Donde punzo entro hundo penetro
en ti mi virilidad endurecida y ansiosa para hacerte cerrar los ojos en un
ensueño voraz que te haga ver estrellas azules y mariposas dormidas? donde lamo
chupo beso gozo tu pezón dormido en su primigenio letargo incomprensible para
solazarme macho niño en su consistencia inmune a succiones y leves mordiscos? Como
acerco mi lengua húmeda rígida lamedora punzante a tu vulva abierta como una
flor a fines del estío que espera al erecto insecto que polinice de un envión
esa profana hendidura que late estilando sus densas aguas sexuales contaminadas
de aromas a deseos y cenizas lacerantes? como la alcanzo sitio apreso socavo
para que mis dedos perturbadores la hurguen urgiendo y buscando el orgasmo que
te haga arder incinerándote con el fuego que aun no has consumado hasta ser humo
sobre brasas exhaustas? Cuando dejarás que posea las ceñidas profundidades de tus
entrañas y me revuelque en ellas enfangado de ciegas locuras en tu posesión
violación abuso fornicándote cubriéndote copulándote como un salvaje animal
furioso que solo te irrumpe carnal y lascivo sin voz ni verbos rebosante de los
álgidos quejidos del usual fornicio y la pervertida sodomía? cuando podré rozar
mi túrgido rosado glande en el rojo furioso de tu clítoris erotizado y ver los
granates apasionados de tus uñas destellando en masturbador vaivén sobre el
suave tallo erecto de mi falo? Donde como cuando dejaremos que nuestros dormidos
cuerpos se derritan y se evaporen en un tumulto de gritos mordidos por las hambrientas
bestias de nuestras íntimas y ocultas lujurias?
sábado, 30 de mayo de 2015
miércoles, 27 de mayo de 2015
TÚ AHÍ DORMIDA
Estarás durmiendo y yo ahí entre
tus pechos acurrucado en sus tibiezas como un niño entumecido aferrado a tus pezones,
en esa suavidad de tu piel que despliega tus ternuras como las dulces y cálidas
arenas del placer, mis manos recorren lentas y sensibles los deliciosos
territorios de tu cuerpo dormido, bajan desde tus senos por las comarcas de tu
ombligo, por las suave comba de tu vientre palpitante, por el triangulo
perfumado de tu pubis enredadas en esa breve selva oscura de tus vellos púbicos,
por el cauce húmedo y ansioso de tu sexo, por los tenues bordes de sus pétalos
mojados por tu propio e íntimo rocío, por el exquisito botón de tu clítoris
circulando con pausados movimientos para despertar excitada y ardiendo a la
hembra contenida en las honduras de tu piel incandescente. Me sumerjo en ti
ebrio del aroma de flor carnal que de tu flor nace e irradia sosegada, abierta,
florecida, quieta y mortal, gineceo abierto de esa atrapadora flor succionante,
delicias de tu vulva que obsesiona y rige la búsqueda de los goces en los que el
deseo se licúa y se hace aguas hirviendo bullendo en las burbujas de tu aliento,
en las provocadoras espumas de los lujurioso fermentos de tu sexo carnívoro y
anhelante. Te observo desde este lejos dormida tejiendo tus eróticas anegaciones
y tus lúbricos sobornos, percibo estremecido la atrevida densidad de tus
suspiros, de tus quejidos cuando entro en tu intimidad y te socavo profundo y
erguido, me envuelvo alucinado en tu sueño y me hundo como un libidinoso
suicida en el vórtice letal que late voraz entre tus piernas.
viernes, 22 de mayo de 2015
NEGADA ODALISCA
El texto que pudo ser.
Estás en los giros del vaporoso y
sensual torbellino, tu vientre oscilando en un frenesí de velos, de agitados
tules, de brillantes pedrerías, tu cuerpo cimbreándose en su semidesnudez
excitante, el breve cuenco de tu ombligo atrapando mis ojos sedientos en sus
circulares incitaciones. Allí eres un remolino de piel y transparencias, sedas
al viento, gasas impúdicas que develan tus muslos níveos e iridiscencias que
dejan ver el canalillo entre tus mórbidos pechos plenos, sacerdotisa y odalisca
bailas extraviada en el coqueteo girante de ese baile mágico de lejanos oasis,
arenas y palmas perdidas en tórridos desiertos. Hay una música profana que surge
vehemente de los crótalos, del laúd y del tambor de copa, y que te deja ebria
de la carnalidad de esa danza elemental, sin desplazamientos, solo movimientos de
tu vientre y tus caderas, allí eres una velada exhibicionista encendiendo la
hoguera de la sexualidad desatada. Tu danza es un vuelo libidinoso que se eleva
y se precipita como una colorida mariposa aleteando revoloteando en el éxtasis
de un orgiástico orgasmo, atrapada en el vórtice de una espiral incesante. Glamorosa
hembra te exhibes danzando el nocturno baile a la luna, con tu vientre
descubierto sola bailarina sola girando en esa danza oriental que esconde en
sus ondulaciones un bello misterio, y tú, bailarina girante, no eres sino la
encarnación de este misterio. Quieta, final, asesando, tus senos como palomas
cansadas, tu vientre latiendo con los sagrados ritmos de una saciada lujuria
distinta, vas esparciéndose ese inquietante olorcito a sudor mezclado con
perfume y densos fluidos vaginales, de la música solo permanece el silencio de
su eco turbulento, todo iluminado por los ardientes deseos del macho vagando
por las mil y una noches.
viernes, 15 de mayo de 2015
ERA
Era tu tenue y
delicada sexualidad embebida de tus ternuras, esa cualidad etérea de tu sexo
sutilmente ambiguo como una tenue virginidad imposible de desflorar. Era quizá
tu soledad de niña leyendo los trópicos clandestinos, imaginando y sintiendo,
viviendo otras vidas ya escritas y consumadas, deletreando los iniciales códigos
del placer. Era tu esencia distante, velada, tu secuencia tímida, oculta bajo
la enagua (tuto) muro barrera pudor,
que no dejaba espacios entre tu cuerpo y el mío, trabados en un nudo
irreverente donde convergían todas las delicias. Era tu pequeña lujuria apenas
expresada en las tiernas caricias de tus manos angelicales, brisa roce pluma, esa
suavidad ilimitada y tenue como un perfume que no termina de evaporarse. Era en
la penumbra el pálido fulgor de tu piel, su levedad de herida subterránea, ese dulce
dolor parecido a una nostalgia sin origen ni sentido que nos sorprende una
noche cualquiera y nos sumerge en las honduras del insomnio. Era tu fragilidad
de mujer de retrato al óleo, en serenísima quietud a contraluz como mirando
llover en un parque detrás de un alto ventanal. Era tu intensa feminidad que
cruza las turbulencias de la sangre en la euforia del deseo, plácida, apacible,
habitada de un estremecedor silencio voluptuoso. No era la mera copulación y el
lúdico onanismo, ni la succionante oralidad ni la punzante anomalía, era la
compenetración que invade socava irrumpe y anega todos y cada uno de los
pliegues e intersticios, no del mísero cuerpo perecedero sino de la eternidad
sublime del alma enviciada.
Imago: “Space Between Two People Having Sex”. Asta Gröting, 2008. Silicon.
jueves, 14 de mayo de 2015
ULTIMA LUJURIA FLORIDA
The Sunshine State
Solo tú puedes encender mis
deseos y fantasías como un carnal relámpago sobre la reseca leña de mis
lujurias esperando, y después hacerme volar al incendiado paraíso de tu cuerpo
con toda la intensidad del viento ardiente de las marismas de la fornicación. Tú
sostienes la tierna impudicia del pecado que salva e ilumina, que justifica los
onanismos impolutos, las nocturnas poluciones, el fuego que arde sin consumarse
nunca en las latentes venaciones del macho enviciado en la mórbida persistencia
de tu piel. Desde por en tu boca, dentro o lamido, succionado mamado besado
urge mi falo los delirios bucales que le brindas en los suburbios de la
eyaculación circundados por la sinfonía de los vocales gemidos de tus orgasmos
contenidos entre lengua y paladar. Arqueada sobre el lecho esperas el vaivén de
las penetraciones y los labios apresando tus pezones y la lengua extasiada en
tu vulva abierta como una húmeda flor obscena que late sus goces ciñendo y
esparce sus fuertes aromas de hembra exasperada en su celo. Desato el nudo de
tus ansias, quiebro la continuidad de tu vientre hambriento, trepo por el muro
de tu soledad sexual e invado los solemnes laberintos del cautiverio de tu estéril
virginidad temporal. Me enredo en las algas oscuras de tu pubis, me despliego erecto
endurecido en ese tremedal que circundan, me hundo en esa hondura mojada
perfumada sitiada por la premonición de la cópula que quemará tus últimas
denegaciones y te hará cerrar los ojos y apretar la sábana con tus manos
desesperadas. Naufragamos entre estremecimiento y estertores, espasmos y
retorcimientos, locos del placer salvaje que desobedece con dulce desparpajo el
sexto mandamiento.
sábado, 9 de mayo de 2015
CLITORIAL
Que delicioso es sentir que has
captado perfectamente esa instancia después del goce físico que imaginé, juntos
disfrutando esos momentos de amorosa cercanía, llenos de ternuras, amistad y
complicidad, laxos y ya saciados de las desesperaciones del deseo,
acariciándonos suavemente, reconociendo con detalles el cuerpo del otro,
nuestras manos vagando por la otra piel sin avidez ni urgencia, solo
sintiéndonos ahí en una comunión que va más allá de sexo. Siento tus femeninas
manos tocando juguetonas mi verga, las siento calientes y tersas, suaves y
delicadas, tu boquita besando mi pecho, tu lengüita mojando mis tetillas, y tu
mano ahí insistiendo en ese lento y sutil manoseo fálico, mi mano también busca
tu pequeño clítoris, lo encuentra tímido, como escondido, y lo froto con
ternura, con levedad inquietante, lo siento como una breve flor de un solo
pétalo, percibo su tierna blandura, su leve consistencia carnal, su dócil
capuchón, su botón escondido en ese rosado pliegue prepucial, rozo la flor
abierta, esa textura floral que posee aun los últimos vestigios de una virginidad
insistente, te siento hembra, mujer, dama, me estremece esa sensación de
intensa voluptuosidad, de una sensualidad invasiva, como un sumirse en densas
aguas termales, esa sexualidad latente, salvaje pero contenida, al acecho,
bullendo en las brasas de una lujuria concentrada, creo sentir en las yemas de
mis dedos sus latidos, su placer subterráneo, no puedo evitar sumergirme bajo
las sábanas y buscarlo con mis labios de buzo ciego, hasta que lo encuentro y
comienzo a lamerlo, mamarlo, succionarlo, con deleite, con ansiosa sed de
náufrago sediento, desde esa profundidad del lecho alcanzo a oír tus quejidos
de hembra sorbida.
viernes, 8 de mayo de 2015
POR NO
Voy besando tu pie apoyado en el
muro, lo beso, lo lamo, chupo tu dedito con la uña pintada de rojo, beso y lamo
tu pierna suavemente, saboreando tu piel, luego voy a la otra pierna y comienzo
a besarte desde el tobillo porque el pie esta cubierto con tu ropa caída, beso
y lamo tu pantorrilla, la lamo y le voy dejando un rastro de la saliva caliente
que escurre de mi boca, le doy pequeños mordiscos, besitos tiernos, lamidos
ardientes, luego me concentro en tu rodilla y la lamo con calma mientras mis
manos acarician tu pantorrilla subiendo y bajando, sintiendo su tibieza carnal,
chupo tu rodilla, la ensalivo por delante y por detrás, y entonces subo muy
lentamente por el muslo, lo sobo, lo manoseo, lo beso, lo lamo, lo muerdo, lo
ensalivo desde la rodilla hasta la ingle, surco con mi lengua esa ingle oliendo
el aroma de tu nido, mirándolo de cerca, olorosando su humedad sexual,
sintiendo tus vellos en mi nariz, y bajo otra vez lamiendo, succionando,
mojando tu muslo, y subo besándolo hasta llegar al sexo, hundo mi nariz en el,
en su humedad, en su perfume de hembra mía, y comienzo a lamerlo, lamo con toda
mi lengua tu vulva entera saboreando sus jugos, deleitándome con su sabor y su
olor, y con mi lengua punzo tu clítoris, lo succiono, lo chupo como si fuera un
pequeño y tierno pezón, y vuelvo a tu nido, meto mi lengua entre tus labios
vaginales, te penetro con mi lengua rígida, dura, y chupo tus labios vaginales,
los apreso con mis labios y los muerdo, mis manos aprietan tus glúteos, mi dedo
toca y punza tu florcita del sur, sigo lamiendo tu sexo, chupando tu clítoris,
succionándolo, muerdo tus labios vaginales, muerdo tu clítoris, entierro mi
uñas en tus nalgas, hundo mi dedo en tu flor del sur, siento como lo aprietas,
y ahora te lamo la vulva con fuerza, más y más rápido, más y más, y meto dos
dedos en tu flor abierta y los revuelvo dentro, y sigo así; un dedo penetrando
tu ano, dos dedos penetrando tu vulva, mi lengua mamando tu clítoris, más y más
rápido, más profundo, lamo penetro chupo, meto mi lengua entera en tu sexo, te
masturbo más, más y más, sigo mas rápido, mas intenso, así, así, con mi dedo en
tu ano, dos dedos en tu vagina y mi lengua succionando tu clítoris, así, así,
te muerdo el clítoris, los labios vaginales, muevo mis dedos dentro de tu
vulva, y te susurro; acaba, acaba, goza, así así goza!, siente mi dedo en tu
ano, mis dedos en tu vagina, mi lengua en tu clítoris, ya! acaba goza! quiero
que goces, así mía, goza rico! soy tu amo y señor, tu macho, tu potro, libérate
y goza! vuélcate, disgrégate, pulverízate, vuélvete arena polvo ceniza,
dilúyete en las aguas de tu lujuria desatada, húndete en los registros
silencioso del deseo consumado.... gozaaa!
PREPOSICIONES DE SU CUERPO
A su entorno de secretos sacrilegios,
a sus vicios de esfinge o estatua. Ante la incitante exuberancia de sus
impúdicas visiones. Bajo su perfumada omnipotencia de venerada meretriz y
habitante insospechada. Con su perturbadora vigencia de hembra convincente, con
el arco tensado de su cuerpo hirviendo en su propia sexualidad desbordada. Contra
su fragilidad de cristal quemante, de fuegos fatuos y cuarzos ardiendo. De su
consistencia obscena, abierta u ofrecida al punzante ídolo e instrumento del
coito sublime. Desde sus impuras turgencias saturadas de su procaz quintaesencia
y de sus íntimos aromas. En todas las viscosas oquedades de su cuerpo, desde su
boca a su sexo y en su breve flor ceñida. Entre su corrupta hondura profana que
añade pecados impronunciables a la cópula o al onanismo. Hacia la pureza
esencial de sus senos encopados en las manos temblorosas de mis deseos. Hasta la
invasiva impudicia carnal de su vulva que estila la savia viva de afanadas
lujurias. Para sumirse en la mórbida textura de sus deseos obliterados por ese
vago pudor insano. Por su evocadora perseverancia introducida y penetrada sin
hartazgo ni rendición. Según la vastedad de los signos y los símbolos que la
verifican deslumbrante o la contradicen sin negarla. Sin las tersuras de su
desnuda palidez, su hermoso exhibicionismo, su salvaje desparpajo. Sobre las
inquietantes espesuras de su pubis, la cuenca de su ombligo, las charnelas de
sus axilas. Tras su provocadora condición de poseída doncella en los extramuros
del tiempo que no logra situarla en una fecha o un sitio donde sus huellas y su
sombra permanezcan como una titilante eternidad inconsumada.
martes, 5 de mayo de 2015
DELICIOSAS MONOTONIAS
Ahora recuéstate, pone tu manito
en esa chuchita rica y solo lee: te beso en la puntita de tu pezón luego en el
otro una y otra vez beso esos pezoncitos ricos que me enloquecen mi miembro se
pone duro de inmediato siente mi boca en tu boca en un beso largo mi lengua en
tu boca moviéndose mis labios en los tuyos en un beso ardiente con las salivas mojando
los labios mis manos acarician tus tetas ricas pellizcan tus pezones mi boca se
acerca a ellos y lo apresa lo chupa los succiona los muerde mi mano va hacia tu
entrepiernas mi boca sigue en tus tetas ricas mi mano llega a tu vulva esta
mojada caliente y mi dedo comienza a jugar con tu clítoris en círculos
hundiéndolo rozándolo se introduce en tu vulva se moja en tus jugos y me lo
llevo a la boca para chuparlo y beber tu humedad caliente sabrosa vuelvo mi
dedo a tu chuchita muevo el clítoris lo sobo hundo mi dedo en tu vagina lo
muevo para untarlo en tus jugos otra vez y así muy mojado lo pongo en tu
clítoris bien lubricado ahora bajo mi boca a tu chucha rica y la lamo fuerte
con lamidos largos chupeteo tu clítoris lo aprieto con mis labios muerdo tus
labios vaginales los chupeteo meto mis dedos en tu vulva mientras mi lengua lame tu clítoris
meto dos dedos en tu chucha y los muevo más y más la siento muy mojada muy
caliente te masturbo con dos dedos en tu vagina ahora me subo sobre ti y con mis
piernas abro las tuyas y pongo mi pichula en tu chorita y la empujo la voy
metiendo más y más fuerte como un potro erecto y duro te penetro siente mi pico
en tu chora el chuto entero en tu zorra rica y te jineteo te culeo más más fuerte
mis manos agarran tus nalgas para atraerte más hacia mi y hundir más mi pichula
te culeo enloquecido más más muévete goza mi pico dentro de tu chucha así te
sifoneo más y más fuerte todo mi pico en ti la pichula hundida hasta las bolas te
cabalgo te jineteo te culeo te sifoneo loco de ti ahora ya te culeo rico siento
que viene el semen te chorreo la chucha con mi leche aaahhhggg siii yaaa...
yaaa... ... yaaa...
domingo, 3 de mayo de 2015
VANAS INSISTENCIAS
“Au milieu de l’hiver, j’ai découvert en moi un invincible été.” ―
Albert Camus
Vago por tu cuerpo buscando la
olorosa humedad que se esconde entre tus piernas, en su conjunción de flor
carnal y breve pozo de los deseos, me enredo en la oscura selva de tus vellos
púbicos, surco tus ingles como un caracol extraviado, abarco tu ombligo
bordeándolo cual copa de vino, mis manos vagan por la combas delicias de tus
glúteos, me sumerjo en tu vulva ebrio de sus destilaciones, mis dedos concurren
delicados por los pétalos y el sensible botón indómito. Por donde te abres, por
donde te agitas y sucumbes a las lujurias y a los íntimos ardores, por la curva
de tus caderas o el peso mórbidos de tus pechos, por las tersuras invocantes de
tus muslos, de tus nalgas, de tu vientre lascivo, de tu boca hambrienta y de
tus senos turbulentos. Penetro lento, sibarítico, continuo, me entro, me
introduzco, me hundo en tu hondura con voluptuoso sigilo penetrante para que me
absorbas, me diluyas, me agregues, me succiones a los abismos del goce supremo,
estremecidos, coagulados, trabados, encajados como un octópodo acesante y
sudoroso que late en un susurrante vaivén subterráneo. Me vierto denso y
caliente, me sorbes ceñida y urgente, ayuntados, sobreviviendo a las horas del
deseo, al momentáneo destierro que nos esconde y nos niega, bebemos el elixir
de la consumación, florecemos en un éxtasis que nos rompe en minuciosos
fragmentos y nos dispersa laxos como un cálido vapor dilatado. Exploro así tu
desnudez impúdica con la solemnidad de un mísero y feliz inmortal porque en medio del invierno, descubrí en mí un
invencible verano.
OBSCENIDADES DEL UAZAP
“Amarro mis labios A tu verga Para amarrarte Como tu perra Como tu puta”
A.
Abrazarnos desnudos y quedarnos así
toda la noche... Poder acariciarte entera Tu rostro Tus pechos... Tus pezones Tu
estomago Tu ombligo Tu vientre Tu pubis Tu vulva... Tus muslos Tus rodillas Tus
tobillos Tus pies Cada uno de los deditos Y ponerte boca abajo Y acariciar tus
talones Tus pantorrillas Tus muslos Tus nalgas El surco entre ellas Tu florcita
del surrr Tu espalda Tus hombros Tu pelo... Y volverte boca arriba Y besarte
con ansias Con toda mi lengua en tu boca Y abrir tus piernas mientras me subo
sobre ti Y te sigo besando Mientras mi miembro punza tu sexo Buscando entrar en
esa humedad caliente Y te penetro muy lentamente Muy suave para sentir como se
va abriendo esa flor deseada Y entrar todo en ella Hundir mi pichula en tu
chuchita Hasta que mis bolitas toquen tus pétalos Y entonces comenzar a
cabalgarte Primero lento para que sienta que estas penetrada Poseída por tu
potro Duro, erguido, potente Y te jineteo más rápido Más fuerte, mas adentro Te
sifonéo más y más Te culeo rico, duro Entro y saco mi verga endurecida Te culeo
acelerado, mi pichula entra toda Se lubrica en tus jugos Te gozo así, de
piernas abiertas recibiendo mi miembro Y mas te culeo, más te penetro, más te
cabalgo Como un semental caliente Y más maasss maaasss Sientes mi pico duro
llenando tu concha Culiándote enloquecido Y más maass Todo entero en ti Penetrado
Enterrado en tu chucha Todooo Y mass massss Mi pichula está muy mojada lubricada con tus fluidos Y te culeo y
culeooo Masss rápido Tú mueves tus caderas como una puta caliente Gritas te
quejas Te mueves para absorber mi verga Y massss te culeo como loco Salvaje
como un animalll Gritasss Y yo siento que viene la eyaculación Y grito y me
muevo enterrando mi pichula hasta las bolasss Y ahiii aaahhhggg Largo los
chorros de semen ardiente en tu vulva Quemándote por dentro hasta que te viene
el orgasmooo Y te estremeces Te retuerces con mi pichula clavada en tu
choritooo Y me lo chupas con tu sexo Lo estrujas con tu vulva Hasta sacarle la
ultima gota de semennn Y nos quedamos así muy quietos, yo arriba tuyo besándote
Mientras tu sientes como mi miembro se va achicando dentro de tu chuchita
anegada de semen Y nos quedamos así abrazados mientras yo te susurro al oído un
laaarrrgooo y último requiebro desde las cenizas del deseo.
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