domingo, 4 de mayo de 2014

RASTROJOS GABIANOS MMV (II)


No pude evitarlo..., hoy mientras me duchaba mi imaginación se fue hacia ti, pensé que quizás también estabas en esos momentos en la ducha, e imaginé el agua tibia escurrir sobre tu cuerpo desnudo, sobre esas formas soñadas, sobre tu piel suave y pálida, vi como el agua escurría en un sensual chorrito desde la punta de tus ricos pezones, y mi verga se fue erectando, vi el agua como gotas de rocío sobre la breve selva oscura de tus vellos púbicos, de entre los cuales se asomaban tu rosados labios verticales, y mi verga llegó a su máxima erección, vi como tus manos recorrían enjabonando todo tu cuerpo, por todos los rincones, vi como se detenían en tu vulva, enjabonando más de lo debido porque ahí encontrabas un placer sabroso, sensitivo, vi como enjabonabas tus pechos de hembra madura, de pezones erectos y también te demorabas allí amasándolos, sintiendo en tus garbancitos sensibles un goce suave pero intenso, y mi mano buscó mi falo y comenzó a enjabonarlo, sentí el rico roce de mi mano lubricada por el jabón y no pude contenerme, y comencé a masturbarme, primero suavemente pero después más y más rápido, apretando mi príapo con ansias, imaginando que era tu mano, tu boca, y te vi como enjabonabas tus nalgas pálidas y suaves, pasando tu mano por el surco anal, jugando un poquito en tu flor del sur, sintiendo la sensación del roce, imaginando que era una verga que intentaba la penetración prohibida, y mi mano aceleró la masturbación, urgiendo mi verga, moviendo para atrás y para adelante el prepucio, y vi como volvían tus manos a tu vulva sensible y se quedaban ahí, abriéndola al chorro del agua tibia, y vi como tu dedo iniciaba un masaje rotatorio sobre tu botón carnal, sobre ese rico clítoris y echabas hacia atrás tu rostro con los ojos entrecerrados mientras tu otra mano buscaba uno de tus pezones y lo pellizcaba, y mi mano subía y bajaba en la verga dura, y eché hacia atrás mi cabeza y cerré los ojos, y vi como hundías tu dedo en tu vagina mientras con la palma de la mano te masajeabas el clítoris aplastándolo, restregándolo, y llegabas así en un instante de locura al orgasmo y mi mano apretó la verga y corrió el prepucio fuerte hacia atrás y… Ahhhh, asííí, mas, maas, maaas!!!, riiico mijta, ayyy!!! que riiica paja, que rico chorito, que ricas tetas!!!, ahhh!!!, maaasss, uyyy mijitaaa ricaaa, masss, ahhh!!!... y salio el chorro de semen caliente y sentí el estremecimiento del clímax y te vi y sentí a mi lado gozando como yo de esta masturbación mutua, intensa, compartida, y nos quedamos abrazados bajo el agua tibia, muy cerca a pesar de la distancia.

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