jueves, 15 de octubre de 2015

INNEGACIONES


Para Susymabe

"No es tener sexo lo que cuenta, sino tener deseo.” Marguerite Duras

No puedo negar que cuando tus labios succionaban la bombilla mi mano pecadora comenzaba ya a sobar el bulto fálico que acechaba como un dragón dormido en mi entrepierna. Como negar que cuando tus manos jugaban amasando incitantes tus pechos sobre la blusa azul con sus lentejuelas, sus tachas y sus brillos mis manos afanaban bajando el cierre de la jaula del dragón pifiante y lo echaban al vuelo con sus endurecidos fuegos y sus ansiosas calenturas. Tampoco niego que cuando tus manos bajaron una de las copas de tu blanco corpiño mi verga iniciaba instantánea su sensible erección atrapada entre mis manos que la ayudaban solicitas a volar por los tibios pajonales del manual delirio del gozoso consuelo. Imposible negar que cuando tus dedos apretaban y pellizcaban en un erótico juego el pequeño y tímido pezón mi mano impenitente ya llevaba camino recorrido en la masturbatoria ceremonia del verte así ofrecida e insinuante a los designios de mis pequeñas perversiones. No negaré que todas tus deliciosas provocaciones: chupando golosa la bombilla, amasando tentadora tu mórbida tetamenta, exhibiendo obscena la mullida teta y su ciego pezón, me elevaron por sobre las montañosas distancias y me llevaron en éxtasis a los márgenes de un lejano océano. Y no he de negar que ahí envuelto en la tentadora visión de esa pálida paloma carnal e impúdica expuesta con sexual desparpajo a mis deseos onanistas, mi mano me fue masturbando acelerada mi erguido pene hasta derrumbarme en una chijeteante eyaculación, y dejarme encharcado laxo lánguido saciado hasta la misma coronta de mi solitaria lujuria.


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