(Dueto)
Deja de lado tus trancas y remilgos, abre tu
mente al placer e imagina: estamos tú y yo con ese machote vergudo, los tres
desnudos retozando en una cama de dos plazas… él se deja hacer, somos nosotros
los que lo “usamos” para nuestros antojos… para nuestro pervertido deleite
compartido…, ahora imagina que tu tomas esa vergota encapuchada con dos dedos y
comienzas abajarle el forrito muy lentamente… como pelando un plátano… hasta
que aparece su glande terso, brillante, muy rosado, casi rojo, va apareciendo
despacito como el sol al amanecer… hasta que sale completo afuera de su
capucha, casi podemos oír su estallido al escaparse de su funda… Blop!!, y
luego comenzamos ambos muy juntos a lamer ese tronco tenso, suave y aterciopelado… mmm… lo lamemos desde
los pendejitos que nos hacen cosquillas en la narices hasta el orificio de la
puntita… nuestras lenguas ensalivadas se encuentran sobre ese mástil erecto y
juegan entre ellas, tal como nuestros labios se besan voraces al coincidir en
un mismo sitio del carnal cilindro de ese pene fastuoso… luego los chupamos un
ratito cada uno, por turnos, mientras el otro lame sus testículos o tira de
esos pelos ensortijados, y así hasta que el macho se excita el límite y te
penetra a ti de un solo envión!!, yo me masturbo desesperado ante la violenta
penetración, nuestras miradas se encuentran y se besan cómplices y felices, tu
gozas con ese falo endurecido en tu vulva que llena tu vagina y te sifonea
rítmicamente, yo llevo mi mano libre a tu clítoris y lo dedeo masturbándote así
penetrada hasta que llegas al orgasmo entre retorcimientos y estertores, y el
macho eyacula un chorro de semen caliente que te quema las entrañas y yo
eyaculo sobre tus senos chorreándolos de mi lechada ardiente…, tu estás con los
ojos cerrados vagando por el séptimo cielo y gimiendo de goce… luego de
recuperar los sentidos los abres y ves… Abro los ojos y miro a mi alrededor
y veo a dos guerreros en reposo, de pie a cada lado de la cama, como esperando
ser despertados; giro a mi derecha con rollos y todo y tomo en mis manos tu
verga, la acaricio suavemente hasta sentir que se empieza e endurecer
levemente, entonces te tiro sobre la cama y la empiezo a besar con
ansiedad hasta sentirla en todo su
esplendor, mientras con la otra mano acariciaba la otra verga y te pedía que é
besaras mi chorita y mientras yo lo
seguía masturbando hasta que nos envolvíamos en un juego loco y desenfrenado y
acabamos los tres juntos.
Nota.- En cursivas la
erótica imaginación de la coautora MEHG.
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