Gracias por incluirme en tu vida, por poseer tu alma y tu cuerpo
desde esta distancia que para nosotros no existe. Y porque sabes hacer mis días
perfectos, hoy, solo acá en la mañana fría he contemplado tu regalo, tu
semidesnudez deliciosa, tu cuerpo maduro y sexual para mí, el tul y los
arabescos de tus negras bragas contrastando con tu pálida piel, tu cuerpo real,
incitante, tal como es y como lo deseo, y como lo imaginé y como lo poseo hasta
el goce total. Y después en el sueño de la noche la cópula desesperada de dos
solitarios inflamados por sus ansias, las imaginaciones en contacto pleno, mis
manos dedos boca miembro recorriendo las comarcas de tus lujurias, y tu boca
dedo vulva poseyéndome más allá de placer y el sexo. Porque eres una seductora irresistible reina
ahora sobre mis deseos, tiene tu rostro un aire de venenosa medusa, de hembra
salvaje, lo sé y lo siento en mi cuerpo atrapado en tu mirada de convierte en
sal toda carne que devora. Me regalas un despertar de fábula con esas lunas
tibias y mullidas, mi sueño y mi obsesión, que paladeo ebrio de un vicioso
deleite con un beso lamido de león en celo en cada duna lunar, y me embeleso en
esas rosado carnal y protuberantes puntas que me muestras como lejanas
pirámides en las arenas de mis incestuosos apetitos. Ayer
me regalaste otro día perfecto y ya no podré dejar de ser tuyo, por eso hoy te buscaré en la lluvia que viene diosa de mis
lujurias acumuladas en las nostalgias de mi adolescencia solitaria.
sábado, 11 de junio de 2016
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