martes, 11 de octubre de 2016

TRES SUCESIVOS SUSURROS


“Las voces y las imágenes no acercan, vencen esa distancia imposible.”

Así te dibujan mis deseos de ti, tendida en el lecho esperando, tu negro pelo en la almohada, cerrados tus ojos en la sumisa rendición, tus rojos labios entreabiertos también esperando, tu recatado corpiño ocultando esas quietas palomas en su pálido amarillo, tus bordadas bragas en su puro y virginal celeste cielo imposible donde se niega tu vulva humedecida, así te imagino en mis sueños más oscuros, inundados de la tenue lujurias de tu cuerpo semidesnudo con tu clara piel ávida de mis caricias, de mis besos ensalivados, de mis lamidos impúdicos, de mi erecto miembro trazando los lúbricos jeroglíficos de la cópula, de la penetración salvaje que te rompa como un cristal en el destello del orgasmo y te deje llovida y saciada, abierta y escurrida, sobre el mismo lecho donde mis deseos te dibujan. Deja que mi lengua te toque para punzarte tus pezoncitos dormidos, disfruta las debidas sensaciones, ríndete a la evidencia de tus impuros deseos, dame tus pechos soberanos de mi primera obsesión, esos maduros frutos otoñales, tiernamente caídos, reales, naturales, soberbios en su mullida morbidez, dámelos, pues en ellos consumaré el incesto sin el tabú de la pecadora inserción fálica, no me los niegues, quiero ser tu bebé incestuoso, tu sucio vicio, tu animal sexual, tu bestia gozadora e insaciable. Sacrílego de ti y de tu piel desnuda peco del hambre del delirio de imaginar sobre tu cuerpo mis manos surcando piel y piel en delicada caricia hundida, tibio tacto que me estremece hasta el vicio, sin fuga posible, solo ahí sobre ti en ti por ti embebido de tu suavidad perfumada en los breves fragmentos que de ti poseo, sobre la geografía expuesta de tu cuerpo navego en el peligro del mar de fuego que en tu dulce oleaje me naufraga.

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