Ella de repente se aparta y le
obliga a echarse boca arriba en la cama. La pichula está roja e hinchada, es
gruesa, y el prepucio ya ha dejado salir algunas gotas viscosas y
transparentes. La chica va directa a su objetivo, lame desde los testículos
hasta la punta del falo y se mete el glande en la boca. Comienza a succionar, lo
traga casi hasta la base, saliva mucho. Sus manos se pasean por el torso de él,
a veces dejando ir las uñas, arañando de forma controlada. El amante siente esa
lengua y la agitación femenina, ha conseguido excitarla como quería. Está
mojada y dispuesta, quiere comérselo. Él puede ver su culo blanco y suave en
pompa mientras chupa y chupa, a veces tragándose el miembro, otras lamiendo con
la lengua fuera, hilos de saliva por todas partes. Tiene que detenerla,
necesita penetrarla. Con delicadeza la obliga a cambiar de posición y ella se
queda en pompa todo lo que puede, apoyando su cabeza y las tetas en la cama. Él
puede ver cómo su ano se relaja y contrae, como la chucha congestionada y
rosada gotea. Al principio va a penetrarla sin más, pero antes baja al culo
femenino, y ella suelta un gemido. Clava la lengua en el ano rosado. Sorbe y
chupa el ano y la vulva por detrás. La espalda arqueada de ella. Su cuello, su
boca abierta y los ojos cerrados. Él se soba su capullo morado, la verga
venosa, endurecida y de glande brillante. Mueve el culo de ella y la pone boca
arriba. La despatarra. Acerca la boca al coño. Escupe en la flor abierta y
luego esparce la saliva por sus pliegues y el clítoris. Él sorbe la dobleces
rosadas durante al menos un minuto, quiere saborearlo y empantanarlo. Un
pequeño flujo de los licores femeninos le moja la barbilla. Se incorpora
relamiéndose y pone su balano encima del clítoris. Ella tiene espasmos. Pero la
verga aún no la penetra. Solo punza el clítoris, lo masajea con el glande. El
capullo se pasea por los pliegues sin entrar aún. Chapotea en la vulva jugando,
haciéndola esperar. Comienza a babear por una comisura -la de ella- y un hilo
de saliva comienza a colgar y a temblar a cada golpe mientras comienza a
orgasmear. La saliva cae en la almohada. Temblores. Oye como de lejos sus
gemidos descontrolados.
sábado, 5 de abril de 2014
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