Después de la entrometida luz
inicial vinieron las penumbras acosadas por la mañana escandalosa del verano y
por el sol curioso voyeur asomándose por las rendijas para remarcar las
siluetas escondidas en el antiguo templo de Onán. La maja vestida, goyesca e
incitante, coqueta vestal esfinge recostada sobre el colorido lecho. La charla
que se fue derivando por los abismos de la encantación, de la excitación velada
y las junglas perfumadas de la lujuria. Las penumbras condescendientes
envolviendo las sombras sonrientes en un ámbito de voluptuosas convergencias.
La invitación al vicio solitario, la aceptación, el lecho compartido en el
florecimiento viril, la mano tibia quemando el falo tímido, acariciando con
tierna y constante curiosidad. Los pechos pálidos, mullidos, invitantes, los
breves pezones de niña, la boca en ellos cumpliendo el rito edípico del macho
niño huacho, las manos encopando, tocando, acariciando con tierna vehemencia la
sensible verga erectada. Las penumbras encubriendo el ceremonial del manoseo
masturbatorio. La mano suave deslizándose, las uñas rojo brillante sobre la
tibia piel suave del prepucio. Las ternuras buscando la salida, la puerta, la
vertiente seminal. La desnudez develada hacia el vientre lúbrico, el pubis y el
triangulo azul cobalto que niega y oculta con un amistoso pudor la dulce flor
florecida en su florescencia. La mano propia onanista en el falo ya no tímido
cercando la contingencia del goce, de los arcanos del placer, del pequeño e
íntimo paraíso, masturbando. Los ojos entrecerrados, los quejidos contenidos en
las penumbras calurosas, y de pronto el destello, el relámpago, el clímax, la
eyaculación plácida, reposada, insertada en la plena confianza y la cercanía
indudable. La quietud saciada en los roces cariñosos, en la intensidad
sudorosa, en la charla que va difuminando el grato pecado, la complicidad
declarada en la promesa y la impudicia. Las penumbras vencidas por la puerta
que se abre al mediodía escandaloso del verano y deja entrar al sol en su
cálido esplendor saciado.
martes, 4 de febrero de 2014
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