“el vaso cae al
suelo, ya no es necesario,” (Anónima en su voz.)
A medida que te iba leyendo me iba excitando,
palabra a palabra, imagen a imagen, e iba sintiendo como mi miembro se iba
erectando bajo el pijama, sintiendo esa deliciosa y sensual sensación de una
erección lenta e incontrolada, instintiva, y mis ojos te espiaban desde lejos y
acercando a través de la fresca oscuridad de la noche, mirando extasiado como
tu cuerpo en su semidesnudez de negro tul se movía cadencioso y provocativo al
ritmo de una música que yo solo imaginaba por esa danza solitaria excitante, vi
tus manos deslizándose buscando explorando hasta abrirte al deseo, te vi
recostada en tu lecho lasciva, estremecida, deslumbrante e iluminada por la
hoguera de tu mismo fuego, y mi miembro endurecido necesitó de mi mano para
soportar sentir gozar la intensidad de su erección, y fui el vaso que tu boca
besaba, sentí tu mano ardientes aferrándolo, tus labios sedientos saciándose en
mí, y fui agua en tu boca, agua disolviéndose en tu saliva, paladeada por tu
lengua, vertiéndose en ti, y volví a ser vaso cristal, lisura, y rocé tu vulva
rosada húmeda flor abierta, surqué escurrí me deslizaba en ese cauce sexual
llevado de tu mano, fui ojos vaso verga macho, frotado, usado, gozado, objeto
del rito de tu masturbación, vi tus ojos cerrados imaginándome, tu boca
entreabierta, sentí tu respiración acelerada, oí tus leves quejidos en medio
del silencio de esa música lujuriosa, después los lúbricos quejidos, y luego la
obscena sinfonía genital de tus grititos cuando sucumbiste a la perturbadora y
desatada embriaguez de tu orgasmo, y en ese mismo instante entré penetré me
hundí en ti, duro y tierno a la vez, macho niño en tu cuerpo hembra niña, gozo, éxtasis, locura, placer, vida,
muerte... nada existe allá afuera de nosotros, en ese destello de amor
pasión deseos estallamos en un solo grito coincidente en una densa felicidad
compartida, en el goce pleno de la cercanía consumada, nos quedamos besándonos
como si quisiéramos prolongar el instante hasta el vicio mientras el vaso yo
nos espía retozando, jugando, acariciándonos con las ternuras desnudas, felices
en el lecho desordenado, en el dulce silencio del después.
Nota.- La palabra
‘vaso’ viene de “vasum” (en general recipiente de cualquier tipo, también
oquedad cóncava o instrumentos y útiles de cualquier oficio). La forma “vasum”
alterna en latín con ‘vas’, ‘vasis’ Es interesante notar que “vasum” tuvo
también en latín un sentido obsceno, referido al pene. Etimologías de Chile.
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