Estarás entrando en la noche de
sola mujer adormecida envuelta en los silencios de tu cuerpo en la vigilia, de
las semillas brotando en tus íntimos deseos, en la noche que te abarca en una
difusa oscuridad donde arden entre antiguas cenizas la brasas vivas de tus
lujurias, nocturna te viertes en los sueños de tiernas caricias encendidas, te
estremeces en esa desnudez que escurre por tu cuerpo entre el negro oleaje de
tu pelo y el blanco oleaje de las sábanas, anochecida te inundas del rocío que
fluye de tu sexo inevitable, te sueñas poseída, penetrada, te sueñas abierta,
receptiva, te sueñas atrapada en los goces, en los estertores y en los besos entre
el lecho y el macho erecto que socava tus escondidas obsesiones, yaces en medio
del nocturno saciada de suspiros y quejidos, laxa y sonriente, húmeda de ti, mojada
por el denso licor fálico, derramada, anegada, perpetua en la memoria del macho
amante para siempre enclavado insaciable en tus noches de hembra incautada. Sales
de la noche humedecida estimulada digital burbujeando en la tibia modorra,
sumergida entre las sábanas que te acarician como un amante aun no saciado, abres
los ojos al día y su rutina, te desflora la mañana con su inicio somnoliento,
sensual, lubricado, te sientes invadida de un lento goce que sube misterioso desde
tu vulva y te absorbe en su densa lascivia, te orada la voluntad, te somete a
los urgentes manoseos del goce que florece desatado entre tus manos, te
levantas soñolienta y excitada reviviendo en tu piel aquel sueño donde fuiste
poseída, penetrada, donde eras abierta, receptiva, donde estabas atrapada en
los placeres, en los estremecimientos del orgasmo y en los hondos besos del
macho erguido que saciaba tus escondidas pulsiones, entras en el agua que
escurre caliente por tu cuerpo y te lava los pecados que cometiste a lo largo
de la noche, te purifica fluyendo y quemando tus pechos, tus pezones, tu sexo, tus
muslos, tu vientre y tus nalgas, tus manos aun embebidas del semen que escurrió
en ellas espeso y gozoso, sales del agua limpia y entumecida, el sueño vuelve a
ser semilla nocturna esperando brotar en tu insomnio cuando vuelvas a los
brazos de la noche.
lunes, 20 de abril de 2015
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