a percibir los tenues estertores de tu vientre urgido por mi inhiesta y salvaje virilidad. Intento ungirte en mi venerado y sublime objeto del deseo y así socavar tu altivez de esfinge incorruptible, hacerte cerrar los ojos en el último estremecimiento de un orgasmo y que muerdas tus labios para enmudecer tus quejidos en los destellos finales del goce. Mientras tú vas sembrando el amor yo voy cosechando la lujuria, pero seguimos ambos floreciendo en el mismo bosque de los deseos.


domingo, 21 de agosto de 2016

O…


Para SMM


O es el garbo con que insinúas una intensa sensualidad, o el albo refulgiendo sobre las sinuosidades de tu cuerpo voluptuoso, o las dunas prominentes de tus senos inhiestos y orgullosos, o la deliciosa morbidez de tu piel desnuda y soleada, o tus labios rojos como flor de ansiados besos, o los coquetos y sensuales breteles de tu brassier, o tu uñas decoradas de gata salvaje, o los ojos ocultos o los grandes aros circulares, o simplemente la sexualidad desbordante, lo que me hace desearte más allá de la imposible distancia y del debido respeto, lo que me despierta un fervor de macho en celo que huele la hembra que ha buscado desesperado desde sus furiosos apetitos, lo que me urge a imaginarte desnuda sobre un lecho perfumado por el vaho de la lujuria desatada como una rosa abierta y ofrecida. O son tus escotes en azul de mar o blanco de lunas llenas y celeste de cielo, que busco y miro embelesado en tu imágenes inquietantes para deslizar mis labios por ese canalillo de sueño y abarcar con mis manos ardiendo las amplias palomas de tus senos, o las voluptuosas curvas de tus hombros desnudos, o tu provocativo rostro de mujer insinuante, los que me hacen desbordarme de deseos y sumergirme en solitarias lujurias incontenibles, y elevan mi virilidad como un mástil en el nocturno océano del delirio erótico mientras huelo tus íntimos aromas y bebo de tu boca el licor de tu madura vendimia y de tu sexo el brebaje de tu embrujo que me eleva por el abismo de la imaginada cópula.

sábado, 20 de agosto de 2016

SECUENCIAS PARALELAS


-Te digo algo; no te soñé pero te pensé mucho
-Está bien, por eso no te encontré en el sueño...
-Pero yo sé que te consigo, cuando me lo proponga te consigo
-Sí, también lo presiento…

Te tomo la mano y siento su tibieza en la mía, tú sientes la vida palpitando en ti y nos vamos naufragando en inquietantes sensaciones, en antiguos descubrimientos y en redescubrimientos de semillas enterradas en nuestros pasados extraviados que estaban aun latentes, vivas, esperando agazapadas en los instintos que llegara su hora. Mi mano que busca tu delicada sensualidad, siento tu pudor, tu nerviosismo por estar haciendo algo prohibido, tu respiración agitada, tu boca esperando el beso, tus ojos entrecerrados, tu piel sensibilizada hasta hacerte sentir la cálida brisa de mi respiración trazando en ella los signos inequívocos de la seducción, catando su aroma desde tus mismos poros, saboreando la impúdica cercanía que casi se convierte en roce, en caricia. Pones tu cabeza en mi hombro y huelo tu perfume, siento el calor de tu cuerpo, acaricio tu pelo, tu rostro, te beso suavemente, mis labios se posan en los tuyos como pájaros sedientos, los abarcan y restriegan, mi lengua los abre como una roja flor, se inserta en su humedad cautiva y baila en tu boca la lúbrica danza del desasosiego. Te asustas y yo me estremezco, no puedo evitar excitarme, te siento tan mujer que mi virilidad despierta intensamente, te abrazo, te aprieto contra mí y nos quedamos abrazados en silencio, sintiéndonos, sin dejar espacio entre nuestros cuerpos, sus geografías calzan en un exacto ajuste sexual, como la imaginaria e imposible cópula de un fauno y una ninfa en la cómplice espesura de un bosque. Me enciende sentir tu femenina fragilidad tan cerca, me haces sentir un macho tierno o una libidinosa y penetrante bestia domada rendida a tus designios y recatos. Estoy controlando mis deseos, estoy reteniendo mis manos que quieren acariciarte más y más, quieren palpar tu cuerpo, sentirlo en su plena evocación de lejanas primaveras, encopar las tibias palomas de tus senos, percibir las sensitivas puntas de tus pezones, manosear con sutil desparpajo el mullido triangulo de tu pubis. Me quedo abrazándote en silencio, sintiendo la intensidad física de tu cuerpo, reteniéndome para no cruzar tus límites, aunque ya te siento mía, y voy guardando en mi memoria cada detalle, cada referencia de tus sexuales territorios, cada tacto u olor, cada perturbación y quejido, cada sinuosidad y cada evidencia de nuestras secretas lujurias para a la noche dibujarte entera y perfecta en el sueño y poseerte hasta que tus uñas graben desesperadas tu nombre en mis espalda.


jueves, 18 de agosto de 2016

IMAGINEMOS


“Siempre que intentes una prosa”. Ella en su incitación.

Rozo imaginando la tersa largura de tus piernas extendidas sobre la piel blanquinegra de la bestia que yace bajo la blandura voluptuosa de tu cuerpo semidesnudo, le envidio sentir tu peso sensual, las cálidas y mullidas combas de tus nalgas incrustadas en mis deseos esparciendo su tibieza voluptuosa, oler el vaho de hembra recostada que sale de la noche de insomnio lujurioso con la piel ardiendo y el pubis palpitando de un hambre atávica, carnal, fálica, punzante y penetrante, aunque lo niegues después bajo el sol del día abierto a la solitaria realidad que te enjaula. Me quedo lamiendo mordiendo ensalivando la suculenta consistencia de tus muslos, su intensa suavidad que persiste en mi lujuria con lúcida insistencia desde los antiguos tiempos sin lluvias como túrgida amapola o caliente alabastro o pulida ágata, y desgarra de la erótica memoria las caóticas sensaciones de aquellos escasos atardeceres de altos campanarios y lejanas luces de barcos. Mis labios aun recuerdan la tirante sexualidad de tus vellos púbicos cuando los apresaban y tiraban de ellos oliendo tu aroma vúlvico como un sátiro vicioso, y mi lengua aun evoca sus sabores cuando como un molusco se alimentaba de ese exquisito y esquivo musgo sexual. Dejo que mi mano onanista manosee frote apriete masturbe el ídolo erecto que sostiene la visión impúdica de tus piernas extendidas sobre la sensualidad de esa piel en blanco y negro, tú lo sabes o lo presientes o lo asumes, y lo disfrutas allá en tus alturas inalcanzables, y por eso alimentas a esta otra bestia que roza imaginando la larga tersura de tus piernas extendidas sobre la piel blanquinegra de la bestia que envidia. En la cómplice culminación de rito diario sientes imaginando mi densa y quemante lechada escurriendo por tus empeines derramada caliente en tus pies divinos y alados que juegan al exhibicionismo fetichista allá en el horizonte de nuestro íntimo vicio compartido.


miércoles, 17 de agosto de 2016

TENTACIONES Y PERSECUCIONES


“Ves, y llegó yo a seguir tentándote”. Ella en sus palabras.

Sé que lo sabes y que lo sientes allá en los más íntimos recovecos de tus instintos de sola mujer ansiosa, el pecado ya esta hecho y no hay vuelta, solo te queda huir de mi sed y de mi hambre, fugarte del aquí y ahora de mis acechos y asedios de sátiro embrujado, pero te advierto que te voy a perseguir hasta el mismo infierno, perseguiré tu cercanía imaginaria aunque sea solo para tocar tu mano y atrapar tu perfume y quedarme con el para siempre como un vaho de amorosa eternidad, o para desnudarte de un zarpazo y poseerte con la furia del desesperado en las cálidas sombras de tu noche más ardiente, cuando los aromas de la primavera en plenilunio te atrapan en su telaraña de pudorosas lujurias y los deseos te ruborizan avergonzada de ti misma. Presentirás una presencia que arde casi imperceptible en tu piel, un estremecimiento sin origen que avanza como un oleaje de espumas en tu cuerpo desde la ampulosidad de tus pechos hasta la honda palpitación de tu pubis, verás de soslayo una silueta inquietante detrás de ti en los espejos, oirás una voz lasciva y urgente intentando romper tus recatos, y palpitarán en tus entrañas prohibidas fantasías que jamás imaginaste. Sé que te creerás libre de culpa con la soberbia de quien solo ha pecado de secreto pensamiento, pero en tu alma sabrás que fuiste cómplice desde el momento en que expusiste tus imágenes sabiendo que yo te andaba buscando y que cuando te encontrara tú me serias una inevitable, deliciosa y obsesiva tentación.


lunes, 15 de agosto de 2016

DIPTICO DE MUJER EN ROJO Y NEGRO


Para S.M.M.

Delicias de la sensual exhuberancia de tu cuerpo en apasionado rojo y sinuoso blanquinegro, de tu pálida piel resplandeciendo en su tierna y deseada tibieza, visuales placeres que regalas ahí sentada como un dulce caramelo, y ebrio de deseos recorro tu ampulosa silueta como un hambriento macho carnívoro; el oro perfumado de tu pelo y la tierna profundidad de tus ojos, tu sabrosa boca roja que caza al vuelo los besos, la amplia y llena morbidez de tus pechos, la incitante línea de tu canalillo, la poderosa sexualidad de tus muslos que invocan goces soñados, la envidia lujuriosa de tus manos que pueden tocar tu piel y acariciarla hasta el vicio, la exquisita sensualidad de tu femenino pie enmarcado en negras cintas, la voluptuosa e inevitable sensación de estar capturado percibiendo la intensidad de tu cercanía imposible, la secreta obsesión de seguir espiándote en los cómplices espejos que te reflejan desnuda en tu sagrada intimidad y poseen la plenitud de tu imagen vedada a mis intentos de seducción. Delicias de tu opulenta coquetería contra mar y arena, contra cielo y espumas, ahí tu escote en la sombra como provocativa gaviota sobrevolando mis excitaciones carnales, ahí tus muslos deliciosos acariciados por un sol ardiente que se envicia en ellos buscando lo que la otra tibia sombra entre ellos niega, ahí tus hombros y tus brazos y tus manos provocando playeras visiones en otro rojo y otro negro, y ahí también tu sonrisa y toda la amplitud suculenta de tus pechos como dos grandes lunas marinas asomadas al oleaje de los que las miran con obsesivo deleite, y te comen con los ojos tal como yo ahora te estoy degustando sentada ahí en esa playa donde sé que nunca podré ir a buscarte. 


domingo, 14 de agosto de 2016

CONTINUIDAD DEL DESEO


Bueno, adelante, pues me gusta mucho bailar. MFL

Es el incendio, es la sinuosidad de tu silueta, la línea que dibuja tu boca, la fina trama de tus pestañas o la perfumada flor que sustentas lo que invade el nocturno y lo enciende y arde en la piel que te busca en las últimas brasas  que dejó el paso fugaz de tu fuego. Por eso comienzo los asedios, presiento tus ojos tras oscuro cristal, beso la roja la rosa de tu boca, rozo tu femenina mano que reposa en el arco voluptuoso de tu cadera o el oscuro oleaje de tu pelo, repaso hechizado tu pálida piel, busco en tu contorno el deseo, en el negro que dibuja tus pechos y en el verde oliva que esculpe la concavidad de tu pubis y la convexidad de tus muslos. Y brotan así las envidias (i), envidio esa arena ardiente que cerca con sus infinitos granos la delgada levedad de tu cuerpo, envidio la tumbona que te acoge como el deseo de un amante encendido y goza la liviana sensación de poseerte, envidio el sol que acaricia impúdico la fina vendimia de tu piel deseada y bebe de ella tu cálida esencia. Inicio entonces la imposible ceremonia de posesión aunque sé con certeza que nunca serás mía, pero te haré sentir que lo eres con mismo el fervor de mis delirios, sabrás que me perteneces porque estremeceré tu cuerpo y desbordaré tus instintos, sentirás mis manos invadiendo con lento y penetrante impudor tus más íntimas certidumbres, poseeré tu desnudez fulgurando como un vaho en las penumbras y me sumergiré en tu húmeda tibieza hasta romper el mito de tu ausencia.

(i) “…trato de anotar la imagen de la mujer de la tumbona en las distintas horas del día, tal como la voy observando al cambiar la luz”. Si una noche de invierno un viajero. Italo Calvino, 1979.


TODO ES PALABRAS


(Reescritura de "Amor de Mis Amores", de G.J.O.P., con debido respeto)

Te desnudo con ojos de fauno incesante porque sé que consientes que derrame sobre ti mis deseos, y no es el tiempo sucedido lo que incendia tus poros con mis fuegos sin tocarte, sino la intensidad con que ardo en las cercanías de tu escote o las brasas que te queman en nuestro baile imaginario cuando rozo con mis manos la tibia desnudez de tu espalda o la dulce miel de mis labios que se embeben delicados en las tersuras de tu cuello. Y es que aun no nos hemos rozado piel a piel buscándonos en los intersticios de un aparente juego de azar predestinado, aunque igual te despierto en las nocturnas penumbras de tu lecho para copular en ausencia como tu macho distante y en esa desbordada pasión hacerte sentir hembra poseída. Pero no todo es palabras y un destino cómplice nos fue convergiendo en el debido destello final, en una ardiente soledad de fieras en celo que se aman desatadas en la cópula inicial, arrastradas por la ansias de confirmar en el tacto impúdico la magia imaginada hasta el vicio, y así sucedimos tal como lo supimos antes de conocernos, sin pensarlo habitamos el aquí y el ahora, solo con la razón de los ungidos, sin preguntas, sin amoroso verbo mediante, frotamos nuestros cuerpos como dos náufragos desesperados y uno del otro necesitados, y me quedo sumergido en la suave comarca de tu piel enmarcada en el rosado arco de tu blusa, en tu mirada que posee las claves del embrujo de los insomnes, y en tus rojos labios que como una roja rosa invocan el beso.


viernes, 12 de agosto de 2016

ME PREGUNTO


Para Cris

¿Como dormir con esos ojos anegando el insomnio? ojos de fiera salvaje o mimosa gatita según sean los designios de tu boca en el beso o la distancia, breves astros en la oscuridad de la noche donde persisten parpadeando en ese celeste cielo misterioso que rompe los códigos de las acuarelas y urge los deseos de habitar extasiado su intensa cercanía. ¿Como dormir con ese rostro reverberando en la memoria del día? recordando su belleza quieta de medusa o estatua, de tristeza elemental e insondable que humedece los labios en el vino aciago de las vísperas, de romántica mujer en la lluvia del otoño o en los jardines de su ardiente primavera. ¿Como dormir con esos pálidos muslos abarcando el sueño? con esa clara piel de perfecta suavidad, su fulguración de luna llena o magnolia, su suavidad de pétalo de secreta rosa nocturna, o la dulce tibieza que prometen, sensual o lujuriosa según sea tu voluntad de solitaria esfinge intocable o de deseada hembra urgente. ¿Como dormir con esas desnudas piernas cruzadas quemando las manos que por caricias las evocan? su tersura de alabastro, su tenue persistencia voluptuosa y pecadora, lo que muestran o lo que esconden en su convergencia sagrada, esa flor vertical e imaginada palpitando en su cálida humedad, la cadencia sexual de las marmóreas combas de sus rodillas. ¿Como dormir con las sinuosas curvas de tu cuerpo tatuadas en los sensibles territorios del mío? la mullida suculencia de tus pechos, las altas protuberancias de tus vedados e invisibles pezones, los profundos rincones carnales lamidos con libidinoso vicio, la impúdica complicidad de los instintos, la punzante tentativa y el abierto consentimiento, el goce saciado en una madrugada imposible. ¿Como dormir con estos erguidos deseos de ti inundando el insomnio?


martes, 9 de agosto de 2016

SUEÑOS DE OJOS TRISTES


Para Cris

Dulces fueron los sueños con tus ojos reverberando en la noche, con tu imagen recostada lánguida y sensual en tu lecho, con tu piel desnuda fulgurando en las ardientes penumbras del insomnio, tú con tu camisola como una rosada rosa invocando impúdicas caricias y yo en tu oscuridad observando tu voluptuosa silueta, devorado por las suaves curvas de tu cuerpo, por las mórbidas lunas de tus pechos asomando por el sublime horizonte de los deseos, por el perfumado canalillo que los surca e incita a navegar en su turgente tibieza, por la suave tersura de ese incitante fragmento de tu muslo y por la dulce palidez de tu piel que permanece en el sueño aún ahora que ya estoy despierto. Pero en los sueños estaban tus ojos habitados de una tristeza transparente, y estabas muy lejana, casi ausente, y había como una pena enredada en tus pestañas y tu rostro escondía la sonrisa, y yo vine a romper esa nostalgia con mis lujuriosos verbos escritos sobre las ondulaciones de tu cuerpo, en sus pálidas lisuras, en sus aromas secretos y en sus sabores imaginados más allá del pudor y el respeto. Afanado en echar a volar tu melancolía me fui deslizando como un caracol nocturno por el rincón donde reposas y encopé tus senos con mis manos embebidas en ternuras, y pellizqué las exquisitas protuberancias de tus pezones, y los abarqué con mi boca para calmar mi sed de macho niño y sentí desde las profundidades de tus entrañas los estremecimientos volcánicos de tus lujurias subterráneas, roce con delicados dedos las tentadoras curvaturas de tus muslos a lo largo y a lo ancho hasta encontrar la flor anegada de tu jardín vedado, y me seguí soñando incrustado entre sus pétalos para que tus ojos no estuvieran triste.


domingo, 7 de agosto de 2016

ZOOLOGIAS DE TU NOMBRE


Pour toi, ma belle amie

La negra pantera que habita tu cuerpo como un fuego que te devora y me devora desbarrancándome en el abismo insondable de la furiosa lujuria de tu mirada felina y salvaje, me despeña por los misterios que florecen en las oscuridades de tu alma ansiosa de erguidas carnalidades. Lo que escondes y lo que exhibes con la soberbia de la fiera que se sabe deseada, que afila sus garras y acecha desde los escondrijos de los arduos y secretos deseos de hundirse herido de muerte entre tus deseados senos inolvidables. El perfumado oleaje del trigal de tus cabellos ondeando en los incendiados campos donde copulan estremecidas las bestias en celo. Tu boca con su pérfida insistencia de sangrientos besos mordidos que deja una sed insaciable en las bocas de los ojos que la miran atrapados en tu antropófaga sexualidad, o tu soberbia actitud con su carnívora sensualidad en la pose que se repite una y otra vez como un erótico sueño que invade persistente los insomnios de los machos que atrapas con tus hechizos de desatada hembra hambrienta. Tus afilados colmillos clavados en la carne viva en mis más oscuros instintos de cazador atrapado que se desangra excitado y seminal en los húmedos deseos de sentir las ardientes fiebres y las palpitantes fibras que detenta tu sexo como una sublime amapola anegada, y hundirse endurecido e inhiesto en el vaivén de la dulce densidad de su néctar inalcanzable. Hay en mí rincones en penumbras que reconocen otras sombras sigilosas como las tuyas, donde los espejos son inútiles y las palabras tienen distintos significados, donde los vahos de los cuerpos encendidos fulguran lascivos en la última noche de los tiempos, me pregunto si podré distinguir en esas oscuridades alguna imagen tuya de más lejos que las de tu rostro en su voluptuosa intensidad, si mereceré ese privilegio vedado a la luz de los diurnos jardines y solo permitidos a los demonios que danzan en los rescoldos el cómplice nocturno. Sorpréndeme y abre a mi penetrante capullo los pétalos de tu rosa carnicera y devórame hasta la eyaculación entre las ávidas fauces de la negra pantera que te habita.


RASTROJOS (Destellos de ayeres inmediatos)


Ella contaba entre sus armas con su buen gusto en el vestir y su poder de seducción. Porque pasas sin leer por arriba de los renglones del deseo duplicaré los códigos del estupro flagrante, redefiniré las metáforas que desorientan tus recatos y borraré las marcas elegidas por tus tímidos pudores, iré ahora generando un barroco asexuado, difuso, lánguido, para que no brote el pálpito en tus entrañas y ningún latido viaje en tu cuerpo de arriba a abajo. Cuando al fin consiguió adormecerse tuvo un sueño tan profundo cuanto parlanchín y desasosegado. No habrá pasión ni desenfreno, sino un compartir íntimo, una conexión de pájaros dormidos y flores mustias, un tocarse con la levedad de lo ausente sin ningún estímulo físico, yo ahí acurrucadito huacho durmiendo entre tus pechos, para que tú me lĺeves contigo invocando mis demonios, desatada, atrevidísima, jugando con un fuego que ya conoces,  y así andarás por esas calles alephianas buscando a tu morocho tal como yo te busco en los rosales del invierno buscando en tus labios el sabor de tu saliva que un día vendrá a quemarme los besos. Soñó que un león la trasladaba entre sus poderosas mandíbulas hacia un lugar incógnito, sin herirla ni siquiera dañarla. Anoche llovió, desperté con el rumor de la lluvia en el techo de zinc y estaba sumido en tus tibias redondeces, en ese paraíso que tiempo ha me regalaste, y me quedé quieto recordando el sueño donde me dejé caer en ti, el sueño sucedía en total oscuridad, pero yo presentía que eras tú porque lloviznaba despacito, como esas penas de enamorado. El león penetró en una cueva tenebrosa cuya luz se iba apagando a medida que profundizaba en ella. Tu sexo se humedece y se entibia, el mío se erecta y endurece sometido a los diabólicos estrujes de tu vulva ahí abajo. Cuando la oscuridad fue total, dejó de tener conciencia de sí misma.

Nota bibliográfica.- En cursivas, citas de “Los renglones torcidos de Dios”, Torcuato Luca de Tena, 1979.


viernes, 5 de agosto de 2016

DALE… DALE…


Dices “muéstramelo”, dices “dale”, y se desatan los deseos como una jauría de lobos en celo que se entregan al vicio del onanismo bajo tu hechizo exultante, tu incitación desvergonzada y tu rostro pícaro con su lasciva sonrisa, y tu dedo va a tus labios y lo lames, lo chupas, lo succionas, y mi verga siente tu saliva invocando la masturbación inevitable, siente la succión, la chupadura, la mamada de tu boca en esa voraz estimulación bucal, en una felación babilónica que me jala como una ventolera pervertida por los húmedos paraísos del goce animal, y se yergue mi lingam anhelando tu ioni (i), buscando desesperado su quemante anegación, su aroma de hembra abierta, su consistencia de molusco hambriento, y la mano pecadora aferra aprieta frota el falo inhiesto que palpita, y tú me instas a más, a seguir corriéndo(mela)  como un potro desbocado por el descampado del placer solitario, y aunque yo estoy en una casa deshabitada y tú en tu lecho solitario ambos nos hundimos machihembrados en la misma ilusoria soledad que nos arde en las carnes trémulas, y sigue tu tintineante risa descarada atrevida procaz incitando al manual desenfreno, al restriegue prepucial, al lechoso estruje en medio del jolgorio de fiesta atrevidonga, y continuas con tu deliciosa impudicia apremiando a la mano pajera para que consume en tu presencia la delicia del roce priápico, y tu cómplice voz repite el “dale” como la erótica letanía de una íntima ceremonia sexual compartida en un apasionado clandestinaje, y viene el destello del clímax y sus quejidos eyaculatorios y una miel seminal densa y caliente escurre ante tus ojos de lujuriosa esfinge mientras yo de derrumbo laxo imaginando que me hundo entre tus mórbidos pechos como un lánguido amante saciado.

(i) La unión de ambos representa «la indivisible unidad en la dualidad de lo masculino y lo femenino, un espacio pasivo y un tiempo activo desde los cuales se origina toda vida».

Imagen: “Escultura fálica”. Obra y fotografía del autor.


POUR MA BELLE AMIE


Es en esa fiera y exquisita sensualidad que pierden los rumbos los exploradores de las selvas sin nombre y se extravían los navegantes de los mares ignotos, son los ojos penetrantes de sensual fiera en carnívoro acecho o el turgente escote en su rojo fogoso e íntimo negro que atrapa la imaginación en la jaula voluptuosa de la lasciva caricia o el untuoso lamido, son  esos labios que incitan al beso que se anega en saliva y en ardientes susurros o ansiosos gemidos, es el oro perfumado de sus salvajes cabellos o la intensa profundidad de la mirada que arrastra como un oleaje furioso los deseos más allá de los límites del necesario recato y el debido respeto, es el tibio canalillo entre esas mórbidas dunas de sueño lo que derrumba los muros del pudor y absorbe la voluntad como un vórtice feroz y desata la desesperada lujuria y enciende los ojos machos que caen en su embrujo vertiginoso como en el abismo de un goce insoportable. Dejarás que el hermoso sol de hoy vague por tu cuerpo como un invasivo amante insistente, dejarás que bese tu boca y te cierre los ojos como si fuera primavera, dejarás que acaricie el deleitable contorno de tu silueta y dibuje tu sombra en la equivocada primavera mientras te adormeces como una urraca al sol tomándote un cafecito, y en esa imagen te veo desnuda vestida con la caliente transparencia de un sol que es mis manos y mis labios sobre los prohibidos territorios de tu cálida intensidad corporal, y ma belle amie, porque lo cortes no quita lo valiente, me dejo fluir por tus estremecedoras palabras en erótico juego: “Voy a devorarte todo. Despacito despacito...” (i), y excavo en los oscuros laberintos de tus poros y tus entrañas hasta que te sumerjo con tus ojos cerrados en los estremecedores estertores del orgasmo.


(i) La voz de MC.

lunes, 1 de agosto de 2016

PANÓPTICO DE TUS SENOS (Versión obscena)


La mañana no poseía las tibiezas sexuales de antaño, de cuando la primavera consistía en una pierna suave, una vulva palpitando en su olorosa humedad y una boca dispuesta a cavar hasta los fondos, cloacas y ciénagas de las más ocultas perversiones. Pero cuando un sol caribeño, brillante y primitivo surgió en las dos regiones del deseo como un voluptuosa fiera agazapada se abrió el día con un penetrante olor a guayaba madura, era un efluvio lujurioso, afrodisíaco y libidinoso, casi animal, abrí los ojos excitado por esas furiosa esencia que me erectaba lentamente y vi tus suculentas tetas resplandeciendo en el cómplice espejo voyerista y sus repetidas imágenes viajaron como una demoníaca emanación sexual hacia los ojos calenturientos del sátiro escondido en otro lejano azogue imposible. Y así de pronto se me vino volando tu majestuosa tetamenta ofreciendo sus blandos primores a ojos vista y el secreto sabor de tus pezones al derroche de una imaginada succión. Entonces, en una inefable epifanía y con la irracional certeza de una venidera masturbación observé con mi rígida verga en ristre tus tetas a punto de derramarse de la anaranjada toalla en sus apetitosas blanduras, en sus suculentas carnalidades repetidas, tus tetas ricas como dos tibios versos edípicos, tus firmes y elevadas tetas que dejan a las heliconias maldiciendo y eyaculando a los geranios, esas dos sensuales burbujas lunares que abren el delirio de la boca y los apetitos insaciables de chuparlas con la voraz ternura del sediento de ti. Vi tus mamas en sus convexidades tiernas y prominentes, en su media esfericidad de sabrosos frutos de un perfumado otoño, con la mixtura caótica de todos los olores que untaron sus fragancias en esa claridad de tu piel a través de tus años embebidos en sus poros, y fue como seguir gozando a la espera de las punzantes alturas de tus pezones. Y apreté tus pechos contra mi cuerpo, manoseé sus calcinantes curvaturas con mi mano caliente y arqueé el espacio según sus perfectas siluetas, comprobé su apetecible lisura iocática, su muelle consistencia mamaria, su esponjosa comba asediada en los pervertidos sueños de mi viciosa juventud, sus curvas que provocan el erguimiento fálico, recalientan la libido, estimulan la necesidad de surcar ese canalillo con el glande tenso y sensible como un libidinoso pincel que traza con su semen los párrafos donde están escritas las depravadas descripciones de prohibidos pensamientos y de inconfesables pecados.