lunes, 23 de febrero de 2015

ONIRIA ILUSORIA


“Distorsiones, cambios de perspectiva, entre otros, son juegos visuales que utilizo para navegar a través de lo real y lo ilusorio, más cerca del sueño que de la figuración”. Peri Labeyrie

Si los oníricos deseos que nos urgen soledades y lúbricas ansiedades se cumplieran un atardecer cualquiera en cualquier lugar entre tu boca y la mía, en cierto lecho sin pecado de un cuarto de ventanales ciegos, no solo haríamos el amor enrevesado de los amantes sin tiempo ni lugar, sino también platicaríamos abrazados de nuestras vidas posibles e imposibles si nos hubiéramos conocido medio siglo antes en el paraíso del aguas o en el barrio de la aguas contenidas en el aljibe subterráneo, nos besaríamos con ternuras atrasadas, con la felicidad en la yema de los dedos y con las bocas abarcando todos los besos negados por el mal azar o el incomprensible destino. Y estas ansias de poseerte hembra en tus intersticios, de estar dormido entre tus pechos, de beber de tu vulva los dulces licores embriagantes de la pasión, se consumarían en esa hora larga como los años nuestros, y te buscaría por los lugares donde tu perfume ha dejado las huellas de tu paso, en las sábanas y en mis manos delirantes, mordería tu cuerpo como un caníbal poseso para cubrirte entera sin resquicios, como potro erguido sobre tu lujuria enyeguecida, dejaría tu boca mordida y tu voluptuosa desnudez rasguñada, tu rostro enrojecido y tu sexo anegado penetrado lamido violado hasta en sus más recónditas honduras. Y hacía el amanecer inevitable me dejaré caer vencido y feliz porque orbité tus senos como un engendro desolado, porque añadí a tus pezones las pervertidas salivas del incesto, y porque gocé los mórbidos contornos de tu cuerpo exhibido en afán masturbatorio como un arcángel maniatado o un demonio demente.


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