viernes, 28 de octubre de 2016

INSPIRACIONES SOBRE TU PERFECTA IMAGEN


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La línea casi imperceptiblemente sinuosa escurre de sur a norte intensamente vertical, ceñida, apretada contra si misma para resguardar el húmedo tesoro, su naciente es selva rala, mata dispersa, olorosa champa de oscuro musgo triangular, arriba se abre en una oscuridad difusa, tersa y dura, todo posee una tibieza íntima, de cuerpo adormecido, de virginal espera o negación, las constelaciones están cristalizadas en ambos mórbidos flancos, esparcidas por sus lisuras voluptuosas, esencialmente deseables, es toda clara piel desnuda, hirsutos vellos púbicos, muslos juntos en la oración de deseo negado, un vaho perfumado se concentra como una ardiente niebla lujuriosa en ese confín reservado de tu cuerpo, exhibes tu pudor desatado, verificas oscuros instintos que aun sobreviven en tu profundidad carnal, confirmas tu lascivo desacato, tus ansias invisibles de ser poseída mientras muerdes tus labios para no lamerlos entreabiertos con tu lengua obscena y se echen a volar tus lúbricos quejidos premonitorios de un orgasmo robado a tu inútil recato de virgen encastillada. Mi boca socava esa línea que mis manos abrieron con largo, lento e intenso deleite, mis manos que acariciaron la cálida tersura del interior de esos muslos, que remontaron de norte a sur esa suavidad hasta alcanzar la densa humedad atesorada en la confluencia abierta como una madura rosa sexual, mis labios succionaron el breve y erguido capullo escondido, mi lengua lamió y penetró, mi dedo hurgó surco y pétalos y rozó en pequeños círculos el botón en su cárnica capucha, mi miembro surcó el cauce encharcado y se hundió por debajo del piloso delta abriéndose paso en la rala espesura y una miel espesa y lechosa arrebató de tus entrañas el fuego sagrado.

jueves, 27 de octubre de 2016

TODOS LOS COLORES EN TI


Para MtaG

Blanca la espuma donde navegas por el verde horizonte del muro, blanco vaporoso el vestido que te envuelve en su nieve, blanco el banco donde sentada esperas que vengan tus sueños, blanca la tersa y dulce palidez que reverbera en tu piel otoñal, blanco el inquietante escote que atrapa la obsesiva mirada, blanco el brasier que encopa la pálidas palomas de tu pechos, que hace burbujear el tibio canalillo, que dibuja la breve turgencia de los maduros frutos de tus senos, blancos aun mis claros deseos que enrojecen cada vez que te miro. Verde el muro donde te recortas con tu profunda e insistente mirada, con tu pálida piel suave y excitante, con tu escote en un delicioso escorzo que remarca la plenitud llena de tus senos. Azul el vestido ajustado a tu cuerpo calcando tu insinuante silueta, apretado a tus sensuales sinuosidades como las impúdicas caricias de mis manos que anhelan recorrerte con lenta lujuria. Azul la cóncava curva de tu espalda, azul la tensa comba de tus nalgas, azul el borde del cálido surco que se hunde voluptuoso entre tus pechos. Color trigo tu pelo largo como un oleaje que ha de derramarse una noche en mi almohada en una íntima y perfumada ceremonia. Roja tu boquita pintada de besos, negros tu ojos buscando otros ojos. Rosado carnal la desnudez de tus brazos, de tu rostro con su sonrisa de esfinge, de tus hombros de mármoles coquetos y de tus voluptuosos pechos suculentos. Café oscuro serán o de un rosado tenue quizás los pezones que coronan esas cumbres que sueñan ver mis ojos y besar mis labios mientras las trepan y devoran con deleite hurgando en ese escorzo escondido y egoísta.


miércoles, 26 de octubre de 2016

SIN PUDORES, SIN RECATOS


(Texto bilingüe)

Entre descaros e impudicias nos revolcamos entre los lascivos frotamientos del desenfreno aberrante y la mutua masturbación. Con burda indecencia me deslizo hacia ti y con mis manos voy desnudando tu tembloroso y anhelante cuerpo, mis toscos dedos van hurgando íntimas humedades en tu erizada piel. Mis labios juguetean ensalivados sobre los míos y así lento muy lento mi boca va bajando con pervertida lujuria para enviciarse con las mórbidas lunas de tu pecho que túrgidas bambolean en mi boca. Mientras yo... sediento busco ávido el oasis de tu desierto para beber el sagrado licor sexual de los dioses impuros para saciar mi sed (i). Desvestidos de obsoletos recatos y tímidos sonrojos nos rendimos a los gozosos pecados de los desvergonzados manoseos de las erectas y abierta excitaciones y los ardores de la carne urgida por sentir la plenitud de un desaforado sexo salvaje. En un sutil intento de seducción me aproximo erguido y desafiante a tu piel desesperada, mis manos desnudan tu cuerpo estremecido y ansioso en un urgente ceremonial de íntima sensualidad, mis dedos machos escriben los verbos del deseo en las tibias comarcas de tus carnales contornos. Mis quemantes labios sedientos invaden los tuyos con lentísima y ensalivada lujuria, mi boca hambrienta desciende con perturbado delirio hasta las dos palomas lunas anidadas en tu pecho que juguetonas se dejan atrapar. En tanto busco con la obscena sed de un erguido lobo en celo la jugosa vertiente de tus densas aguas nupciales para beber su sagrado licor para saciar mi sed en tu sed y penetrar impune en tu cuerpo sin pudores.

(i) Paráfrasis de “Sin pudores” de LHSA


domingo, 23 de octubre de 2016

ANALOGIAS DIGITALES


Para ML, oscura miel de oscuros deseos

Entre los largos pastos de la morena primavera, donde la soledad arde soleada y lúbrica en nuestra intimidad premeditada y cómplice, en la boscosa maraña de vegetales cortinajes, insertos en la misma deliciosa calentura, aquí tus manos me desnudan en medio de esa jungla de libidinosas floraciones, mientras allá en ese trópico caluroso mis manos te despojan de tus vestidos para gozarte en la imaginada desnudez con que mis ojos te miran impúdicos desde una lejanía rota y vencida por nuestros coincidentes deseos. Tu dedo invade con analíticas sensaciones prohibidas, penetra y profundiza, arde lento e invasivo, tu mano masturba, frota, aprieta, descorre la suave piel, incesante, rítmica, tu dedo analgésico largo y delgado sabe despertar el placer y adormecer al inquietante y ambiguo dolor, tu lengua lamé golosa y ensalivada el glande, el tronco, las bolas regalando exquisitos placeres, tu dedo analógico suscita voluptuosos estremecimientos, digitales capturas, tu boca succiona con vehemencia de hembra salvaje, ya no contenida, insaciable, chupa, mama, succiona obsequiando sabrosos goces orales, tu dedo analéptico y metiche horada mi apretura carnal de los oscuros deseos sodomíticos, perfora el orificio por donde se vierten fantasiosas perversiones. Mis dedos desean lascivos en tu chocha encharcada, mi lengua lame sus cuatro pétalos y el cárneo surco de esa oscura y rosácea flor abierta a mis vúlvicas obsesiones, mi boca chupetea gozosa tu clítoris, tu vulva humedecida, abierta y tragona se alimenta voraz de mi verga endurecida por tus eróticos obsequios, mi miembro erectado se introduce en ti dándote duro y te hace estallar en un orgasmo de silenciosos labios mordidos. Entre la crecida hierba de la primavera con sabor y color de la canela lujuriosa, allí donde la soleada soledad quema la piel prepucial, un agua seminal escurre densa y lechosa confirmando nuestra secreta amistad afrodisíaca y cómplice.


ANTES DEL OLVIDO


Para MFL

Íbamos a bailar un bolerito pegaditos mirándonos a los ojos, desnudos, solo vestidos con la penumbras de un insomnio conjugado, yo iba a sentir tu cuerpo vibrando de inquieta lujuria entre mis manos, olería tu perfume en cada impúdico sitio de tu celo de hembra soñadora, nos íbamos a dejar llevar por la música y por los deseos, por el roce apretadito de los cuerpos estremecidos, allí mis manos en tus caderas atrayéndote hacia mí, allí tus manos acariciando coquetas e insinuantes el viril miembro en plena erección, nosotros esa noche imposible restregando nuestros cuerpo, incitándonos mutuamente, silenciosos e inmersos en el instante, en ese aquí y ese ahora que ardería como un fuego en ardiente consumación, dedicados en encontrar el goce del otro, a excitarnos más allá del límite del pudor y la cordura, a sentirnos vivos, vigentes, deseables, impuros pecadores nocturnos, íbamos a abrirnos a los instintos, liberados, cómplices en esa fuga de todo y de todos que soñábamos cada uno en el lecho distinto con viciosa persistencia, viviríamos esa intimidad de las sensaciones sexuales para enloquecernos juntos, allí tus manos en mi cuello atrayendo mi boca a tu boca, allí mis dedos hurgando urgentes obscenas tu vulva estilando su íntima humedad, después nos revolcaríamos salvajes y desesperado en el lecho compartido, (en el sueño), consumando en tu orgasmo y mi eyaculación una ilusoria cópula imposible, mientras oíamos a lo lejos un romántico bolero de amor lejano y tierna cercanía. Pero abandonaste las mañanas del tormento, dejaste un vacío y un silencio, un lugar desolado y unas rosas marchitas, y una música que ya nadie escucha porque faltas tú.


sábado, 22 de octubre de 2016

ELLA CAMINA NOCTURNA POR LAS CALLES DE LOS DESEOS


Para Salma, inquietante y ambigua

Vagas por las largas calles de la noche exuberante en tu misteriosa feminidad, sensual en la bella dulzura de tu rostro, sexual en el bamboleo impúdico de tu cuerpo, sola en la nocturna búsqueda de ti misma. Caminas coqueta por las horas más oscuras contoneando tu ambiguo cuerpo ofrecido, vendiendo la delicia de un sexo distinto con esa dualidad de inquietante mujer diferente. Paseas tus deseos en las públicas penumbras exhibiendo tus breves pechos de niña, ocultando tu indeciso y tierno clítoris dormido, y la penetrable y estrecha florcita del sur. Callejeas atrevida, insistente, deseosa, como un perfumada flor de las penumbras, bella, obscena, lasciva y pervertida, buscando un macho en celo que busque en tu secreta lujuria de hembra abierta los pecadores y prohibidos placeres que tu boquita pintada sabe obsequiar con succionante y húmeda alevosía, y aquellos más íntimos que tu ojalito anal glorifica en el rito de una deliciosa sodomía. ¿Que íntimos y sensuales misterios habrán bajo ese cuerpo palpitante de hembra secreta, que sueños, fantasías y locuras contenidas, que tristes desengaños de amores equivocados y que sensaciones guardadas como tesoros? ¿Como besará tu roja boquita pintada, que mirarán con deseos tus ojos maquillados, como se esparcirá tu pelo sobre la almohada, como frotarán tus femeninas manos cuando buscan en la ardiente oscuridad consumar sus lujurias? ¿Qué buscarás por esas calles de la noche, que pequeñas u oscuras perversiones, que intensos placeres o turbias caricias, que goces orales o delicadas sodomías habrás aprendido caminando nocturna? ¿Qué preguntas te quedarán aun sin respuesta?


viernes, 21 de octubre de 2016

ANTIGUAS VOCES SOBRE TI (Collage)


Para ML, en sus morenas turgencias

Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel (i). Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas, el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas, hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos y tu boca que tiene la sonrisa del agua. Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras de la negra melena, cuando estiras los brazos. Tú juegas con el sol como con un estero y él te deja en los ojos dos oscuros remansos. Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca. Todo de ti me aleja, como del mediodía. Eres la delirante juventud de la abeja, la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga. Mi corazón sombrío te busca, sin embargo, y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada. Mariposa morena dulce y definitiva como el trigal y el sol, la amapola y el agua (ii). Tu pelo negro noche terciopelo, trabado oleaje nocturno, sombra de ave susurrante, tu pelo en mis manos fluyendo, escurriendo su oscura marejada, derramado en el beso, en la caricia, en la ternura que acude, en la negrura de su hechizo, tu negro pelo que se enreda entre mis dedos con su dulce densidad perfumada y su misterioso brillo de honda noche tropical (iii). Te propongo que seamos cómplices en los pecados de la carne, en el sueño desesperado de poseernos, después quedarnos un largo rato abrazados, enviciados en el nosotros, dándonos las ternuras que nos debemos, hasta que vuelva a buscarte fascinado en los recovecos de la olorosa canela de tu divino cuerpo de hembra deseada.

(i) “Tu más profunda piel”. Julio Cortazar, 1969.
(ii) “Poema 14”. Pablo Neruda, 1924.
(iii) “Tu pelo”, con leves variaciones. El Autor, 2014.


miércoles, 19 de octubre de 2016

SEIS VIRTUOSOS EXHIBICIONISMOS


Para LH y más

Carne pura desnuda incitante, toda expuesta a los ojos pervertidos, tu periné y el medio surco de tu vulva visto desde abajo, tu ano cuasi virgen, esa estrecha florecita [sic] del sur, ahí las dos bocas hambrientas ofrecidas a la penetración impune. Tu sexo semi entero, la mata de oscuros vellos como un mechón rebelde, arremolinado, su surco húmedo, brillante, con su molusco lujurioso asomado entre los pétalos, una ingle en su carnal consistencia, los labios vúlvicos sonriendo verticales, esperando el miembro que los desflore. Tu tetamenta en escorzo incitante, un pezón erguido en lontananza y el otro como una tibia moneda en el primer plano, su areola con la clara tonalidad de la carne sensible que espera la succión, los labios que la aprieten, el mordisco salvaje. Tu vulva casi de frente casi abierta, mojada por los deseos, por el erótico exhibicionismo, por el hambre fálica de una verga que se hunda en ella hasta el orgasmo, por la sed de una lengua ensalivada que se envicie en su clítoris. Tu espejo cómplice, tú en cuatro con tus glúteos reflejados y la zanja anal que los divide y ofrece el escondido ano a la sodomía consentida, la difusa rajadura de tu trasero delicioso, tus ancas de hembra insaciable, tú desnuda lista para cabalgarte. Tu sexo en pleno, de frente perfecto, de clítoris a periné, el ano anhelando un beso negro, tu vulva abierta, carne empapada, rosada rosa sexual, excitante, ofrendada al miembro viril en la penetración o en la masturbación, al lamido o al dedeo, a mi depravado voyerismo pajero.


VERTIDO SOBRE TUS PECHOS


Para ML, incesante

Fue ver esas dos lunas morenas en la plenitud absoluta de sus orgullosas turgencias y el mástil de mi virilidad se elevó a la erecta altura de mi lujurioso deseo de ti, surgió el sensible glande rosado desde el tierno capullo del prepucio, mi mano frotó mi miembro endurecido en un intenso goce masturbatorio, mis ojos besaban tu oscuros pezones, los succionaban con hambre y sed, lamían la dulce miel oscura de tu piel, amasaban enviciados tus hermosos senos, mi mano apretaba mi verga con deliciosa desesperación, mi mirada ávida te acariciaba desde el blanco collar en tu cuello hasta la blanca tela bajo tu ombligo, se deslizaba por tu suave canalillo, mordía con ternura tus pechos llenos, mi mano subía y bajaba furiosa hasta llevarme gimiendo de placer a la abundante eyaculación que escurrió caliente y densa sobre la tibia canela de tu tetamenta, mi mano aun encharcada del semen que por ti vertí en el éxtasis supremo buscó la cálida quietud de tu cuerpo con la pasión del amante solitario y mis ojos te siguieron observando con el amor de un lejano enamorado para así no alejarme nunca más de ti. Al trasluz del transparente calipso tu opulento y voluptuoso busto refulge de edípicos deseos, las grandes monedas de tus pezones culminan esas amplias dunas de exquisito chocolate, toda tu piel desnuda es una hoguera donde arden mis sexuales apetitos, tus muslos relumbran en su mórbida y prieta luminiscencia, toda tú, morena de mis sueños, incendias los momentos de mis desahogos.


lunes, 17 de octubre de 2016

IMAGINACIONES DE TI VESTIDA


Para ML, insinuante.

En ese vestido de una pieza ajustado a tu excitante figura de grandes pechos amplios y mórbidos de nítida exuberancia, apegado a tu cintura de avispa, que remarca tus anchas y sensuales caderas y la suaves curvas de tus muslos henchidos. Seduces sin tocarte con tu salvaje y sensual soberbia de mujer que se sabe deseada hasta el lecho, mordida y violentada, penetrada con todo mi miembro viril y mi insolencia sexual. Tu mullida tetamenta imponente arde en mi boca que se imagina allí lamiendo succionando tus oscuros pezones protuberantes en medio de sus grandes aureolas morenas. Me sumerjo en tu pelo enredado en mis dedos por atrás de tu cuello y recorro imaginando la sinuosidad de tu espalda hasta la corva de tus duras nalgas de gloriosa hembra calentona. Mis manos se imaginan deslizándose por tus pantorrillas musculosas, por tu vientre plano donde el ombligo reina en ese territorio vedado a mis ojos hambrientos, por entre tus piernas de mujer voluptuosa. Mis labios presienten el hirsuto, negro y rizado musgo de tu pubis, su olor animal, su humedad sazonada, la cercanía de tu vulva sabrosa y de tu clítoris sensible a mis largos lamidos ensalivados. Mi verga se erecta sintiendo que se hunde en tu sexo en una imaginaria y continua penetración hasta la chorreante eyaculación masturbatoria imaginada en el furioso deleite de la cópula. Ya me quisiera yo restregarme contra tu cuerpo desnudo, deslizar mis manos, mis labios, mi lengua, por esas curvas de perfecta joya de caoba carnal engarzada en ese ajustado vestido de una pieza que se amolda a tu libidinosa silueta como una segunda piel que te expone a mis ávidos ojos desnuda.


domingo, 16 de octubre de 2016

TÚ, EN AMARILLO SEXUAL


Para ML, morena diosa del deseo

Toda eres de lujurioso amarillo, flor excitante, destello lúbrico de un sol tropical que enciende oscuros y carnales deseos, que despierta en mi miembro viril los erectos y endurecidos fulgores del atrapado macho en celo. Y la cascada de tus negros cabellos sobre tus hombros de suave canela arrulla con románticos susurros la imposibilidad de un largo beso que te muerda y te queme los labios hasta hacerte dormir en mis brazos. La penumbra invade quieta tu rostro serio mientras busco en esa dulce y oscura miel, en las nítidas comisuras de tu secreta sonrisa y en las dulces almendras de tus ojos risueños, un signo o un vestigio de las aguas calientes de la hembra que se sabe ansiosamente deseada. Derramo mi obscena mirada de macho erguido por las lascivas y deliciosas curvas que te dibujan debajo de ese amarillo que se apega a tu cuerpo como las caricias de una cópula desesperada. Mis manos encopan tus suculentos pechos, los amasan, los aprietan, los palpan enteros buscando las escondidas puntitas de tus pezones, mis manos se sueñan ahí en tus senos ampulosos, mis labios se sueñan lamiendo esas inmensas dunas edípicas, mi nariz se sueña hundida entre esas blandas pomposidades oliendo tu perfume de hermosa y apetecida diosa morena. Y recorro tu escote, tus brazos desnudos, tus rodillas y piernas de café bien tostado, la osatura de tus pies y cada pliegue de tu silueta, y la breve comba de tu vientre palpitante, deslizo mis calientes manos impúdicas bajo el suelto amarillo de la falda buscando la tersa y prieta suavidad de tus muslos, la turgentes curvaturas de tus glúteos, la quemante humedad olorosa de tu sexo, y mis dedos inician allí entre sus pétalos los pervertidos ritos de una imaginada desfloración.


sábado, 15 de octubre de 2016

LUJURIAS DE CANELA Y MIEL OSCURA


“Me siento feliz que todavía inspire todo eso”. M.L.

Todo el negro se sostiene incitante sobre tu perfecta silueta de morena sirena, todo lo oscuro te abraza sensual y te dibuja sobre la perfumada canela de tu piel oscura. Todo tu pelo se esparce en suave maraña enredando en los dedos los ardientes deseos, su oscuro y rizado paraíso con su afro lujurioso hace soñarlo dormido sobre la almohada. Toda la transparencia voluptuosa se aferra a tus pechos fecundos, a ese abismo mullido y tibio que separa esas dos lunas llenas. Todo el negro cuero dibuja las curvas de tus excitantes caderas bailanteras, de tus lúbricos muslos sabrosones, de tus piernas de dura miel carnal. En ti la raza prieta florece desde los trópicos lejanos, en tu cuerpo deseable se confabulan los soles y los siglos, todo en ti eleva y yergue y endurece con su deliciosa negrura. Voy en ti en viaje por ese ceñido rojo coral al imposible destino de aferrarme a tu cuerpo invadiéndolo de húmedos besos soñados, bebiendo en sediento silencio de tu boca y del agua encendida por el mórbido cauce que entre tus senos se abre en tu escote, voy tatuado en tu piel ebrio de su dulce aroma, ávido de verme repetido en el nocturno de tus ojos, de sentir en mí tus manos y sus caricias urgentes, voy viajero sumido en tus mullidas palomas como un solitario y extasiado caminante, voy inserto en la flor rizada de tu vulva como un potro encelado, voraz y sumergido en tu aceitunado cuerpo deseado viajando contigo lejana para tenerte imposible conmigo.


miércoles, 12 de octubre de 2016

SIGO YENDO EN TI


Para Cris

Ayer fui por el rojo de fuego y deseos para acariciar a mano limpia la tersa suavidad de tus muslos, su pálida tersura, su erótica consistencia carnal, su sexualidad persistente que estremece los huesos y desata las urgentes lujurias. Fui por el blanco de nieves eternas para amasar la mullida blandura de tus pechos, su voluptuosa amplitud, su tierna sensualidad y hundirme en tu escote por el abismo del canalillo y ahogarme en sus tibiezas de palomas dormidas. Fui por tus ojos y su misterioso celeste de cielo triste para acercarme sigiloso al intenso rojo de tu boca y atrapar los besos que se echan a volar cada vez que sonríes. Ahora voy rumbeando por los múltiples colores de tu blusa intentado el asalto voraz de tus pechos, por el arcoíris que va de tus ojos color celeste misterioso de cielo abrumador a tus labios de rojo encendidos donde para siempre arden los besos extraviados, por tu delicada sonrisa invisible, por la misma tristeza eterna cristalizada en tu mirada, por la larga cabellera negra como un insoportable insomnio perfumado, por tus brazos desnudos hasta tus manos escondidas, por la suave y tersa palidez de la piel inalcanzable de tus muslos, por su mármol tenue, por su textura de pétalos de rosas impuras, por la tibia fisura que apenas dejan tus piernas cruzadas intentado el erecto asalto de tu vulva, persiguiendo el triangular cojín rasurado de tu pubis (o el vello triangular del cojín de tu pubis, que no lo sé).


martes, 11 de octubre de 2016

TRES SUCESIVOS SUSURROS


“Las voces y las imágenes no acercan, vencen esa distancia imposible.”

Así te dibujan mis deseos de ti, tendida en el lecho esperando, tu negro pelo en la almohada, cerrados tus ojos en la sumisa rendición, tus rojos labios entreabiertos también esperando, tu recatado corpiño ocultando esas quietas palomas en su pálido amarillo, tus bordadas bragas en su puro y virginal celeste cielo imposible donde se niega tu vulva humedecida, así te imagino en mis sueños más oscuros, inundados de la tenue lujurias de tu cuerpo semidesnudo con tu clara piel ávida de mis caricias, de mis besos ensalivados, de mis lamidos impúdicos, de mi erecto miembro trazando los lúbricos jeroglíficos de la cópula, de la penetración salvaje que te rompa como un cristal en el destello del orgasmo y te deje llovida y saciada, abierta y escurrida, sobre el mismo lecho donde mis deseos te dibujan. Deja que mi lengua te toque para punzarte tus pezoncitos dormidos, disfruta las debidas sensaciones, ríndete a la evidencia de tus impuros deseos, dame tus pechos soberanos de mi primera obsesión, esos maduros frutos otoñales, tiernamente caídos, reales, naturales, soberbios en su mullida morbidez, dámelos, pues en ellos consumaré el incesto sin el tabú de la pecadora inserción fálica, no me los niegues, quiero ser tu bebé incestuoso, tu sucio vicio, tu animal sexual, tu bestia gozadora e insaciable. Sacrílego de ti y de tu piel desnuda peco del hambre del delirio de imaginar sobre tu cuerpo mis manos surcando piel y piel en delicada caricia hundida, tibio tacto que me estremece hasta el vicio, sin fuga posible, solo ahí sobre ti en ti por ti embebido de tu suavidad perfumada en los breves fragmentos que de ti poseo, sobre la geografía expuesta de tu cuerpo navego en el peligro del mar de fuego que en tu dulce oleaje me naufraga.

martes, 4 de octubre de 2016

LA CEIBA INCENDIADA


“…y entre juegos empezó todo…”. LH

Solo me queda envidiar al macho pájaro que poseyó tu cuerpo en lo alto de tu ceiba, que olió tu flor en esa altura de extravagante paraíso, que bebió tu néctar destilado en ese sexual ámbito vegetal y te hizo sentir esa delicia de estar recostada en los brazos del árbol de la lujuria, sentir esas sublimes penetraciones arborícolas, sentir que te temblaban las piernas por el doble vértigo de la elevación y del deseo. Solo puedo imaginar tu boquita succionado el erguido tallo viril como una impura mariposa pecadora, imaginar tu rosada vulva florecida entre el cómplice follaje, penetrada en la hermosa frondosidad allí en lo más alto por ese tronco carnal que se hundía erguido y endurecido en tu capullo, imaginar ese esqueje que se injerta profundo en tu abierta floración, imaginarte realizando tu morbosa fantasía estremecida por una emoción indescriptible, escondida entre los verdores de la espesura del obsceno árbol del cobijo y el límpido azul oscuro del cielo encubridor, allá por la finquita cerca de la tierra caliente. Tú clavada, ensartada, empalada, machihembrada en el vuelo vertical de una loca cópula arbórea, ebria de adrenalina, impregnada del espeso y lechoso polen fálico, perpetrada, enarbolada, ambos cimbreándose al ritmo animal del coito de ancestrales primates salvajes, meciéndose en un lascivo equilibrio, tu tetamenta bamboleándose como dos frutos llenos en su excelsa madurez, tus muslos como suaves ramas que atenazan el otro cuerpo macho, tus manos ocupadas arañando la madera varonil en carne viva. Ya con la noche encima, los puedo imaginar transfigurados en aves copulando en un silencio de mordidos susurros y quejidos contenidos, envueltos en la alternancia de los perfumes vegetales de la ceiba y la guanábana, humedecidos por el calor agobiante del día y por el ardor del peligro de que los sorprendan en el lúbrico acto, estremecidos por el morbo del espacio abierto a ajenas miradas. La arboleda exhala el aroma inconfundible del sexo saciado, a ras del suelo la tierra va absorbiendo las gotas derramadas de la densa agua seminal, mientras el anochecer va rememorando el mismo rito repetido en las junglas iniciales allá en la madrugada del mundo. Más allá, cerca de un agua distinta, burlas envidiosas confirman el resplandor que emanaba de la ceiba incendiada.


lunes, 3 de octubre de 2016

ALTURAS DE TI


Para la musa helicónica, regia.

Toda esa sinuosidad de tu cuerpo es límpida y pura en su belleza carnal e impura tentación en el deseo que oscuro y libidinoso la observa capturado en tus hechizos. Toda perfección en tu silueta contiene la poética lujuria de las lejanas e imposibles esfinges y también la obscena percepción de la fáunica calentura. Eres incesante sirena, ninfa deseable, musa inevitable, y a la vez obsesión de lobo en celo, carne soñada del hambre del macho onanista, erótico y sublime objeto del sátiro irreverente. Todo en ti posee el fulgor del sexo desesperado; amplios mullidos turgentes tus senos de lunas llenas, fina grácil curvilínea tu cintura niña de sensual avispa inquietante, anchas sexuales excitantes tus caderas de tentadora hembra voluptuosa, la comba insoportable de tus glúteos, las suaves curvaturas de tus muslos, la exacta largura de tus piernas. El misterioso atractivo de tu rostro pulido con dulzura sobre el tenue mármol de una solitaria madurez decreta un ámbito romántico que se despeña por tus labios en un beso imposible. Quizás ahí en la altura colonial de la bahía el amor te atañe insistente sutil invocadora de ternuras escondidas y besos extraviados, pero el incitante dibujo de tu figura te convierte en brasa flama fuego que hace hervir la sangre cautiva del amante embrujado y desechado. Cada altiva curva que en ti se demora calca las ondulaciones de un impúdico desasosiego, solo las manos de un divino alfarero enamorado pudo fundir en ti ese equilibrio absoluto y feroz entre ampulosas convexidades y lúbricas concavidades.


domingo, 2 de octubre de 2016

ARBORESCENCIAS


Deseando a AM

Te aferras golosa al tronco vertical, tus brazos desnudos abrazan el cilindro duro, elevado, erguido, grueso, tus manos obscenas lo rodean, lo acarician, lo frotan, confirman su consistencia endurecida, aprecian su diámetro. Tu piel morena brilla con eróticos fulgores, tu cuerpo asume la misma curvatura con tu rostro, tus pechos ampulosos, tu estomago y tu vientre, con tu pubis. Tus piernas ya un tanto entreabiertas se imaginan a horcajadas cabalgándolo, tu magnolia humedecida se imagina pene/trada, llena, colmada, saciada de ese grosor imposible, tu negro pelo se derrama paralelo intentando fluir hacia ese falo imponente. Excitado sigo con los ojos ávidos las curvas que dibujan tu espalda, desde tus hombros color miel bajando por esa suave concavidad hasta la comba inquietante de tus nalgas, por tus muslos carnudos y sabrosos, por tus pantorrillas en piel viva, por tus tobillos y por tus pies. En un ejercicio de insoportable voracidad te voy lamiendo por todos los fragmentos de tu tersa y dorada piel expuesta, saboreo así tus profundos sudores, y tu saliva en un beso que te come la boca, te huelo entera poro a poro y por el surco de cada pliegue, te desnudo con mis labios voraces para liberar tus senos y sus oscuros pezones, para hundir mi nariz en la tibia copa de tu ombligo, para abrir tus lascivos deseos de hembra ansiosa, para liberar las mariposas que aletean en tus entrañas, para ver florecer la mojada rosada rosa de tu sexo, para que mi urgente virilidad se yerga endurecida y sea el tronco vertical al que te aferras golosa.