jueves, 2 de octubre de 2014

LE BAIN MATINAL


Imagino que vas a bañarte y dejas la puerta del baño entreabierta un poquito para que pueda espiarte calladito allí piluchita, exhibicionista y provocadora, desatada en ese íntimo ceremonial mañanero. El agua caliente escurre por tu cuerpo derramada y surcante, tus manos enjabonan sus pliegues y valles y sinuosidades, sus cauces y sus combas voluptuosas, las espumas se adhieren a tus vellos ralos como algas en tibias arenas, te acaricias instintiva, te rozas, te anegas de sigilosos deseos reprimidos. Te veo reflejada en el espejo secando tu lúbrica desnudez con la lujuriosa toalla, tu mórbida carnalidad, pálida y sexual, tibia y sensual. Te espío con la voracidad lúbrica de un sátiro sexópata oliendo los aromas distantes de tu cuerpo fulgurando en una desnudez impúdica de hembra deseada. Te develo y carcomo voraz erguido duro excitado, babeando como una bestia insaciable por tus sabrosuras de mujer en celo allí a mano acariciante hurgadora de dedos prestos a vúlvicas inserciones y falo en erección flagrante penetrante relamiendo en mis labios la saliva que mi lengua lamedora esparcirá lamiendo desde los confines de tu periné hasta la delicada plegadura de la tierna capuchita de tu clítoris sabroso. Te fisgoneo en el desparpajo de la imaginación en alto vuelo, planeo sobre ti infinitamente pequeño, me hago casi invisible entre las fibras de la toalla que te deshace con sus mullidas caricias a lo largo y ancho inserta y rozando íntimos enclaves, tibios lomajes y húmedas angosturas, abro surco irrumpo penetro impregno mientras te dejas llevar por el deleite sensorial de enjugar el agua que te asedia. Caminas así en luctuosa desnudez pampaneante y soberbia al cuarto donde los recortados felinos te esperan acechando en la pervertida selva de mis ojos feroces.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres muy curioso bandidito mío.