lunes, 23 de mayo de 2016

JUEGAS CON TUS PLENILUNIOS


“Solo yo te puedo destapar los pliegues que cubren mis pechos”. Cuando tú me amas. M. I., Mayo, 2016

Juegas con la sensualidad desbordante de tu escote inmune a los hechizo y sortilegios de los sátiros y faunos que te observan desde sus bosques encantados, te inclinas y abres un instantáneo intersticio al paraíso, a esa suave y voluptuosa palidez de tus pechos maduros, a esas tibias dunas con que sueñan los náufragos extraviados en los oleajes que inevitables llevan a las dulces magnolias de tu piel. En los desiertos de los plenilunios fui recolectando esos claros y tersos tormentos, uno a uno, perladas imágenes de tu busto en su inminente exuberancia, diez joyas que guardo en mi secreto cofre de los turbios deseos, expuestas a mis ojos extasiados y a mis labios sedientos de los besos imaginados en esas delicadas tersuras, ebrio del crisol de colores que enmarcan esas tiernas palomas en sus carnales convexidades. Emerges entre las perfectas curvas de tu vendimia y las mullidas combas de tus dos lunas vagabundas (i), sigilosa conspiradora guardas para el ungido el misterioso color de tus pezones, el tamaño preciso de su sensible y rugosa circunferencia, niegas los delirios insensatos porque tu sonrisa se vuela a los observadores perdidos en la mórbida blandura, tus ojos desaparecen en los oleajes incesantes de tus pechos, tu boca es una alta flor en el acantilado donde los machos enceguecidos se estremecen en las ciénagas del fondo bajo la sombra irresistible de tus senos perfumados, túrgidos, como tibios pájaros que acechan, coronados en la pasión punzante de sus alturas orgullosas (ii). Haces de tu inquietante escote un abismo insoportable a los poetas suicidas que sueñan caer por el glorioso canalillo entre tus senos, esa cálida línea que divide mi entero universo en tus dos hemisferios, hasta sumergirse en el agradecido rosa que bordea las turgencias de tus paraísos soñados. Juegas todos los días con la luz que se refleja en tus senos. Sutil incitadora, llegas en la sed y en el desespero (iii).

(i) “Mi fuente y tu mar”. M. I.
(ii) “De Usted”, R.
(iii) Paráfrasis de los versos: “Juegas todos los días con la luz del universo. Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua”. Poema XIV. Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada, Pablo Neruda.


No hay comentarios: