Un día, de lluvia, te voy a poseer con los
ojos y ahí recién sabrás quien soy, solo ahí, con los ojos, y beberé un sorbo
de ti para paladear tus deseos sin tocarlos, y te seguiré sorbiendo sorbo a
sorbo como un vicio imperioso, necesario, imprescindible, sentirás entonces que
suavelentointenso te irán apareciendo las maripositas cada vez más revoloteadotas
porque son las yemas de mis dedos, mis labios, la puntita de mi lengua que te
recorren lujuriosas y sabrás que ya soy dueño absoluto de tu piel hacia adentro
porque lo que hay afuera del nosotros no me importa, y luego besaré tus manos subiendo
hasta la parte interior del codo ida y vuelta, besaré y lameré una y otra vez
hasta diluir en mí esa gotita de parfum
que te habrás puesto en las muñecas para vivir en carne propia la posesión y la
intensidad y te llevaré y traeré dormida como en un tango copula consumación, me
sentirás en tu piel rozando besando lamiendo circulando y deslizándome por tus
brazos desnudos, mientras atrapo cada partícula tuya para ponerla en mi boca, ensalivarla
y volver a ponerla en ti y así vayas siendo mía de a poquito, completamente mía,
dejándote fluir, sintiéndome ahí bajo las sabanas para que puedas hacer como que
no estoy y dejarte fragmentar en dulces pedacitos y te pueda poseer partícula a
partícula en la lenta intensidad de esa tarde de lluvia, o pensándolo bien quizá
no será necesario esperar las lluvias porque a veces llueve solo en el corazón
en tormenta, en el alma cuando esta nublada y en la carne trémula cuando esta
encendida, y pueda decidir antes donde te pongo, saber como te abarco entera, aunque
seas alérgica a mi perfume, a mi saliva, a mi sudor, a mi olor natural y a mis
savias elementales y vaya dejando una marca donde te bese o lama tanteando lo
que te gusta y lo que no, como explorando suavelentointenso los derroteros de
tu cuerpo, compenetrándonos sin limites pero buscando el placer del otro, sin
apuros, con delicadezas de amantes eternos hasta que me digas tu rendición calladita
al oído y yo te siga besando hasta hacerte llorar bendiciendo la lluvia.
domingo, 1 de diciembre de 2013
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