Pour la
Comtesse dans ses rouges
Es el rojo trasluz de la ventana, es la luz
de otro territorio, es su pie allá en lo alto al contraluz del rojo, es su
pierna elevada sobre la otra, su piel suave en su lisura iluminada, así sin manchas
ni textura, es el muslo angelical en su virginal tersura, es el rojo en aquel
rincón y acá la luminosidad soberana de tus piernas viajeras, Cruzando las
Piernas y Apretando los Muslos (i). [Un paréntesis en rosado contra el rojo
burdeos de un denso cortinaje, ella irreconocible sobre entre pieles de fieras
escaqueadas, aunque siempre sus soberbios muslos al desnudo, exhibiéndolos.]. Son
dos rojos paralelos, como costa y horizonte, acá la roja franja iridiscente de
la camisola debajo de la cual surgen los muslos deliciosos, allá la zona del
cubrecama rojo salvaje sobre la que se
posan los pies urgiendo pervertidos fetichismos, entre rojo y rojo la desnuda palidez
de las piernas incitantes, Cruzando las Piernas y Apretando los Muslos
(i). Y otra vez el mismo rojo trasluz de la persiana con la luz de la
comarca mediterránea, ahora como fondo estremecedor del muslo perfectamente
centrado, solo carne voluptuosa, penas unas tenues manchitas, lo demás lo crea
la imaginación invocada por ese rojo rayado. Y por último en rojo es un pequeño
rectángulo como una ardiente rosa geométrica sobre el lecho, pantorrillas y pies
al aire, las piernas abiertas en excitante actitud de hembra receptiva, abre
esas piernas, hembra mansa (ii), abierto arco carnal que
confluye en la vulva que se adivina, allí sobre las mismas pero otras
cuadriculas de felinas pieles donde la sigo soñando, para que me abras las
piernas nuevamente (ii). Florecen sobre tanta exuberante piel desvestida
los rojos verbos de la cópula y de la masturbación, del sexo que tienta
pecadoras depravaciones en búsqueda de los goces prometidos, la mano urgente
atrapada entre esos mulos apretados, el miembro inserto en la abierta flor
escondida en su propio rojo humedecido, la boca besando rojos labios, todo en un
rojo lúbrico que desata las lujuriosas sensibilidades de los otros rojos, los
de mi brillante glande y de su párvulo clítoris.
(i) Tipos de
masturbación femenina. Web Fertilab.
(ii) Abre las piernas, amor mío. Miguel
Oscar Menassa.
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