jueves, 3 de septiembre de 2015

BREVARIO DE S. M. (XII-XIII)


Te asomas solitaria a la ventana curiosa e inquieta, sabes que afuera la vida bulle de pájaros y flores, de amores que llevan a los cielos o a los abismos, de tormentosas pasiones que desatan secretos instintos, de sexuales entreveros que destilan hasta la última gota del placer. Observas desde lejos sin atreverte por tus tímidos temores, a abrir de par en par el ventanal y lanzarte a las sensaciones de las dulces alegrías primaverales o las tristes penas del amor, de los abiertos e intensos goce del sexo imaginado, real o virtual, que te esperan si cierras los ojos y abres tu cuerpo al delirio. (Alguien te mira y mira excitado del otro lado del vidrio deleitándose con la pálida piel de tus pechos soberanos deseándote erecto desde el ardiente jardín de las delicias.) Piensas, reflexionas, meditas, vuelves una y otra vez a pensar, al final confirmas lo que ya sabes; solo tú decides tu destino, o te dejas volar hacia húmedos fuegos y renovados sueños o vencida te dejas resecar escondida detrás del frío cristal. {Otrosí}. Mis erectos deseos fluyen por tu desnudes en penumbras, por esa extensión voluptuosa de tu cálida piel exhibida para mis ojos de macho sediento del licor de tu dulce sudor que estilas cuando en la cópula te disuelves en los goces de un sexo desaforado que arde en tu cuerpo como una hoguera que solo se extingue en los deliciosos estertores del orgasmo. Como deseo ser esa suave piel que acaricia tu cuello y tu escote y que tu mano apenas toma con sensual delicadeza femenina, como deseo habitar esas penumbras que difumina tus pechos negando ocultando escondiendo tus claros y ricos pezones, estar ahí en las sombras detrás de ti con mi verga erguida hurgando entre tus pálidos glúteos buscando el húmedo sendero que lleva a los insertos placeres sexuales de tu vulva succionante, y acoplarnos en un tierno rito de lenta e intensa fornicación con mis manos en tus ampulosas caderas y mi boca en tu cuello besando y lamiendo para sumergirte extasiada en las sensaciones de un sexo sereno y tranquilo hasta inundarte de mi eyaculación.

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