Y voy a por ti en la lasciva secuencia del desborde, de la tentación
pecadora, del desate embrujado de tus lujurias. Aparezco de la nada, como un
mago lujurioso que te arrastra hasta las insondables sendas del placer,
despertando en ti sensaciones olvidadas, sueños perdidos, ansias reprimidas y
placeres culpables. Y voy a por ti en la lasciva secuencia del desborde, de
la tentación pecadora, del desate embrujado de tus lujurias. Tu cuerpo
empieza a arder y te sumerges en un mar sin calma. Y voy a por ti en
la lasciva secuencia del desborde, de la tentación pecadora, del desate embrujado
de tus lujurias. Sientes que estoy ahí y que son mis manos y no las tuyas
las que te tocan y que es mi ardiente falo el que te pene*tra. Y voy a por
ti en la lasciva secuencia del desborde, de la tentación pecadora, del desate
embrujado de tus lujurias. Hurgas en tu oculta sexualidad que empieza
lentamente a despertar gracias a mí. Tus dedos se deslizan por ese "oscuro
lugar", como tú le llamas; y empiezas a temblar y te estremeces mientras tu
sangre hierve, tu clítoris danza entre tus dedos y luego... el éxtasis, un
estertor que hace fluir de ti todo ese ardor y luego... una lasitud que te
provoca más ansiedad. Me piensas, me sientes, no eres tú, soy yo el que está
ahí, tocándote, besándote, entrando en ti mientras tú me dejas hacer,
provocativo, lujurioso, amante, y te entregas y me das todo, todo, lo que eres,
lo que sientes. Y voy a por ti en la lasciva secuencia del desborde, de la
tentación pecadora, de desate embrujado de tus lujurias hasta que sientas una
especie de latido y cosquilleo especial "ahí".
Nota.- En cursivas la traducción libre de su voz.
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