viernes, 15 de febrero de 2013

NO HAY OTRA MUJER

No hay otra mujer que me haya dado lo que me has dado tú, no hay otra a la que haya abierto mis más secretos laberintos, a la que haya mostrado sin pudor mis oscuras fantasías, mis deseos mas impúdicos y ocultos, no hay otra mujer que ante sus imágenes haya practicado con tanta intensidad el solitario rito de la masturbación, no hay otra mujer con la que haya realizado la deliciosa ceremonia sexual solo con la voz, los susurros, los quejidos, no hay otra mujer con la que haya sentido, sin tocarla, la voluptuosidad de sus senos, la dulce humedad de su vulva, el perfume y la caricia de su pelo, la tierna y obscena suavidad de sus muslos, de sus nalgas, de su vientre, no hay otra mujer con la que haya dormido toda una noche succionando sus pezones, o lamido su sexo o su flor anal, no hay otra mujer que me haya hecho eyacular con tanto goce solo escuchándola o mirándola desnuda, no hay otra mujer que haya despertado en mí los deseos sexuales con la fuerza de un huracán desenfrenado, no hay otra mujer con la que haya vivido la sensualidad absoluta y total de la verdadera entrega, que va más allá de lo físico y alcanza a hacer brotar la semilla mas profunda del alma en una comunión en que el sexo es sagrado y su placer justifica los años de soledad y ausencia, no hay otra mujer con la que me haya desatado como un potro en celo y la haya perseguido para montarla pene-trándola hasta el grito indecente y el lascivo dolor, no hay otra mujer con la que haya sido a la vez macho, hijo y hembra en medio de la locura de un torbellino de sexo y cercanía y complicidad, no hay otra mujer que me haya calentado tanto aun en la imposibilidad de la distancia y con la cual he vivido las más eróticas erecciones, no hay otra mujer que se me haya entregado como esclava y doncella, como madre y hembra, como puta y como virgen, como amiga y como amante, no hay otra mujer a la que haya pene-trado, violado, abusado, gozado, con la felicidad de poseerla en la plenitud de su cuerpo y de su alma, no hay otra mujer que me haya enseñado la más maravillosa experiencia emocional y física que he vivido; el Amar.

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