Crees que te has marchado porque
no me ves ni me sientes deslizándome por tu piel bajo el amarillo incitante,
pero ya habito los más adentros de tu cuerpo y cualquier día volveré a ser
densa vertiente en ti y sentirás que una savia nueva recorre tus venaciones,
otra vez, y se volverán a desplegar tus alas como las de una mariposa saliendo
de su capullo, alzarás los vuelos de tus instintos y yacerás, otra vez, apegada
a mi cuerpo como un tatuaje indeleble, otra vez, el río de los camalotes y las
islas perdidas seguirá fluyendo por tus piernas y solo tu sabrás que es mi cuerpo
restregándose desde muy dentro de ti hacia el afuera de ti semidesnuda inmersa
en mis deseos. Todas las aguas son en ti mis manos boca labios lengua que toman
posesión de ti. Incitaré a las copulas secretas con mis propias aguas tus pies,
tus tobillos y tus rodillas, surcaré tu surco vulval como antes, bebiendo de ti
tus ansias jugosas, vibraré con tus estremecimientos cuando mi boca se
reenvicie en tus pezones buscando incestuosas sensaciones, acariciaré tus
muslos, tus nalgas, tu ombligo inundado, yaceré, otra vez, en ti trabado como
un caracol lujurioso que te envuelve en sus densas babas calientes y va dejando
en tu vientre, en tu pubis, entre la intimidad de tus vellos, un texto
intraducible donde esta escrita y descrita con detalles la eterna posesión de
mí por ti. Nadie huye de lo que posee como marca, cicatriz o tatuaje, por eso y
para siempre te seguiré besando desde adentro aunque tú creas que ya te has
marchado de mí.
jueves, 23 de enero de 2014
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