jueves, 14 de enero de 2016

MIENTRAS TU DECIDES YO ESCRIBO


Pour Elle, la muse essentielle

Tu verás si dejas pasar el tiempo día a día lentamente, o año tras año en sus fugaces destello casi instantáneos, tu verás si te marchitas como una pequeña flor invisible esperando la caricia tierna y romántica del inexistente príncipe dibujado en tinta azul sobre los vidrios vacíos o en el espejo del silencio, esperando que un día imposible un macho eche abajo la puerta de tu dormitorio y te viole a zarpazos sobre el lecho destrozado entre gritos de gozoso dolor y brutales sudores sexuales. Lo que es yo, voy a imaginarte a destajo, sin límites ni censura, porque te convertiste de una manera misteriosa y lúdica en soberbio referente sexual, así tal cual. Como que el sutil juego de coqueto erótico que jugamos cada uno en su caverna, las charlas con doble o triple sentido que compartimos de vez en cuando, las coquetonas e incitantes inspis (sic) mañaneras que espero ávido cada mañana solitaria, son los primitivos ritos de una ceremonia que no une en una delicada y cómplice trama de perversión. Y es que una sola visión de tus muslos, tu pubis, tus ingles, o tus pendejitos, me insta a escribir desaforado como una bestia en celo, como si estuviera en tus alturas, con chocolate menta y campanarios, y las palabras escurren densas y calientes intentando (re)seducir a la amiga cómplice, pudorosa, beata, recatada, que no necesita sexo sino amor, solitaria hasta la desesperación, para decirle entre soeces metáforas que cuando no está me falta su cercanía incitante, su intensa presencia erótica y su siempre inquietante mariposeo. Tu sabrás si te decides por la cópula imaginaria con un consorte pintado en añil, o por la grata masturbación compartida en tardes minuciosas, o te quedas orgullosa con la sed que no se sacia mas que en el juego lujurioso de los cuerpos sudorosos, tú sabrás.


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