Nos dirigimos a la habitación. Ella entró
primero, y se dirigió al centro de la habitación, esperándome, la tomé en mis
brazos y le di un beso de lengüita, que ella me correspondió algo desangelada. La
tomé por sus senos y empecé a desnudarla quitándole la blusa, me llevé una
grata sorpresa, sus senos eran grandes y hermosos, coronados por unos pezones
prietos de grandes aureolas más oscuras, que me gustaron mucho. Luego le quité
el pantalón, dejándola en sus pantaletas grandes de encaje, como de señora. Así
la dejé completamente desnuda. Su pubis estaba cubierto por un negro y espeso vello,
que le cubría hasta las zonas inguinales y ocultaba completamente su sexo. Como
la parte superior de sus muslos era muy pálida se generaba un voluptuoso
contraste. Acaricié su vulva y ella me acaricio el pene por arriba del
pantalón. Me quité la ropa, dejándola cuidadosamente en una silla que se
encontraba en el cuarto y nos tendimos los dos en la cama cubriéndonos con la
sabana y acariciándonos. Apague la luz. Bajé a su pubis, y adopté la posición sexagésimo
novena, ella me empezó a mamar mi verga, con deliciosa pericia. Y como no
quería acabar antes de pene/trarla, después de unos momentos de goce mutuo la
coloqué al borde de la cama, le froté mi miembro tieso en su vagina y poco a
poco fui penetrándola, ella empezó a gemir y a quejarse, cuando sentí que ay mi
glande había entrado, introduje de un envión, mi falo entero, ella se quejó con
un grito apagado. Empecé a moverme en un lento mete y saca, que ella también
correspondió siguiendo el mismo ritmo. Luego más y más fuerte hasta que eyaculé
abundantemente dentro de ella. No supe si su orgasmo fue real o fingido, no era
parte del trato así que no me importó. Luego nos besamos y nos quedamos
dormidos un rato. En la mañana, nos despertamos juntos, me metí al baño a
bañarme y ella me acompañó al poco rato, la enjaboné, acariciando su cuerpo
joven y ella me abrazó y me besó, yo diría con cariño. Una vez que estuvimos
vestidos, le pagué sus honorarios, o su salario sensu stricto, y se fue. Nunca más la volví a ver.
domingo, 13 de abril de 2014
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