martes, 18 de febrero de 2014

EXTRAÑOS DESEOS


“yo, Casandra de Ilión a la que amaron / en su patria los cerros y los ríos,”. Casandra, Gabriela Mistral.

 “Iría Cassandra una y otra vez / a morir en ti”. Summa Ática LXIV, Varelio

Te borraré la boca a besos, te dejaré enmudecida silenciosa, dejaré marcados mi dientes feroces en tus labios adoloridos, te ahogaré con mi lengua, abarcaré tu comisuras en un beso que te arda en la entrañas. Abarcaré con mi boca la tentación de tus senos, de tus pezones inhiestos, dejando en ellos como baba de caracol el resabio de mi saliva, tatuaré en tus pechos los geoglifos que detentarán mis deseos en tus secretas memorias del placer. Deambularé por tu vientre besando lamiendo describiendo lentos círculos apasionados en torno a tu ombligo, cuenco esencial de la inconfesable conexión incestuosa, ojo de tifón que atrae la voracidad incontenible de un misterioso fetichismo ancestral. Vagaré por las corvas de tus nalgas combadas, me deslizaré por entre ellas con ansiosos afanes lingüísticos hasta la pequeña y apretada abertura prohibida para consumar en un mórbido beso de antracita una proscrita sodomía bucal. Surcaré tu sexo embebido, la brevísima turgencia rosada y mórbida de tu clítoris, la doble celada de tus otros labios verticales, punzaré la erótica vergencia simétrica del perineo, lamberé tu vulva de punta a cabo hasta que la pene/tración sea desesperadamente invocable. Slupparé sobre el botón capullo en una feroz estimulación clitoriana derramando tus quejidos y estertores, abriré su capuchón con la puntita lingual, con la puntita fálica, con la puntita de mi dedo índice, salivaré la íntima campanita para lubricarla y anegarla de su propia esmegma perfumada en una salvaje estimulación sexual, entonces quebrantando los tabúes imaginarios que separan lo real de lo virtual, beberé de ti.

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