sábado, 9 de febrero de 2013

SOBRE EL LECHO

Así me pensarás ahí en la orilla cenagosa de la noche, en el hervidero de deseos que bullen sobre y bajo las sabanas del desconsuelo, desnuda ardiente ansiosa de unas manos que en delicadas artes de fauno depravado de nueva apariencia y otra vigencia a la greda dormida de tu carne. Tus pechos llenos esperarán esas manos para que se hundan en su plenitud en caricias de macho niño buscando los pezones erguidos, o el roce tímido de unos labios en su erecta sensibilidad. Derramado tu pelo sobre el lecho mustio aguardando enredarse en la ternura de los dedos que volverán de las caricias de tu rostro con la pasión incandescente en sus yemas sigilosas. Toda tu piel desnuda pálida expuesta en su languidez de acecho de fiera hambrienta como una estatua que guarda en sus sinuosidades las hechicerías viciosas que convergen en tu sexo oloroso a ti, a tu intimidad pene/trada por las visiones febriles de un macho obsesivo que te persigue y embauca desde la otra orilla de la misma noche. Apetitos en su consagración en medio del tremedal de las perfectas locuras, silencios inusitados que se deslizan por concavidades y convexidades en una exploración lujuriosa en busca de tu clítoris imaginado hasta el áspero clímax y la densa eyaculación.


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