sábado, 9 de febrero de 2013

CULMINACIÓN

Tu mano encopa tu pecho soberano y el libidinoso pezón se muestra voluptuoso, contraste carnal sobre la piel pálida, botón de fuego que enciende la mañana. Perfecta imagen perfecta fijada para siempre en mi memoria poética, erótica, edípica, anhelo equivoco del niño haciéndose hombre. Cuantos buceadores desearían navegar en ese pecho ostentoso ociosos y ahogados, en la tibieza de su mar profundo y convexo en busca de su perla, del hermoso espectáculo de ese pezón erecto, breve risco sobre suave duna, tentación de eróticos mordiscos y placenteros chupeteos, con su etérea aureola acorralan los sueños, incitan a urdir oscuros pecados incestuoso en el tacto de su instintiva belleza, freudianos elementos de los deseos, carnales invocaciones de las ansias que atacan y vencen y humillan al que alcanza el milagro de su visión clandestina. Tu pecho duerme como paloma asesina, dejando sufrir su distancia y su altivez intocable. Quimeras de nácar y madreperla. Cae sobre tu seno ampuloso de virgen madona mi mirada desvergonzada, roza ese pezón, se escurre desde esa cúspide encendida y alzando los antiguos mástiles en los muelles cansados, abriendo las puertas a los deseos lejanos, a las ansias instauradas de macho en celo. Tibia paloma de sueños que tu mano anida erótica, y donde mis labios sucumben a la visión de lo imposible. El placer es inevitable, el calor, la imagen, los deseos, el miembro duro. Mis ojos te acechan, te queman como vahos hirvientes, como látigos sobre la piel inmaculada, como bocas hambrientas acechando tu perla cultivada, tu pezón duro de deseo, carnal fruto en tu pecho, rosado, breve, erecto, donde imagino han de jugar tus dedos ansiosos. Mijita rica! te chuparía ese pezón embriagado, lamería tu vulva humedecida, te sorbería el clítoris hasta hacerte gritar! Te penetraría lentamente para que sintieras como mi verga te posee, entrando en ti, en tus instintos, en tu cuerpo de niña ansiosa. Te besaría el cuerpo entero, con mis labios, con mi lengua, con mi verga dura escribiendo sobre tu piel palabras de deseos, de fantasías soñadas. Saciaría tu sexo caliente y húmedo, jugaría con mis dedos en tu clítoris erguido, hundiría mi dedo hurgando hasta tocar el secreto punto del clímax, hasta tus instintos de hembra en celo. Sentirías como mi verga te llena, como se mueve dentro de ti y roza tu vagina sensible hasta que encuentres el esperado camino al orgasmo, entonces vertería mi brebaje de macho incautado desde que vi tu pecho desnudo.


No hay comentarios: