sábado, 31 de mayo de 2014

TRIBULACIONES DEL TEMPLARIO


(Erótico ejercicio de lingüística experimental)

“El erotismo es sexualidad transfigurada: metáfora. El agente que mueve lo mismo al acto erótico que al poético es la imaginación. Es la potencia que transfigura al sexo en ceremonia y rito, al lenguaje en ritmo y metáfora.”  La llama doble, Octavio Paz.

Ahí en la entrada del templo cuatro pétalos de cuarzo rosa sobre las doble columna en ónice rosado piel hiedra fina cubre el breve gineceo arriba un espiral abajo la bifurcación vulval es una rosa embebida en su rocío una humedad la persistencia genital de un aroma. Ser un potro en celo desbocado cabalgando por el fértil campo de la sexualidad desencadenada y un paciente caracol en celo que se desliza lento y parsimonioso por la rala vegetación de una húmeda jungla sensual e impúdico aprehendiendo tocando acariciando como un vicioso sibarita de sensaciones la delicada superficie de los pétalos abiertos adentro la rugosidad de ciertas maderas y las piedras canteadas el punto gravitante en la desolación ante la imposibilidad incestuosa de volver retornando huyendo al útero. El erguido pilar con su capitel glándico y su orificio destilatorio expectante tótem de primitivos ceremoniales eyaculatorios mastúrbicos onanistas copulativos esencia de penetrantes inclusiones introductorias mástil y verga con su prepucial velamen en la tibia brisa vaginal. Yuxtaposición lingüística ni bucal ni verbal a boca de sexo abierto o erecto lamidos succiones atrevidos mordiscos invasivas penetrabilidades por la orilla filosa del clímax. Involuciones del coito sacrílego sodomizaciones en sureño estrecho cauce prohibido, imaginaciones imposibles desgarros gritos quejidos. Poderosos estremecimientos estertores de muerte súbita encantamientos orgásmicos eyaculatorios desmembramiento desvirgamiento desfloración sin otoño menstrual. Ahí a la salida del templo la modorra acidia floculada en la dulce laxitud posterior de los cuerpos saciados cansados absorbidos por la noche amplia como un patio y oscura como una vergüenza.


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