Para NL,
como un sortilegio de una luz escondida.
Entre tu pálida
piel y el rosa extraviado, por el vedado territorio del recatado escote, por la
orilla impúdica de tu deliciosa madurez, ahí entre tus tenues pechos escondidos
voy caminando por tu cuerpo en su vendimia, bebiendo su dulzor para llegar a tu
roja boca y sentir como te estremeces encendida cuando te beso en el secreto
del verso, cuando furtivo y tímido te voy deseando, intentando romper tu
seriedad de etérea dama, derrumbar tu pudor de quieta y lejana estatua y
hacerte recobrar los sueños y los deseos de tus perdidas primaveras y lejanos
estíos allá en los nocturnos parques de tus memorias. De negro riguroso y rojos
geranios, de pie como una misteriosa deidad que oculta su impura sensualidad, con
sus vivos sentidos palpitando bajo esa inquietante oscuridad. Ah! si yo pudiera
llegar a tocarte, vagar por ese lugar ceñido y caliente como un peregrino en
deliciosa erección sintiendo insoportablemente tu humedad. Muero por deslizar
mis manos por los intersticios de tu intimidad para reconocerla en mis sueños solo
por el tacto y su fragancia. Ser en mitad de la noche macho y hembra en goce
amorosamente acoplados, yo penetrando en ti y tú abierta a mí, urgidos de antiguos
deseos compartidos y permanecer así profundamente tatuados, saciados del embriagante
vicio de la lujuria, desnudos y salvajes en la noche virtual recuperando la
secreta obscenidad y la íntima lascivia que no fueron arrebatando los años, para
sentir estremecido que huelo tu olor de hembra y me derramo.
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