Maja semidesnuda bajo el blanco satinado
esperando la fui besando con salvaje calma contenida para que se le fueran
macerando los temores. La besé luego con el hambre feroz de un desolado ermitaño
vencido y me besó succionante como una sedienta flor desesperada. La disgregué
a besos vivos en pulidas piedras de cuarzos y hematitas hasta derrumbar la
esfinge que la encarcelaba. Lamí bese su cuello explorando los sabores de su
cuerpo liberado, y el lóbulo de su oreja buscando donde guardaba sus artes de
hembra inmaculada. Mi mano se deslizo ascendente por la suave concheperla de
sus muslos. Sentí el fuego escondido bajo su piel estremecida y me sometí a las
urgencias de los deseos desatados. Alcanzó mi mano dedo el tímido paraíso
vertical y hurgó rebuscando con delicadeza de caracol en celo la tibia joya de
su clítoris. Froté insistente y tierno, vehemente y dulce, excitado, el botón
floral donde convergían sus ansias de ser poseída. Su boca inquieta reflejaba
en sus labios entreabiertos lengua embebida el goce que fluía subiendo como una
lava quemante desde su vientre y se derramaba en besos y contenidos murmullos. Mi
dedo aceleró los breves círculos sobre su carnal capullo y fui percibiendo el
in crecendo de su placer desatado, sus íntimos estremecimientos y el salvaje
revoloteo de mariposas liberadas. Nos besamos, nos miramos a los ojos,
sonreímos felices, con la quietud voluptuosa del amor saciado. Iniciamos entonces
los juegos de las pequeñas perversiones que florecen cuando la sensualidad se
ha desbordado. Desnudó un pequeño pezón como una breve rosa rosada y en el fui
macho niño besando lamiendo mamando alucinado en la incestuosa revelación. Vi
en su pubis la oscura grama recortada que apuntaba como una erótica flecha de
obsidiana al vértice vórtice que yo soñaba. Besé sus muslos deslumbrado por su
miríada de tenues pecas y los ralos vellos de su pubis, con la sexual reverencia
debida. Demoramos lo más posible la inevitable despedida y salí a la noche aun
embaucado por sus magias de hembra sola, sus hechizos de mantis deliciosa, y
sus nacientes embrujos de esfinge liberada.
domingo, 22 de diciembre de 2013
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