jueves, 4 de abril de 2013

A MEDIA MAÑANA

Todo mi Amar en ti se revuelve y retuerce como en un lodo tibio y perfumado de voluptuosa consistencia, arden mis fuegos erectos en su llama insaciable quemando tu piel desnuda allí donde estés, se derrama en ti la densa lava de mi semen ardiente, escurre por tus valles y colinas, por las dunas y surcos de tu cuerpo incendiado, y te imagino escondida en un rincón en penumbras estremecida por esta sensación de poderosa posesión que mi deseo que te alcanza como un viento tórrido en la afanosa mañana de tus rutinas. Y estarás buscando mi aroma de macho por los pasillos y los cuartos vacíos, en el tumulto de las salas de espera, en los jardines de descanso y en las ventanas que dan al día que va sucediendo, y me soñaras despierta con mis manos deslizándose con tierna y vehemente impudicia por tu desnudez bajo tus formales ropajes, te inquietarás por la sensualidad desatada que invadirá tu alma de hembra en medio de las gentes y los rostros que te rodena como fantasmas congelados porque yo estaré allí para no dejarte tranquila hasta que mis labios sedientos de ti atrapen tus pezones en un dulce beso niño. Quiero abrumarte de mis instancias genitales, que nuestro Amar hierva en el caldero de las pasiones como un brebaje sagrado y mágico que se evapora en un vaho denso donde se mezclen tus intimas fragancias con el aroma macho de mi virilidad inhiesta, quiero cohibir tu recato de niña virginal y coartar tu pudor de seria dama intocable para que te derrames como una dulce miel sobre mi ídolo que te acecha erecto en los insomnios compartidos donde tú y yo nos consumimos en la eterna hoguera del amor-deseo con las manos tomadas y las bocas en beso. Mi Amar en ti se sumerge en un lodo tibio y perfumado arde en su llama que quema tu piel y se derrama en ti como un densa lava ardiente, escurre por tu cuerpo incendiado, mientras buscas mi aroma de macho por el día que va sucediendo, y sientes mis manos en tu desnudez secreta, y te inquietas sintiendo mis labios que atrapan tus pezones en una dulce succión de niño-macho, y te abruman mis ansias genitales, y hierves en el caldero de nuestras pasiones donde tus intimas fragancias y mi aroma macho inhiesto se fusionan a pesar de tu recato de niña virginal y tu pudor de dama intocable hasta consumirnos en nuestro amor-deseo enredados en la hacendosa rutina de tu mañana.


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