Veo las ricas
tetas de la Zorrita y me excito con su amplia, mullida y mórbida blandura, y
sus grandes pezones sobre esa pálida piel. Veo la rosácea zorra* de la Zorrita
y me caliento; sus negros
pelitos rizados, su brillo carnal, su delicioso surco sexual abierto y húmedo,
su clítoris expuesto a mi lujuriosa mirada. Veo los deditos de largas uñitas
muy cuidadas abriendo los tibios pétalos del sexo hambriento, la veo a medio
penetrar por el dildo calipso y se me yergue
duro el miembro gozador, y mi mano viciosa lo aferra de inmediato como la
empuñadura del puñal de mi virilidad y lo masturba en un sube y baja del
prepucio. Veo otra vez esa tetamenta y esa rica vulva y acelero la paja hasta
la densa eyaculación y se derrama mi semen sobre el rojo colaless. {Otrosí}. Me
iría deslizando a besos y lamidos ensalivados, ardientes y quemantes, por ese
tibio cauce de tu espalda, por esa suave convexidad sensual, ahí donde se une a
tus caderas, por el ceñido surco entre tus nalgas insertando mi lengua en su
sabrosura, para bajar hasta la húmeda flor abierta de tu deliciosa y rosada
vulva impregnada de tus más íntimos y marinos sabores donde invernaría
humedecido en tus jugos sorbiéndolos de cada uno de sus pétalos, y seguiría
bajando lamiendo besando por las tersuras soberanas de tus muslos hasta el arco
del revés de tus rodillas y quedarme ahí tatuado a besos en tu piel, en ese
lugar clandestino donde nadie me vea.
* La palabra zorra es una palabra vulgar para
referirse a la vagina y a la vulva, en Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario