Te me apareces ahí en el círculo del espejo
inserto en negras y blancas superficies, con tu rostro escondido en el
destello, tu camisola gris claro como quemante ceniza volcánica, como un tenue
velo que dibuja las voluptuosas curvaturas de las combas tibias de tu pechos, y
el escote cómplice apenas entreabierto mostrando difuso el sensual canalillo y
el suave y carnal borde de una rica teta. Te me asomas incitante ahí en el
círculo del espejo sobre su brillante pedestal como dentro de una deliciosa
burbuja, con tu mano de lindas y cuidadas uñas, largas y perfectas, de un
misterioso color entre rojo granate y dorado anaranjado, sosteniendo ofreciendo
exhibiendo tu seno entero a mis edípicos deseos, con su orgulloso, tierno y
erguido pezón como centro exacto de mi universo, ahí brindado al vicio
incesante de mis ojos, incitando a pecar de voyeristas perversiones. Te me
exhibes en el círculo ya esquivo como un sol ardiente entrando en un eclipse,
la misma camisola gris ahora abierta y siempre el rostro detrás del destello,
con tu seno absoluto y desnudo en su excitante y terso mármol rosado carne, con
su pezón fulgurando en esa cálida duna y un amplio fragmento de tu estomago,
ese territorio donde mis labios sueñan repartir los lamidos y besos que
acumulan mientras te miro y miro ahí incrustada en ese círculo de paradisíacas
visiones. Inserto en esas negras y blancas superficies y en un breve rincón de
color concho de vino, tu pecho posee la misma tersura de los ónices.
viernes, 30 de octubre de 2015
jueves, 29 de octubre de 2015
SEIS ROSADOS Y CHAMPAS
Par le rosé et
la villosité de la Comtesse
"O el infierno rosado donde él
escribe" (i)
Fueron como una muy buena mano de seis
cartas de un naipe de burdel erótico que me llegó en el voluptuoso azar del
atrevido juego del “mira para que me sufras”. Fueron seis rosados angelicales,
con la dulzura del color de las rosas enamoradas, con la romántica sensación de
una etérea suavidad de pétalo de flor de cerezo, ese rosado como revés de
naipe (ii), rosado rozado, rosado carnal, rosado de labios vulvales, rosado
clítoris, rosado de la olorosa rosa de su sexo. Fueron seis rosados arremangados
sobre su vientre, descorridos con sexual malicia, rosados que enternecen la
sensualidad de sus piernas desnudas, rosados que con sus muslos triangulan la
oscura pilosidad de su Monte de Venus. Seis matojos de pelitos ralos asomados, apenas
ensortijados vellos púbicos donde enredar mis dedos en la búsqueda de su goce y
de la fuente de mis onanistas obsesiones, pendejitos exhibicionistas, champa,
mata, porno matorral, musgo que crece en los bordes del mojado y voraz paraíso.
Seis veces el rosado tiernucho, el velloso monte, los mórbidos muslos, las
manchitas consteladas, las rollizas rodillas y las pálidas pantorrillas, el
talón y los pies allá lejos, seis veces. Ella repetida con leves variaciones de
espaldas, con las piernas cruzadas guardando el tesoro humedecido de su vulva,
seis veces. Las miro y remiro seis veces y me perturbo imaginando que aprieta y
frota sus piernas hasta lograr el orgasmo, moviéndose sólo ligeramente hasta
los instantes felices que mi mano masturbadora repite en el apriete y el frote
en mi miembro de rosado glande.
(i) Luis Ospina
(ii) Fundación Mítica de Buenos Aires. Jorge
Luis Borges
miércoles, 21 de octubre de 2015
PROMESERO
Te abrazo, te aprieto contra mi pecho,
acaricio tu pelo. Voy a tus brazos a hundir mi rostro entre tus senos, a mamar
tus pezones, a rozar con mis dedos tu vulva. Te muerdo tus tetas, chupeteo tus
pezones. Mi falo sueña estar ahí entre nosotros juntos acariciándonos desnudos
y felices, poseerte entera, hacerte vibrar. Abro tus nalgas con mis manos
mientras lamo tu espalda, la beso, la ensalivo, bajo besando lamiendo
ensalivando, cruzo tu cóccix y penetro con mis labios la apretada hendidura
entre tus glúteos, entonces lamo tu flor del sur y meto mi lengua rígida en
ella. Mi lengua penetra tu ano. Siento tus manos en mi verga jugando a
agrandarla, a endurecerla, ahí la tienes... sabes que es tuya. Pongo la puntita
del miembro en tu flor sureña para que lo sientas punzando durito y te penetro lento
duro entero fuerte. Te jineteo potente y punzante mientras lamo y beso tu
espalda. Mi verga entra y sale de tu ano apretadito. Te sifoneo más más más. Te
cabalgo así como un potro culiador a su potranca, más y más fuerte, gritas. Te
culeo macho duro fuerte potente duro grueso. Te culeo con desesperación. Te
aviso que ya voy a acabar y te mueves como una puta caliente. Más fuerte te
jineteo, como perro caliente a su perra caliente. (Y vino el estremecimiento de
mi cuerpo al borde del éxtasis y vinieron tus espasmos al borde del orgasmo). Y
gozamos juntos mientras eyaculo extasiado en tu rico culo. (Te das cuenta de
que me hiciste muy feliz, de que te deseaba mucho y de que te esperé como te he
prometido).
BREVARIO DE S. M. (XXVI-XXVII)
“No, no, chucha tengo una yo, y las
chauchas se comen!”. Susymabe
Lo sé, la he visto y se ve bien rica y
también me la comería enterita... primero la saborearía con deleite lamiéndola
muy lento y suavecito, punzándola con la puntita de la lengua y después la iría
mordiendo de a pedacitos... la chupetearía... slurps! slurps! slurps! le
sacaría el juguito con un dedo para chuparlo, o mejor tú me lo darías con tu
dedito untado en ti, ese dedito que chupaste para mí el otro día y que me gustó
mucho mucho mucho, tanto que me indujo a una consumada masturbación, al goce
sexual inesperado ante la visión de tu dedo en tu boca, fascinado de que algo
tan simple pueda tener tal intensidad erótica… y que espero te haya gustado y
excitado también a ti; “sí, cuando me decías ‘que rico así’ sí, ahí me
empezó a gustar” {Otrosí} Ese pezoncito tan chiquito, tan tierno, como de
niña, me lo comería enterito con toda mi boca abierta para luego hundirme entre
tus tetas majestuosas y morir allí en medio de ellas como un ahogado feliz. Me
masturbé mirándote como mamabas mi pene, imaginando mi lengua en tu rico
ombliguito, lamiendo primero tu clítoris sensible un buen rato, después los
mojados labios de tu vulva uno a uno para llevarte al borde del orgasmo y del éxtasis. Ahora solo toca tu clítoris con
un dedo, solo rózalo, disfrútalo sin pensar, solo siente que tu dedo es mi
dedo, y fluye por la turbulenta corriente del puro placer sexual. Quiero meterme
en tu cuerpo, invadirlo con mis lujurias, que sientas tu chuchi penetrada,
sientas como te cabalgo, que meto y saco, rápido, fuerte, violento, disfrútame
así, siente mi denso semen caliente derramándose en tu vagina, quemándote por
dentro porque soy tu macho que te posee.
BREVARIO DE S. M. (XXIV-XXV)
Te asomas sonriendo por el cristal de la
ventanita virtual que nos une, tus labio rojos invocan mis deseos mientras mi
mano invoca mi erección, tu roja lengua se asoma coqueteando incitando otra vez
al vicio onanista, me muestras tu breve pezón sin areola, rosado oscuro,
escondido y pequeñito, me regalas tus dedos jugueteando en el y mi pajera mano
me masturba desatada, un mango es un falo celeste en tu mano y lo mamas
imaginando mi pene en tu boca y yo siento tu boca succionando mi miembro, entonces
me arrastras el goce manual y eyaculo vertiendo mi semen en tu monumental
tetamenta. Y así quedará para siempre en mis ojos machos la rica imagen de tus
dedos en el diminuto botón. {Porque} Siempre te estoy buscando en los
sitios del pecado masturbatorio, siempre te estoy imaginando desvistiéndote en
las penumbras, siempre te estoy deseando con la dura calentura en carne viva, siempre
te estoy dibujando con tu mullido sexo jugoso y abierto, siempre te estoy
espiando mientras andas desnuda en tu intimidad, siempre te estoy mirando tu
soñada y monumental tetamenta, siempre mis manos amasan tu pechos con brutal
delicadeza, siempre que los veo mi labios succionan voraces tus pezones, siempre
que te observo me estoy sobando plácido mi pene erecto, siempre que me masturbo
mi mano es tu mano pajeándome, siempre siento tu labios pintados mamando con
deleite mi falo, siempre siento tu lengua humedecida lamiendo mis testículos, siempre
mi lengua lame tu clítoris como si fuera un sacro licor, siempre mi verga
punzante penetra tu vulva buscando tu orgasmo, siempre que eyaculo mi caliente
semen se derrama sobre tu vientre, siempre siento tu boquita en mi boca
besándonos desaforados, siempre que te busco enviciado te encuentro incrustada
en mi deseos.
domingo, 18 de octubre de 2015
BREVARIO DE S. M. (XXI-XXII-XXIII)
Te espío al salir de la ducha y bebo de ti
el brebaje que escurre de tu vulva, ese denso escurrimiento de dulces aguas
vaginales. Quiero estar dentro de ti, penetrarte con mi miembro erecto duro
sensible, despacito, lentamente, para que lo sientas largo erecto duro sensible
entrando entero en ti. Y verte después del orgasmo con tu carita de gozadora
laxa feliz ruborizada, mientras escurre de mi verga la última gota de mi semen.
Por esa golosa boca abierta mi lengua ávida penetrará, por lo que no se ve ahí
abajo entre tus mullidos muslos mi verga erguida irrumpirá. En esos rojos
labios riendo esparciré mi cálida saliva, en ese vértice que ocultas donde
convergen tus piernas derramaré mi caliente semen. Por y en esa boquita pintada
y por la otra boquita escondida tenia que llegar yo a tu vida para sacar a la
luz pervertida esa rica gozadora escondida que ya es dueña y poseedora de todos
los goces posibles. Blanca pálida alba nívea resplandece tu suave piel en toda
su mórbida lujuria, en su tersa lisura excitante. La
trenzada cadena colgante apuntando el rojo escote dando el rumbo
vertical a tu estomago, a tu vientre, a la mariposa de tu vulva. Colorado el
sexy corpiño cubre oculta niega esconde tu majestuosa tetamenta, tu pequeños
pezones ciegos. Todo me incita a imaginarte así sobre el tálamo tendida abierta
a la dura penetración del pene que late en mi mano. Escurridos por tu boca y
más todo de ti me excita.
jueves, 15 de octubre de 2015
INNEGACIONES
Para Susymabe
"No es tener sexo lo que cuenta,
sino tener deseo.” Marguerite Duras
No puedo negar que cuando tus labios
succionaban la bombilla mi mano pecadora comenzaba ya a sobar el bulto fálico
que acechaba como un dragón dormido en mi entrepierna. Como negar que cuando
tus manos jugaban amasando incitantes tus pechos sobre la blusa azul con sus
lentejuelas, sus tachas y sus brillos mis manos afanaban bajando el cierre de
la jaula del dragón pifiante y lo echaban al vuelo con sus endurecidos fuegos y
sus ansiosas calenturas. Tampoco niego que cuando tus manos bajaron una de las
copas de tu blanco corpiño mi verga iniciaba instantánea su sensible erección
atrapada entre mis manos que la ayudaban solicitas a volar por los tibios
pajonales del manual delirio del gozoso consuelo. Imposible negar que cuando
tus dedos apretaban y pellizcaban en un erótico juego el pequeño y tímido pezón
mi mano impenitente ya llevaba camino recorrido en la masturbatoria ceremonia
del verte así ofrecida e insinuante a los designios de mis pequeñas
perversiones. No negaré que todas tus deliciosas provocaciones: chupando golosa
la bombilla, amasando tentadora tu mórbida tetamenta, exhibiendo obscena la
mullida teta y su ciego pezón, me elevaron por sobre las montañosas distancias
y me llevaron en éxtasis a los márgenes de un lejano océano. Y no he de negar
que ahí envuelto en la tentadora visión de esa pálida paloma carnal e impúdica
expuesta con sexual desparpajo a mis deseos onanistas, mi mano me fue
masturbando acelerada mi erguido pene hasta derrumbarme en una chijeteante
eyaculación, y dejarme encharcado laxo lánguido saciado hasta la misma coronta
de mi solitaria lujuria.
martes, 13 de octubre de 2015
VELLOS Y REFLEJO
Pour
la Comtesse nue du miroir, très reconnaissant
Cuatro veces deseada, cuatro veces espiada,
cuatro veces besada acariciada manoseada lamida, cuatro veces me permites
asomarme al paraíso. Primero veo (quemándome en una lujuria desesperada) la
mullida comba de tu pubis con sus ralos pelitos, los amplios muslos uno sobre
el otro, apretados o quizá (imagino) restregándose en una sutil masturbación, y
he ahí la mácula mariposa corazón en su vuelo incitador en primer plano sobre
la lisura de tu piel ansiada. Después contemplo (extasiado sobando mi
entrepiernas) tu cuerpo entero desnudo frente al espejo cómplice y goloso, allá
lejos, fuera del alcance de la mano que soba manosea acaricia, inalcanzable e
intocable, solo expuesta a los ojos lujuriosos de este fauno vicioso que tu
sabías cuando te reflejabas desvergonzada, de lado, casi en escorzo, que te
miraría así como nunca antes te vio, aumentada y en detalle hasta el hartazgo
gozador, el destello oculta tu rostro para que el espejo no te delate en tu
excitante seducción cumpliendo el gozo máximo de mi voyerismo casero: verte así
desnuda paseando por tu íntimo ámbito hogareño haciendo como que no sabes que
te observan todos mis ojos pervertidos mano en verga masturbando. Luego miro
(abrumado por onanistas deseos) la mórbida consistencia de tus muslos hasta el
horizonte de tus pies y en primer plano la rala mata de tus vellos púbicos, y
me desbarranco entre tus piernas en ese voluptuoso abismo horizontal hasta
donde me alcanza la vista como un lascivo suicida. Y observo por último ya
cercano al éxtasis (mano en falo pecando) tus muslos con las piernas cruzadas,
como siempre, negando instintiva la sexual posibilidad de la fálica penetración.
domingo, 11 de octubre de 2015
ESE SENSUAL BLANCO DIFUSO
Pour la Comtesse provocante diffuse
Sin rostro, anónima incógnita tímida te exhibes
a mis ansias masturbatorias sobre el inútil negrón vibrante de antiguas
fantasías incumplidas por temor o vergüenza, tus pies alternados pisando el
negro cuero viril en una alucinación fantasiosa de sadofetichismo de
besalamepies y pisadas eróticas hundidas en mi cuerpo macho desnudo, tus manos
invisibles afanadas en buscar la justa imagen que me despierte fálicos deseos
erectantes, tus muslos enteros dos y dos en lúbrica extensión, cuatro
excitantes provocaciones al masajeo, manoseo y la arrastrada caricia que
enciende las resecas leñas de tus orgasmos. Apareces de súbito inesperada
difusa por azar o coincidencia con tu constante pudor que te limita y controla,
escindida por los dos espejos que son uno y que reflejan tu secreto impudor,
con el blanco body cómplice de tus ya casi vencidos recatos que cubre oculta
niega tu torso, el pezón dormido, los ralos vellos púbicos, el ombliguito
campeando en la suave comba de tu estomago, tu vientre esperando ardientes
besos, ensalivados lamidos y roces pervertidos, los muslos se cruzan
alternativos para cubrir el pubis donde late tu vulva caliente y humedecida,
ansiosa, hambrienta y abierta, voraz, tal como la imagino en mi voyerista
condición de erecta excitación. Los borrosos contornos de las imágenes hacen vagos
los límites de tu cuerpo como si fueran la sutil frontera entre la realidad y
lo virtual de la lujuria y los deseos. Y aunque estás a toda luz siempre eres
sin rostro para gozar a tus anchas del deleite de mostrarte a los ávidos ojos
del fauno que te acosa entre tus hirvientes sábanas donde escarbas en secreto
los pliegues jadeantes de tu sexo.
sábado, 10 de octubre de 2015
POR TU ROJO SATEN
Pour la
Comtesse dans sa luxure lointaine
Rojos sedosos escurridos hacia arriba por
tus muslos, tú insinuante en tu sexual desparpajo, apenas vestida desvestida por
los perlados matices del rubí o los intensos geranios, chapoteando en el
deleite de tu exhibicionismo que va brotando imagen a imagen de tu alma
contenida y censurada de hembra solitaria, sofocada por las brasas ardientes
que ocultas bajo las cenizas vivas de tu sexo palpitante aun, tú ahí en tu alto
y secreto jardín de fantasías, de pequeñísimas perversiones, descubriendo en la
sensual ostentación de tu desnudez a los mis ojos voyeristas onanistas ese
morboso placer de sentirte deseada y a la vez intocable. La suave textura del
satén y el sangriento brillo refulgente de la camisola y tus piernas cruzadas de
virgen temerosa, definen ese triángulo deliciosamente piloso del límite de tu
pubis al borde de tu vulva húmeda por el juego genital. Sabes al iniciar el
pecado que esa tetrasecuencia de imagos excitantes que va discurriendo
descorriendo con insoportable delicadeza visual y me muestra las dos manchitas
mas notorias, una cercana a la rodilla izquierda y la otra sobre el centro del
muslo derecho, y la rala mata olorosa que detenta tu sexo, me llevarán
incontrolable a masajear mi falo y quizá a más, y eso te estimula a estremecerte
y quizá a más. Imaginas que la tela satinada en su tornasol rozando tu piel y dejando
expuesto con incitante descaro ese oscuro triángulo de pelitos púbicos como
punta de flecha que hiere y desangra la lujuria de mis deseos, es mis manos
dedos labios lengua que buscan entre esas ralas algas sexuales el oleaje de tu
orgasmo. Como la cruel maldición de un Eros envidioso, la nitidez de la última
imagen con la oscura champa de pelitos como nunca la vi, es la más nítida y
perfecta imagen que mis lujuriosos deseos imaginaron solo en esos sueños que
como un púber vicioso me dejan a punto de la nocturna polución.
miércoles, 7 de octubre de 2015
EN LOS ESPEJOS TU PIEL
Pour la
Comtesse sept fois reflétée
Son los mismos espejos verticales,
partiendo el delicioso exhibicionismo de tus imágenes, dividiendo tus arcaicos
impudores, fragmentando tus recatos de esfinge capturada, espejos repitiendo
tus excitantes muslos pálidos, tus suaves piernas que mis manos pervertidas
conocen palmo a palmo en su tibia incitación y en su lisura sexual, el negro y
corto pantaloncillo del pijama, suelto y cómodo negando tu vientre y tu pubis,
ocultando con deliberada crueldad tus ansiados
vellos púbicos. Tú ahí de pie sobre las grandes flores de la bajada de cama,
sentada sobre en el inútil negro vibrón cubierto con el mullido chal burdeos o
recostada sobre las cuadriculas de los felinos, apenas mostrando el ombliguito
como un punto central de la carnalidad de tu estomago, esa pequeña oquedad que mi lengua hurgó en la harturas del deseo
camino a tu vulva. Todo es piernas, muslos, rodillas, pies, codos, las
manchitas aquí y allá en tus mórbidos muslos, los rollitos de las rodillas, la
perturbadora presencia de esos pies que no alcance a lamer, a chupar dedito a
dedito, los close-up de tu pancita y tu piernas enteras de muslos a pies y los
siempre egoístas sedosos negros del pantaloncillo y de la camisola. Siete veces
reiterada para el goce de mis ojos mirones, siete incitaciones al onanismo
vicioso, siete mensajes de la exhibicionista amateur al voyerista profesional, siete
provocaciones al lamido, al manoseo, a la lenta y caliente ensalivación, siete
visiones del palacio de las exultantes columnas marmóreas, siete quietas imagos
como siete pecados de convocación a la lujuria a distancia, siete pecaminosas
intenciones de lúbrica seducción.
martes, 6 de octubre de 2015
TU VOYEUR
Para Rosy impúdica
Te espío afanado cuando desnuda sales de la
ducha y veo excitado tus grandes tetas, tu pancita pálida, tu pubis rasurado, tu húmeda vulva, un pedacito de tu
muslo, y entonces comienzo a masturbarme, a abusar del sospechoso, a apalear al
obispo, a apuñalarme la ingle, a autosatisfacerme, a cascármela, a darle leña
al calvo, a darme un homenaje, a desbastar el tronco, a desenvolver el
salchichón, a disparar contra la luna, a echar cinco a uno, a echar un
solitario, a echarme un pulso espumoso, a encerar el instrumento, a estrangular
el pollo, a follar de puño, a franeleame, a hacer mayonesa, a hacer vomitar al
calvo, a hacerme la mano, a hacerme la puñeta, a hacerme una gayola, a hacerme
una paja, a machacármela, a meneármela, a molestar al cerdito, a ordeñar el
lagarto, a pegarme una sacudida, a pelar el plátano, a pelármela, a pelear con
la anguila, a pulir el tronco, a puñetear al mister, a remar con el pepinillo, a
tener la salchicha como rehén, a tocar el órgano, a tocar la flauta del pis, a trabajar
el willy, a violarme la palma, a zumbarle al chorizo, a sobarme el salame, a frotarme
la chota, a sobarme la pija, a acariciarme el muñeco, a jalarme la tripa, a estirarme
el pellejo, a puñetearme, a exprimirme el miembro, a hacerme una chaqueta, a hacerse
una chambrita, a matar el guajolote, a agitar la leche, a pulir el varo, a jugar
con el popote, a agarrar la chala, a vaciar el porongo, a mastriunfarme, a hacerme
justicia por mi propia mano, a copular con la Manuela Palma, o en fin, como
quiera que tú misma le llames mi vicioso onanismo!
jueves, 1 de octubre de 2015
BREVARIO DE R. S. (XI-XII)
Acamparía feliz bajo tu enagua, negro tul
como mis lujurias, por toda la noche de los lobos oliendo el dulce aroma marino
de tu vulva toda abierta a mi sed, sorbiendo sus jugos gota a gota destilados
de tus impúdicos deseos. Chuparía cada pezón enviciado aferrado a esas ricas tetas
maduras, los mordería como un macho bruto para que grites del dolor pervertido.
Sobaría esos muslos deliciosos, los lamería desde la misma rodilla hasta los
cerrados labios de tu sexo. Entonces, ya saciado de saborearte te penetraría
con toda mi verga dura para empaparte de mi lechoso semen. {Otrosí}. Deposito
un leve beso en cada una de tus nalgas, deslizo mi lengua en el tibio surco que
las separa dejando el rastro de mi ardiente saliva en la juntura como la baba
de un pervertido caracol sodomítico. Dibujo esa incitante cisura con la yema de
mi dedo con la lenta parsimonia de un vicioso gozador anal. Abro con delicadeza
sigilosa y con mis dos manos la frágil y ceñida hendidura expuesta a mis goces
hasta despojar la apretada flor del sur de su recato. Punzo con la punta de mi
lengua el cerrado capullo, lo ensalivo, lo encharco, lo humedezco, lo lubrico.
Punzo con la punta de mi miembro el tierno capullo, lo penetro, lo violo, lo
sifoneo, lo violento, lo gozo. Insisto vehemente en otra lenta y honda penetración,
y después en una muy lentísima y apretada extracción, y después en el duro y
brutal envión de la eyaculación. Saciado, te doy un leve beso en cada una de
tus nalgas.
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