jueves, 7 de noviembre de 2013

NOCTURNO SIGILOSO

“El erotismo es la aprobación de la vida hasta en la muerte”. George Bataille, El Erotismo, Barcelona, Tusquets Editores, 2007.

Y me fui surcando tu cuerpo arado o velero entre densas espumas dejando rastro estela en tu aguas solemnes, me fui como enrumbando a tus pechos islas majestuosas coronadas por los soles de tus protuberantes pezones, me fui arrastrando lamiendo tu piel en su sal marina en su sabor de hembra cortejada en su blandura tierna yesca inflamable, me fui bordeando el canto de tu silueta incandescente, los intersticios, los vestigios, los sortilegios de la noche por donde duermes intranquila, me fui yendo despacito por tus piernas subiendo subiendo subiendo sostenido en la caricia, en el beso largo, ensalivando a mojados lamidos de caracol la huella del intento, me fui acometiendo fauno macho niño la veleidad de tu sexo en su humedad, en su ardor, en su consistencia de fruto abierto, me fui hundiendo en ti devorado consumido anegado de tus deseos dormidos, encarcelado por tu pubis palpitante, me fui vertiendo seminal en tu dulce salada vulvedad sin amparo, consumando el misterio, el pecado, el deseo, entre acesantes suspiros contenidos y leves besos demorados, me fui aquietando apegado a tu silencio de esfinge fingiendo dormir en su desierto, y me fui alejando como sin querer de tu sueño inquieto antes de que la luz madrugadora me delatara.

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