“Besar
la almohada morderla y pellizcarla
ponerla sobre mí y apretarla” MFL
Besas la almohada, la muerdes y la pellizcas, la pones sobre ti y la aprietas, sientes
que alguien te abraza y en esos momentos te olvidas del mundo pues me sueñas ahí,
y de alguna misteriosa manera es cierto porque mis deseos abarcan tu todo, me
llamas, tu boquita entreabierta pronuncia mi nombre halagando mi invisible
virilidad, y yo soy tu almohada entre tus piernas y me froto en tu vulva, me
apego a tu pubis, rozo tus senos, mi miembro se erecta orgulloso y sensible,
duro, punzante, y abres tu vulva para que la surque con mi lengua, mis dedos y
mi verga la penetre. Ahí, contigo aferrada a la almohada consumamos la cópula
como en un rito sagrado precipitándonos
trabados y gozosos al lúbrico abismo del insoportable placer. Nos
besamos y nos abrazamos envueltos ya en las ternuras del crepúsculo del sexo,
cuando la pasión desenfrenada ha decantado y florecen las ternuras y las
cercanías en la quieta plenitud de las penumbras. Y todo es porque tú me
invocas oscuras y obscenas sensaciones y obsesiones, me incitas a la búsqueda
de nuevas emociones sexuales, a agotar la sexualidad más allá de los límites
triviales, a encontrar el sentido último al egoísta goce eyaculatorio. Y es que
tienes que dejar de pensar, solo debes sentir, hacer como que no eres tú sino
solo una mujer atacada y conmocionada por la jauría de sus propias lujurias,
debes desatar el nudo de tu pudor casi virginal, saber en tus adentros que
aunque eres nueva en estos avatares y no eres experta, me complaces, me
calientas mucho cuando estas excitada y dejas de autocensurarte, porque eso te
hace mas deseable, es como si fueras virgen y yo el ungido que te ha desflorando.
Por eso te persigo tanto, por eso te pido fotos para excitarme, por eso te deje
entrar en la intimidad de mis instintos, por eso quiero que pierdas la cordura,
que vivas la intensidad del sexo conmigo, abiertamente, porque sé que así vivirás
la vida mas alegre, así te sentirás distinta, motivada, feliz, y saldrás de la
caverna donde has vivido enclaustrada, porque sé que las emociones y
sensaciones sexuales te ayudaran a salir de tu realidad unos momentos. Y me harás
feliz al saber que he sacado a la luz a la hembra que se escondía en tus
recatos y miedos, pues solo así justificaras la lasciva mitología de mi razón
de ser.
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