“Quien inventó la distancia no tenía ni idea de lo que era extrañar a
alguien...” Anónimo
En el sueño hay un viaje que
siempre han soñado, un vuelo de ave en libertad de ida y de vuelta, en el sueño
ellos se encierran y se besan en ardientes preámbulos antes de hacer el amor,
ella desnuda se tiende a su lado, él fuma ansioso de la posesión y ríe feliz
rozando sus pezones con la punta de su nariz, hundiendo su rostro entre sus
pechos, y baja a buscar el aroma de su vulva que se mezcla con el humo del
tabaco que como un incienso erótico invade su sexo húmedo, lo lame alborozado
en la consumación del antiguo sueño mientras percibe estremecido que ella
mantiene el mismo inquietante sex-appeal que desde siempre hace que la vea y se
excite, ese cuerpo que le encanta y le hechiza, sus senos, sus glúteos, que le
incita el ávido deseo de tocarla acariciarla besarla entera, ella lo va besando
de a poco, besa el miembro, juega con sus labios sobre el, lo toma como un
biberón, baja suavemente hasta la base de la verga y juega con su lengua y
labios besándolo, haciéndolo soñar dentro del sueño, sus manos acarician sus
tetillas mientras hace del falo una locura de amor, hasta que él declame su
amor por ella y grite de placer, de emoción, sus deseos de placer con su cuerpo
para que extraiga todo el placer posible de su cuerpo, ella baja sus labios
hasta el centro entre la flor del sur y la base del pene, y la dureza de la
verga es su bombón, su golosina, y chupa, lame, succiona esa sabrosura del
príapo hasta introducirlo entero en su boca, él siente a su potranca en celo,
en amor, en pasión, él se entrega, ella le pide el miembro porque es de ella y
ninguna lo puede gozar, ella siente como lame su flor abierta y le pide que la
haga suya, él desliza su lengua por ella, chupetea su clítoris, lo chupa lo
muerde lo come, pone la punta del falo en su vulva y lo va metiendo lento lento
entero, todo dentro de ella, y luego la jinetea, se mueve para metérselo
entero, todo, para que sienta sus bolas rozando (ella pide mas, mas fuerte más
más), la culea loco como un potro (no pares, no pares grita ella), su pichula
entera está adentro, la culea más y más rápido (ella pide más, más, más), hunde
su pichula en su chucha (ella aúlla, grita, se queja, pide que la chuchee más),
él siente que va a eyacular, la chuchea más, más, culea como loco (ella pide
que acaben juntos) y hunde su verga en su chucha (juntos, juntos, no pares,
dice ella), la culea rico, le dice que goce así así y le inunda la chuchita de
semen caliente gritándole que lo sienta, ella orgasma entre quejidos, ambos abrazados,
se estremecen juntos, se besan, se deshacen en tibias arenas y se sumergen
felices en la ciénaga del amor. Ella comienza su viaje de retorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario