viernes, 11 de abril de 2014

MADUREZ EN LA MIEL DEL OTOÑO


La que fue constante amante clandestina en el lecho duerme en su invierno presagiado, somnolienta en su vuelo de gaviota extenuada, agotada en la miel de su otoño, adusta o ausente, derramada en la fugacidad de sus adentros la observo arrobado desde el rincón de sombras mustias donde desaparecían de súbito los jarrones de los lirios. La he visto frente a los espejos desnuda, entre el vaho del vapor cuando su cuerpo se entregaba a la voluptuosidad del baño mañanero desnudo, de pie como una estatua de maderas y cristales mientras se desvestía para volver a entrar en la noche. He gozado en éxtasis la visión de su pubis en continuo movimiento, la suave vellosidad que allí crece musgo sagrado en torno a la flor insistente, la comba de sus glúteos girando, los perfiles maduros de sus senos en sus pezones coronados, la insistencia de su ombligo buscando beso, saliva, punzadora lengua. Oculto en las lámparas y los ceniceros vi sus largas piernas deslizarse en la sensual transparencia del nylon, el arco de sus pantorrillas, sus pies de uñitas pintadas, las rotulas y sus envés, los muslos pálidos incitando la caricia o el entrevero. Días hubo en que espié con morboso sadismo enamorado su vientre el canalillo las axilas y el detrás del cuello, los pliegues de los años y aquel dulce rostro cansado, las tersuras, las aureolas, las blanduras, las manchas de las manos agobiadas, el pelo cano. Como una lúcida revelación contemplé una tarde hacía el crepúsculo el rosado carnal de su vulva, húmeda naciente de placeres inusitados, de gloriosas eyaculaciones, de masturbatorias visiones. Siempre persiste la mórbida consistencia de sus pechos donde busqué niño macho incestuosos licores. La concubina envejecida en el lecho duerme su invierno de raso y terciopelo, bella e insinuante como nunca la vi escondido entre los jarrones de los lirios.

1 comentario:

Nieves Merino Guerra dijo...

¡Genial!...solo alguna errata allí ...crece MUGO sagrado en ... cosas de imprenta.
Fantástico.
Si, también lo había leído, pero ahora con más detenimiento...
Gracias por enviármelo.
Gracias por compartirlo y darme la oportunidad de seguir aprendiendo.
Gracias por tu amistad y confianza. Gracias por la calidad de tus letras y la elegancia en éstos escritos. Magnífico. Besos