Tarde lluviosa en
tu bosque silencioso solitario donde solo caminas a hurtadillas,
fauno-lobo-macho... mi hombre, mío solo mío, el agua nos moja el cuerpo, limpia
nuestra alma, corremos como niños enamorados, me apego al árbol escondiéndome
de tu acecho, te acercas, coges mis brazos me abrazas besándome entera, me
excitas, me asustas, lames mi cuello, resbalan tu lamidos por toda mi piel,
penetras tu lengua en mi boca, te siento ardiendo, deseoso, ansioso, quieres
todo, y te doy lo que poseo. La lluvia nos moja, caemos abrazados revolcándonos
en el barro, nada importa, solo tu y yo, arde mi piel, ardo de deseos, quiero
romper otra vez el pacto maldito, pene-trame, soy tuya... soy tu hembra real,
deséame, tócame mi piel real, no es imaginación, no es virtualidad, no tenemos
que soñar, podemos poseernos, ya no soy tu esfinge de mármol. Te deseo. Sigue la lluvia escanciando sus
aguas en la soledad del silencio de mi bosque donde camino sigiloso,
fauno-lobo-niño, tu hombre, tuyo hasta el desborde, el agua encielada nos
humedece el cuerpo, anega de dicha nuestra alma, jugamos inocentes como ángeles
enamorados, te apegas al árbol del pecado escondiéndote de mi asedio, te cerco,
cojo tus brazos, te abrazo besándote entera, te excito, te asusto, lamo tu
cuello, resbalan mis lamidos por toda tu piel, penetro mi lengua en tu boca, me
sientes ardiendo, deseoso, ansioso, quiero todo, y me das todo lo que posees.
La lluvia nos moja en un delirio feroz, caemos abrazados revolcándonos en el
barro puro antes que crezca el musgo, nada nos importa, solo tu y yo, arde tu
piel ebria de mí, ardes de deseos inconfesables, quieres transgredir otra vez
el pacto maldito, me susurras con eróticas dulzuras: “pene-trame, soy tuya... soy tu hembra real, deséame, tócame mi piel
real, no es imaginación, no es virtualidad, no tenemos que soñar, podemos
poseernos, ya no soy tu esfinge de mármol”, y yo comienzo a consumar el
rito otoñal del deseo.
sábado, 31 de mayo de 2014
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