Para Salma, inquietante y ambigua
Vagas por las largas calles de la noche
exuberante en tu misteriosa feminidad, sensual en la bella dulzura de tu
rostro, sexual en el bamboleo impúdico de tu cuerpo, sola en la nocturna
búsqueda de ti misma. Caminas coqueta por las horas más oscuras contoneando tu
ambiguo cuerpo ofrecido, vendiendo la delicia de un sexo distinto con esa
dualidad de inquietante mujer diferente. Paseas tus deseos en las públicas
penumbras exhibiendo tus breves pechos de niña, ocultando tu indeciso y tierno
clítoris dormido, y la penetrable y estrecha florcita del sur. Callejeas
atrevida, insistente, deseosa, como un perfumada flor de las penumbras, bella,
obscena, lasciva y pervertida, buscando un macho en celo que busque en tu secreta
lujuria de hembra abierta los pecadores y prohibidos placeres que tu boquita
pintada sabe obsequiar con succionante y húmeda alevosía, y aquellos más
íntimos que tu ojalito anal glorifica en el rito de una deliciosa sodomía. ¿Que
íntimos y sensuales misterios habrán bajo ese cuerpo palpitante de hembra
secreta, que sueños, fantasías y locuras contenidas, que tristes desengaños de
amores equivocados y que sensaciones guardadas como tesoros? ¿Como besará tu
roja boquita pintada, que mirarán con deseos tus ojos maquillados, como se
esparcirá tu pelo sobre la almohada, como frotarán tus femeninas manos cuando
buscan en la ardiente oscuridad consumar sus lujurias? ¿Qué buscarás por esas
calles de la noche, que pequeñas u oscuras perversiones, que intensos placeres
o turbias caricias, que goces orales o delicadas sodomías habrás aprendido
caminando nocturna? ¿Qué preguntas te quedarán aun sin respuesta?
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