viernes, 20 de mayo de 2016

DUCHA COMPARTIDA


Recién me estaba duchando, y cuando comencé a enjabonarme mi miembro de pronto me vino tu imagen… te vi  también duchándote, enjabonando tu sexo, vi tu ampuloso cuerpo desnudo, tus rollitos, tus pliegues carnales, tu deliciosa tetamenta caída y llena, tus rosados pezones…, miré tus amplios glúteos pálidos, tus muslos suaves como las uvas (i), vi al agua caliente como mi saliva escurriendo por tus cauces, el canalillo entre tus pechos y el surco entre tus nalgas,  y mi verga comenzó a eructarse instintivamente… estuve un ratito masajeándola mientras te imaginaba en lo mismo, sentí ese gustito del inicio de una pajita.. y debí detenerme para esperarte… Yo, me fui a duchar y pensaba en ti todo el rato. Mientras me jabonaba y el agua me caía, creía que eran tus manos y podía sentir tu olor que imagino sola en mi mente. Estuve a punto de hacer una locura, pero aunque me contuve, no pude evitar buscarte (i). Y naufragamos en las mismas aguas calientes, y nuestras manos jabonaron nuestros cuerpos en una pervertida reciprocidad, tus manos fueron mis manos cuando iban por la tersura del interior de tus muslos, y las mías eran las tuyas cuando aferraban mi príapo, y era el mismo depravado y sensual juego de enjabonar y masturbar, allá tú, acá yo, en una fiesta de sensaciones de manos sobre la estremecida piel desnuda y mojada, de dedos que hurgaban íntimas hendidura y punzantes promontorios, de bocas bebiendo la lluvia entibiada en la calentura que cada uno provocaba en el otro, sumergidos juntos en el goce compartido de la autosatisfacción, porque a falta de pan buenas son las tortas (i).

(i) En cursivas, sus humedecidas palabras.

(ii) Las tortas son una especie de pan seco, hecho sin levadura, que aguanta muchos días y que es mucho más barato que el pan. Por supuesto que las tortas no son tan sabrosas como el pan, pero si no había pan crujiente y recién hecho en las panaderías, pues la gente se tenía que conformar llevándose tortas.

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