domingo, 27 de noviembre de 2016

MARITÉ A CONTRALUZ


(El autor agradece infinitamente la dulce y depravada complicidad de una divina amigui [sic] que untó mi voz con el deseo insoportable de escribir este texto.)

Habitaría toda la mórbida consistencia de tus carnes intocadas, esas soberanas ancas de umbrosa yegua solitaria, por toda la noche de tu imperio clausurado, dejaría mis manos humedecerse en tus liquidas lujurias y en tus íntimos sudores, me revolcaría en tu sexo como un insaciable fauno seducido. Yo, que un día hace muchos años escribí: “Lo que daría por verte semidesnuda, con apenas tus bragas ocultando tu pubis y tu sostén ocultando tus pechos. Solo verte sin tocarte. El doble daría por verte desnuda, por solo mirar tus pálidos pechos, tus pezones escondidos, tu pubis quizás ensortijado, y yo tocarme ahí donde mi deseo se yergue y endurece por ti.”, sin saber que ya existías en algún recoveco de esta misma ciudad, pero presagiando tus aromas de hembra en púdico celo silencioso y secreto, de mujer deseable pero intocable, de etérea dama ardiendo en sus propios fuegos inconsumados. Y ahora, por gracia, agradecida, de una grata amistad cómplice y pervertida, te poseo ahí a ojos vistas con tus bragas y tu sostén de floreados rosados y celestes, con tus cárneos paisajes al borde del total desnudo, como un óleo casi obsceno de una mujer hembra madura semidesnuda contra el resplandor de la luz que penetra por la puerta abierta y el ventanal cristalizado en medio del morbo del contraluz que arde con el apetitoso contorno de tu exuberante carnalidad. Presiento que puedo hacerte mía en el verbo que escribo y en la imaginación que desato, aunque atrapada en tus recatos huraños, aislada, sola como otra esfinge habitante continua de un crepúsculo inmóvil, rodeada de felinos emasculados y de muebles inútiles en una inmensa casa vacía. Ahora bien; ¿Donde huelo tu fragancia de mujer para mí lejana, donde beso tus senos desesperando tus pezones? ¿Cómo logro que mis manos amasen ávidas tus glúteos suculentos y soben subiendo tus muslos con las ansías de alcanzar la húmeda y virginal floración de tu vulva?


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