“Quiero el follaje de tu selva oscura temblando aquí en mi piel que se deshoja”. Pasión Otoñal. Norma Estuard
Siempre toco tu rosa, la presiento y la
deshojo lentamente con mis dedos curiosos, los humedezco en su rocío y en ellos
bebo entonces tu deseo, rozo tu capullo sensible para sentir en mis yemas los
estremecimientos de tu clandestina lujuria. Desato los nudos de tus pudores, deshago las redes de tus temores y
desconfianzas, derrumbo los muros de tus congeladas lejanías. Te surco en el
sueño de mi mano en tu rosa húmeda, mi nariz ebria de su perfume, mis ojos
hurgando en sus ardientes intimidades, y vivo las ansias carnales del sueño de
estar en ella penetrado, ahí húmedo, atrapado entre sus rosados pétalos
succionantes. Me sumerjo entre tus senos para que sientas ahí mis besos y
lamidos, para que sientas mis edípicas perversiones, para que sientas las
impudicias que te oculta tu cuerpo. Sentirás en tu boca mi lengua urgiendo tu
beso, sentirás entre tus piernas mi miembro abriéndolas, sentirás mis manos
engolosinadas en tus pechos, sentirás mis labios mordiendo tus pezones y sabrás
que no puedes escapar de mí, sentirás que soy tu dueño macho, el amo y señor de tu carne y sus ansias, y
sabrás que sigo y sigo penetrado en ti. No te salva tu silencio de mis garras
de terciopelo, de mis dientes amorosos, sigo poseyéndote en la distancia y en
nuestras fantasías, nada te salva de mis intentos, de mis acosos, de mis
asedios de potro perseguidor, de mis escabrosas
seducciones, ni tu ausencia inexplicable ni el frío filo de tu silencio,
porque eres mía desde que abriste tus noches a mis lascivas obsesiones. No sé porqué
te me desapareces, te me escondes, te me haces invisible, silenciosa, ausente,
si igual mis deseos de besar tus labios, de frotar tu piel entera, te alcanzan
estés donde estés. Cubres tu sensual y distante desnudez con el velo de tu
silencio pero mis ojos traspasan esa sutil transparencia y te tocan
estremeciéndote. Cuídate de mis deseos que arden en cada poro de tu piel, ya
sabes que siempre toco tu rosa, aunque me la niegues o me la escondas.
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