sábado, 3 de enero de 2015

BUENAS NOCHES EN EL PALOMAR


Para A., desde el pasado hasta el hoy.

Besaría tu boca hasta embriagarme de tu saliva, hasta ahogarme en la profundidad de tu aliento, y así ebrio y naufrago aferrarme a tu pelo como a un perfumado mar de cimbreantes algas. Prevaleceré volcado en el acoso de tu voz que se reparte en ecos y gemidos en las honduras calurosas del bosque entre ciruelos y laureles, en la umbría cercanía del pimiento y del eucaliptus, en tu dialecto de idiomas entrabados, de paisajes remotos en el tiempo y en las banderas, en tu pelo desbordado sobre tus hombros, vertiente de sedosidades que mi dedos anhelan. Dejaría los murmullos del atardecer para ir hacía tus senos, palomas en sus vuelos desnudos, surcaría el valle enmudecido buscando la anamorfosis o el espejismo, la sensación de abismo entre mórbidas dunas, el emanado roce bifurcado en las mejillas. Será tu largo pelo de suaves antracitas, la sinuosidad de tu espalda en la continuidad de tus nalgas, en gris y negro vestida, el dulce perfil de tu rostro, la piel de tus brazos donde me acuno en nocturno celo, será la inminencia del deseo, de las lujurias, del delirio de la cópula en sus quemantes ritmos y sonidos. Será el nocturno. Buenas noches esclava mía, hoy tu Amo habitará tu lecho, perfuma tus pechos, pon carmín en tus sensibles pezones, pero no perfumes la flor de tu sexo porque tu Dueño beberá de ti buscando tu sabor más intimo y más puro para embriagarme en los derrames de tu savia, hasta ahogarme en la profundidad de tu vulva, y así ebrio y naufrago aferrarme a tus caderas como a un tibio mar de cimbreantes algas.

Enero 24 de 2009 - Enero 2 de 2014


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