“Te ofrezco
explicaciones de ti, teorías de ti, auténticas y sorprendentes noticias de ti.”
Two English Poems, II. Jorge Luis Borges
Soñarás dormida que
alguien se te acerca imperceptible en tu mustia realidad cotidiana. Temerosa,
sentirás un leve roce en tu piel, en tu cuerpo, en tu adormecida pero latente
intimidad carnal. Sentirás la yema sola de un solo dedo indiscreto, el del
corazón, tocando delicadamente las puntitas de tus pezones, el capullo sensible
de tu clítoris, surcando sutil tu oculta flor de cuatros pétalos verticales. Te
estremecerás sumergida en las penumbras de esas nuevas sensaciones,
entreabrirás tus labios y apretarás tus manos conteniéndolas para que no se
fuguen a esos mismos lugares por donde sentirás avergonzada que se te escapa el
pudor. Oirás inquietantes susurros, jadeos y suaves quejidos junto al vaho
caliente de una respiración acezante en tu oído, y advertirás el rítmico
movimiento de otro cuerpo que está a tu lado pero que solo presientes ebria de su
cercanía lasciva, sometida a sus lujurias de sátiro sobornable, imaginarás su
obscena presencia, su erección en las sombras de tu noche, su mano frotando su
erguida virilidad, y sabrás que eres esa noche la elegida. Acudirán desde el
tórrido fondo cenagoso de tu memoria la visión de otros lechos antiguos,
ciertos cuerpos machos de punzantes durezas y bocas ensalivadas y lenguas en
ristre y rostros sin recuerdo, sensaciones ya vividas en desesperos y
urgencias, en goces estremecedores que te llevaron algunas pocas veces a los
sublimes abismos del éxtasis del orgasmo desesperado. Sentirá tu desnudez
impura aun con tu camisola y bajo el recato de las sábanas, percibirás como
florece y se abre tu sexualidad humedecida y palpitante, y te dejará fluir en
ese torrente de irrefrenable sexualidad. Todo esto sucederá en un tiempo en que
te dejaras crecer un poco más las uñas y luego las pintaras de intenso rojo
oscuro, menos el del corazón de tu diestra, porque a ese le cortaras la uña lo
máximo posible, y entonces será tu dedo macho, y con el dejarás de soñar.
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