jueves, 23 de abril de 2015

PARALAJES


Dedos que dedean los rosados encendidos sensibles pétalos de la rosa protegida, su sajada humedad, el borde sinuoso, entre el botón y la divisoria, manos que aferra soba sube y baja aprieta el miembro erguido en su virilidad solemne, su carnal suave dureza penetrante, punza brillante su glande. Apremios visuales como lentas caricias de una fantasía sexual que degrada y corona a la favorita del templo. La estimulación que logra el éxtasis transgrediendo un tabú, experimentaciones del sexo sodomítico, previas lubricaciones, placenteras provocaciones alternativas, la autoestimulación que dibuja esa sonrisa de placer en tu rostro antes de cerrar los ojos. Cerca del clítoris goce y de placer, evanescencias de juguete sexual, boca o penetración. Aquella escena erótica que siempre haz soñado, dildos y lencerías, los detalles de lo que hacen tus manos mientras te hablo con susurros de voz ronca que te hace imaginar lo que está sucediendo, sonidos motivadores para que tu mente vuele embebida de gemidos que sustituyen las palabras. Tu busto, tu pubis, tus ancas de hembra calentona, torvas suciedades, erecciones y eyaculaciones, semen, orgasmos espasmos estremecimientos grititos mordidos fluidos vaginales. Ascético monje masturbante, casto lobo lamedor, místico pervertido siempre al filo de sus recuerdos, en esa otra vida, infinitamente más rica y sugerente, donde las parejas suelen agazapar los intensos, u obsesivos o apasionados secretos inconfesables, y sobre todo inconfesados. La segunda voz y lo evocante; lo escópico, en la presencia de un otro especular que debe ser solemne, por ejemplo en la discreción de mirar; lo oral y su lugar de complemento cuando se asiste en la mesa; lo anal y sus derivadas en el intercambio de objetos (i).

(i) H. Basile


No hay comentarios: